Rajoy pone otros siete deberes al PSOE para apoyar la estabilidad y evitar elecciones

Después de lograr la reelección como presidente del Gobierno en octubre, Mariano Rajoy vuelve a poner deberes en forma de pactos de Estado al PSOE para garantizar un año de estabilidad política para España que es al tiempo el mínimo imprescindible para que los socialistas empiecen a reorganizarse. El jefe del Ejecutivo aprovechó su balance anual para mostrarse cómodo en la gestión de sus exiguos y cambiantes apoyos parlamentarios siempre que le dejen fijar un guion de gobierno en el que lo único sagrado es el mantenimiento de la política económica.

El presidente del PP afronta la nueva legislatura como una prolongación de la de 2011-2015 para culminar su obra: la recuperación económica plena con una tasa de paro cercana a la que dejó José María Aznar en 2004 (11,5%). Es su objetivo reiterado en las dos últimas campañas electorales, el de alcanzar la cifra de 20 millones de españoles trabajando dentro de tres años.

Al margen de cumplir con la obligación de mantener la unidad de España, a Rajoy lo demás le resulta secundario. Y por eso se abraza a la oferta de acuerdos de Estado con el PSOE en el arranque de una legislatura en la que solo saldrán adelante los proyectos negociados entre varios partidos y ninguno contra el PP.

El jefe del Ejecutivo recurre de nuevo al número siete para desgranar sus planes. Ofreció siete pactos de Estado al PSOE para salvar el "no es no" de Pedro Sánchez a su investidura, al final logró la abstención socialista y una vez aprobado el llamado techo de gasto de los Presupuestos a final de año, fija los nuevos 'deberes' para 2017.

"Si todos somos capaces de mantener la actitud responsable y constructiva que hemos mostrado en estos dos meses, podemos garantizar a los españoles un futuro de estabilidad y de prosperidad que será mérito de todos", dijo Rajoy para enumerar las metas ambiciosas que "podemos seguir juntos".

La primera —y obvia— de esas metas es la recuperación de la riqueza perdida en los cinco años de recesión, un 10% del PIB. Según el presidente del Gobierno, con nuevos Presupuestos que cumplan con la reducción del déficit público, y sin tocar las reformas económicas, este mismo año España estará en condiciones de lograr el objetivo este mismo 2017.

El mensaje de Rajoy es el mismo desde la misma investidura: o los demás colaboran en sacar el proyecto adelante o hay nuevas elecciones generales

Como segundo reto, que incluye la premisa de mantener la reforma laboral aplicada en 2012 que el PSOE y los sindicatos insisten en derogar, está crear otro medio millón de empleos "y acercarnos al objetivo nacional de 20 millones de españoles con trabajo en el año 2020".

Siempre en clave económica, Rajoy propone a todas las administraciones, en especial la autonómica, completar el proceso de saneamiento de las cuentas públicas en este ejercicio para salir del procedimiento de control por déficit excesivo al que la UE somete a España desde los desmanes de José Luis Rodríguez Zapatero en el arranque de la crisis económica. El jefe del Ejecutivo incluyó el nuevo modelo de financiación autonómica en su lista de tareas para asegurar "el mantenimiento de los servicios públicos esenciales como son la sanidad y la educación".

Las otras tres metas comunes que Rajoy propuso al PSOE como partido de Gobierno y con responsabilidades de gestión en autonomías y ayuntamientos afectan a las cuestiones en que ya ha cedido o prefiere negociar: el pacto educativo de reforma de la Lomce, el imprescindible consenso para asegurar el futuro del sistema de pensiones o la posición de España en una UE que tiene que hacer frente a la salida del Reino Unido.

Rajoy planea salvar 2017 con acuerdos sobre esos siete puntos genéricos que dependerán en paralelo de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, piedra angular de toda la legislatura. El mensaje de Rajoy es el mismo desde la misma investidura: o los demás (Ciudadanos, PNV y PSOE) colaboran en sacar el proyecto adelante y evitan un nuevo bloqueo político, o nuevos comicios. De momento, lo plantea en positivo al sostener que quiere una legislatura "larga y fructífera": sus pactos.