El PP descarta reflotar Humanismo y Democracia y creará su propia FAES

La ruptura de José María Aznar con el PP promete a la dirección del partido un XVIII Congreso Nacional todavía más cómodo de lo previsto al convocarlo, pero crea al aparato de la sede de Génova un problema organizativo grave: suplir a FAES de inmediato. En fuentes de la organización, reconocen que su exjefe les ha hecho "un roto" que tendrán que reparar en cuanto pase la gran asamblea de febrero con la creación de una nueva fundación vinculada al partido y que difícilmente podrá ser Humanismo y Democracia.

"No vamos a renunciar a la influencia, la asistencia programática, la formación de cuadros y las subvenciones que comportan el hecho de tener una fundación propia", comentan en la dirección del PP, decididos a contar con una nueva FAES en sintonía con Génova en vez de con el expresidente del Gobierno.

En 2002, Aznar unificó en su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales a las entidades dedicadas al debate ideológico y programático que entonces orbitaban alrededor del PP, como la Cánovas del Castillo, de inspiración conservadora al estilo británico de los tiempos de Manuel Fraga, y la democristiana Humanismo y Democracia.

La primera opción manejada en la secretaría general del PP fue "reflotar" inmediatamente la vieja fundación democristiana nacida en la Transición, adscrita a la UCD y posteriormente al PDP hasta que sus principales dirigentes confluyeron en el PP refundado por Aznar en 1990. El problema que se han encontrado en Génova es que lo que queda de Humanismo y Democracia viene a ser "una ONG". Habría que cambiar su naturaleza jurídica y dotarla de nuevos estatutos y órganos directivos para que pudiera cumplir con el papel de Faes y optar a las subvenciones estatales correspondientes.

De hecho, se define como "una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que sirve a un interés general" y que trabaja por "la erradicación de la pobreza en el mundo, con una concepción de la cooperación al desarrollo inspirada en los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano de tradición occidental". Su presidente es Rafael Rodríguez-Ponga, exdiputado del PP y actual secretario general del Instituto Cervantes.

En fuentes del PP consideran que tampoco conviene que la nueva fundación de los populares nazca con marca exclusiva democristiana. Si ya consideraban que Faes era por encima de todo "aznarista y liberal", añaden que es la hora de recoger mejor todas las corrientes de pensamiento que quiere representar el PP bajo el título del centro reformista; un término también acuñado por su antiguo presidente para empezar a ganar elecciones en los años noventa.

La cuestión de las subvenciones estatales está presente en los cálculos del PP para crear su nueva Faes. Aznar renunció a ellas el pasado año, porque no dejaban de menguar desde que Rajoy llegó al poder por los continuos recortes, pero también para poder captar mejor fondos privados renuentes a la publicidad y al control del Tribunal de Cuentas.

Por la vía de presentarse a los concursos de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura, la fundación del expresidente lograba alrededor de dos millones de euros en 2012, pero en el último ejercicio esa cantidad se había quedado casi en la mitad.