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El congreso del PP aprobará el 'desprecio' de Rajoy al debate de la reforma constitucional
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El congreso del PP aprobará el 'desprecio' de Rajoy al debate de la reforma constitucional

"No cabe en nuestro país, en nuestra Constitución y en nuestro ordenamiento jurídico un referéndum de autodeterminación", reitera la ponencia que el PP lleva a su XVIII congreso

Foto: El líder del PP y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)
El líder del PP y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)

El debate sobre una posible reforma de la Constitución promovido desde la izquierda va a estar presente en el XVIII congreso nacional del Partido Popular, pero para rechazarlo. "El PP no entiende la reforma como un fin en sí mismo" y cualquier cambio en la ley de leyes "debería concitar el consenso logrado para su aprobación". Así reza el texto de la ponencia fundamental que abordará la gran asamblea de los populares, la "económica y de administración territorial", en línea con la posición mantenida por Mariano Rajoy.

Foto: Rajoy durante una reunión del Consejo de Ministros presidido en el Palacio de la Moncloa. (EFE)

Los ponentes del PP en la materia son el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y los máximos dirigentes del partido en el País Vasco, Cataluña y La Rioja: Alfonso Alonso, Xavier García Albiol y José Ignacio Cenicientos. Y por parte del 'aparato' de Génova la coordinación del documento ha corrido a cargo del vicesecretario general Javier Arenas. Entre todos han condensado en cinco folios la posición de su partido en defensa de la Constitución que previsiblemente será aprobada como tal por los 3.200 compromisarios que acudirán al congreso convocado para los días 10 y 12 de febrero en Madrid.

Por el momento, en ningún sector del PP ha encontrado eco la campaña de los socialistas a favor de su ambigua reforma "federalizante" de la Constitución y menos aún el plan de Podemos sobre un nuevo "proceso constituyente", o las propuestas "exprés" de Albert Rivera sobre el modelo electoral o contra el aforamiento de los parlamentarios.

En el texto de la ponencia, al que ha tenido acceso El Confidencial, se incluyen los habituales elogios del Partido Popular a la Constitución, y a su papel fundamental en la mayor etapa de progreso en libertad que ha vivido España. Además, recuerda que ya ha sido reformada en dos ocasiones, para el voto de los demás europeos en las elecciones municipales y para incluir el compromiso de estabilidad presupuestaria, "con amplios acuerdos y siempre con el apoyo del PP".

Según los ponentes, la posición de partida tendría que ser ahora la misma de los precedentes, el acuerdo previo de la inmensa mayoría de los partidos, y la realidad es la contraria: la "disparidad de planteamientos políticos al respecto". En el documento que los compromisarios han recibido estos días para hacer enmiendas, se insiste en que "las diferencias no pueden ser solucionadas por una reforma constitucional, sino que tienen que ser superadas para poder afrontar una reforma constitucional".

El PP exige un acuerdo previo entre todas las fuerzas políticas, el PSOE el primero, sobre cualquier proceso de cambio en la ley de leyes, tanto sobre el punto de partida como sobre el horizonte de llegada, "sobre los problemas que se detectan y qué soluciones se plantean. Tiene que definirse claramente de qué forma se van a abordar y qué grado de acuerdo existe al respecto".

Ningún sector del PP apoya la campaña del PSOE por la reforma "federalizante" y menos aún el plan de Podemos de abrir un "proceso constituyente"

Los ponentes populares establecen esa premisa advirtiendo que sería un ejercicio político "irresponsable y arriesgado" lanzarse a cualquier reforma que, de todos modos, para ellos debería concitar el consenso logrado en su origen (1978). Y la Constitución nació con el apoyo de casi todo el arco parlamentario: desde la derecha y el centro (UCD), a la izquierda socialista (PSOE y PSP) y comunista (PCE); además de los nacionalistas catalanes de Convergencia y Unión. El único partido con grupo parlamentario que se quedó fuera del acuerdo fue el PNV al descolgarse a última hora, una vez garantizados los privilegios del concierto y el cupo vascos.

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i); el presidente del Senado, Pío García Escudero, aplauden a la presidenta del Congreso, Ana Pastor. (EFE)

Los partidos que ahora se consideran constitucionalistas son el PP, PSOE y Ciudadanos. El resto de las fuerzas parlamentarias, de izquierda populista como Podemos y sus socios, o separatistas, oscilan entre la propuesta de alumbrar un nuevo régimen de corte confederal y liquidar España como nación. La ponencia lo explica así en su punto 15: "Cabe recordar que la diversidad de opiniones sobre cuál debería ser el objeto y el objetivo de una reforma constitucional, resulta cuando menos incompatible, no solo con la propia reforma, sino también con su eventual respaldo".

Arenas, Feijóo y los demás ponentes que representan tanto a la vieja guardia del partido como a los jóvenes valores al alza, constatan en el resto del texto su apuesta por la defensa de la soberanía nacional, "de la que es exclusivo titular el pueblo español". También reafirman el compromiso del PP en mantener la integridad de esa soberanía frente al desafío secesionista en Cataluña. "No cabe en nuestro país, en nuestra Constitución y en nuestro ordenamiento jurídico un referéndum de autodeterminación", recuerdan a Carles Puigdemont y a Oriol Junqueras.

El debate sobre una posible reforma de la Constitución promovido desde la izquierda va a estar presente en el XVIII congreso nacional del Partido Popular, pero para rechazarlo. "El PP no entiende la reforma como un fin en sí mismo" y cualquier cambio en la ley de leyes "debería concitar el consenso logrado para su aprobación". Así reza el texto de la ponencia fundamental que abordará la gran asamblea de los populares, la "económica y de administración territorial", en línea con la posición mantenida por Mariano Rajoy.

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