Ferraz prescinde de la conferencia política y evita más tensiones antes del congreso

No habrá una reedición de la conferencia política del PSOE de noviembre de 2013. No habrá una gran puesta de largo del corpus ideológico del partido previa al 39º Congreso Federal. La gestora apuesta finalmente por sustituir ese formato de macroconvención, que estuvo barajando, por una serie de ponencias sectoriales, cuyo número y contenido tiene aún por cerrar. Entiende que es "el mejor instrumento" puesto que se trata de preparar la elaboración del documento marco que será discutido en el congreso, y no de compendiar propuestas programáticas. Pero también ha influido en el ánimo de la cúpula provisional el buscar un camino menos conflictivo, ya que su objetivo es que el PSOE llegue a su cónclave sin tanta tensión interna.

Cuando la dirección interina presidida por Javier Fernández comenzó a rodar de cara al congreso, nombró a un grupo de trabajo intergeneracional encargado de esbozar un guión mínimo de la ponencia marco, con la idea de que ese esquema corto fuese aprobado por el comité federal en su reunión del próximo 14 de enero —en la que se definirá el calendario del cónclave, que tendrá lugar "antes del verano"—, para a partir de entonces enriquecer ese documento con las aportaciones de referentes del partido y expertos. Fernández ha venido insistiendo en que el 39º Congreso no debe ser una cita más, sino la de "reconstrucción" de un partido que ahora mismo es "un solar". Toca repensar el proyecto, replantear los fundamentos, de ahí que la gestora interprete que el PSOE ha de debatir en profundidad cómo recuperar la sintonía con la mayoría social, y conceder a esa deliberación el mayor empaque posible. Eso explica la conformación de ese de grupo de trabajo, coordinado por el portavoz de la dirección, el andaluz Mario Jiménez, cuya última reunión se produjo este mismo jueves.

Tras los foros monográficos, estaría lista la ponencia marco que deberá ser discutida en el congreso, previo debate en las agrupaciones y en las federaciones

En un cónclave ordinario al uso, la ponencia marco elaborada por la dirección se discute en las agrupaciones de base, en los comités regionales y finalmente en el congreso, en el que también se procede a la ratificación del secretario general votado en primarias entre todos los militantes y a la elección de los órganos federales de dirección. Pero la gestora siempre tuvo claro que ese cauce habitual se quedaba corto. Para que fuera más "participado", podía optar por dos caminos. Uno, construir poco a poco la ponencia marco a través de convenciones sectoriales, para luego ordenar las conclusiones en un único documento, sometido a debate en todos los niveles territoriales para ser rematado en el congreso. Dos, organizar una gran conferencia política encargada de deliberar durante un fin de semana completo de diversas materias y alumbrar así un texto que sería remitido al cónclave. Ambas alternativas se han ido estudiando en las últimas semanas, viendo pros y contras.

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Labor "de la siguiente dirección"

El núcleo de la gestora —sostenido por Fernández, Mario Jiménez, Laura Seara y Ascen Godoy— se ha inclinado por la primera opción, según confirmaron diversas fuentes de la misma. A partir del comité federal del 14 de enero, que deberá refrendar este camino (o desecharlo), y si se cumplen los planes de Ferraz, se celebrarán varios encuentros temáticos, con la idea de que la elaboración de la ponencia marco sea un "proceso en el que participe tanto el partido como la sociedad". Fuentes oficiales defienden que esta vía es "el mejor instrumento", ya que en esa ocasión no se trata de reelaborar el catálogo de propuestas programáticas —objeto más propio de una conferencia política—, sino de construir de forma colectiva la ponencia marco de un congreso decisivo en la vida del PSOE.

La dirección defiende que la fórmula elegida es "el mejor instrumento", ya que no se trata de elaborar un catálogo de propuestas, sino de repensar el proyecto

Sin embargo, han pesado otras razones. También la convicción, como apuntan desde el entorno de Fernández, de que una gestora, por definición un órgano provisional, no debe montar una conferencia, porque es "una tarea de la siguiente dirección". Su cometido, pues, es "elaborar un documento para el congreso y el congreso mismo". Asimismo, la enorme logística de una gran convención requiere de mucho tiempo, que no es lo que sobra, porque en abril, como tarde, comenzaría la batalla pura y dura por el liderazgo. Y también ha tenido que ver, como reconocen en el círculo más directo del presidente asturiano y en la gestora, la voluntad de evitar un procedimiento que podría acarrear una crispación añadida.

La elección de los representantes en las conferencias está reglada en los estatutos del PSOE. En ellos se dice que los participantes de este tipo de foros (igual que los delegados de los congresos y los miembros de los órganos de dirección) serán elegidos "en listas completas, cerradas y bloqueadas" y si hay dos candidaturas en competición, la minoría que obtenga como mínimo un 20% de los votos válidos, tendrá una representación proporcional, aunque la lista mayoritaria tiene garantizado el derecho a la mitad más uno de los delegados a elegir. Es decir, la celebración de una conferencia política llevaría aparejada la votación de sus participantes en todas las federaciones, un sistema "mucho más delicado", pues es previsible que, dada la temperatura del partido y el grado de confrontación interna, la primera lucha por el poder del PSOE se ventile en esa elección de delegados. Dicho de otra forma, estaría cantado que oficialistas y críticos intentasen librar su primer pulso previo al congreso en la antesala de la conferencia política. Como dice uno de los dirigentes de la mayor confianza de Fernández, "se descarta la opción de la conferencia para no abrir al partido en canal".

El sistema de convenciones sectoriales evita ese proceso de desgarro interno, porque en ellas pueden participar todos los militantes y simpatizantes que quieran acudir. No es un procedimiento nuevo en absoluto. Ferraz tomaría como plantilla el método empleado por la dirección de Alfredo Pérez Rubalcaba en 2013. La conferencia de noviembre de ese año estuvo precedida por siete foros o encuentros temáticos (Europa, crecimiento económico, reforma fiscal, regeneración democrática, igualdad, sostenimiento del Estado del bienestar y educación y sociedad del conocimiento) celebrados periódicamente, y en los que participaron un centenar largo de ponentes, asistieron más de 2.000 personas y fueron muy seguidos a través de la web y las redes sociales. En Ferraz, defienden que este sistema de diálogos monográficos es "más operativo", porque permite "reflexionar más", "ahondar más en los temas", y fomenta más la participación tanto de las bases como de colectivos sociales.

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El modelo de partido, al congreso

Concentrar todos los debates en una única conferencia tiene la contraindicación, observan desde la dirección, de que al final la discusión se centre en lo que no es el objeto del evento, la lucha interna, porque eso fue lo que ocurrió precisamente en la convención final de noviembre de 2013, que quedó en parte dominada por la cuestión que entonces enredaba más a los dirigentes: la fecha y el formato de las primarias para la elección del candidato a La Moncloa.

Este jueves se reunió el equipo de trabajo encargado de elaborar el guión de la ponencia marco. De la redacción se encarga el diputado Ignacio Urquizu

Aún está por decidir cuántos foros temáticos se organizarán en el primer semestre de 2017, aunque se calcula que tampoco serán muchos. La gestora sí se inclina por no hacer un encuentro específico sobre el modelo de partido —una de las áreas a debate más jugosas—, ya que entiende que esta es una materia propia del congreso y "no tiene sentido" que en ella aporten su punto de vista expertos y personas ajenas al PSOE. "Es una cuestión que compete a los militantes y los delegados del partido", subrayan desde el aparato. Esta parcela, ahora más conflictiva que nunca, comprende desde la afinación de los procedimientos de elección del líder y del candidato (primarias) hasta el refuerzo de los contrapesos a la figura del secretario general para evitar caer en un "cesarismo" o la remodelación de las estructuras de poder. Lo que se considera irreversible es que el jefe de los socialistas sea elegido por el voto directo y secreto de los afiliados.

Este jueves, se reunió en Ferraz la mayoría de los integrantes del equipo de trabajo encargado de preparar un guión de la ponencia marco —faltó el diputado vasco Eduardo Madina, por un compromiso familiar en Bilbao—, pero no discutieron estas cuestiones operativas, porque es una decisión en manos de la gestora. El cometido de este grupo es elaborar un documento breve, de unas 10-15 páginas, que encarrile el debate de cara al congreso, y en el que más que medidas concretas se intenta reflexionar sobre la crisis de la socialdemocracia, el porqué de la caída electoral del PSOE, la eclosión del fenómeno del populismo, el crecimiento de la desigualdad o la estrategia que debe seguir el partido. En quien recae la labor de redacción del texto es en el parlamentario por Teruel Ignacio Urquizu, uno de los dirigentes al alza en el PSOE. A él y a Madina acompañan otros siete referentes de la formación: las exministras de Felipe González Matilde Fernández y Rosa Conde; el exjefe de Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero José Andrés Torres Mora; el extitular de la Presidencia y portavoz socialista en Bruselas, Ramón Jáuregui; la secretaria de Empleo de la ejecutiva de Pedro Sánchez Luz Rodríguez; el diputado y exlíder del PSM Rafa Simancas y la filósofa y consejera de Estado Amelia Valcárcel.

Prudencia de los barones

En la cita de ayer, presidida por Jiménez y por su mano derecha, la gallega Laura Seara, no se llegó aún a ninguna conclusión. Al menos habrá otro encuentro más antes del comité federal del 14 de enero, que será convocado por la gestora el próximo día 4. El máximo órgano de poder del PSOE tiene que definir el calendario del congreso, aunque habría de ser otro comité el que lo convoque formalmente, pues los estatutos estipulan que debe hacerlo con 60 días de antelación. La previsión es que el cónclave tenga lugar en junio y las primarias para elegir líder, algunas semanas antes, o a comienzos de ese mismo mes o a finales de mayo.

Los barones autonómicos, mientras, evitan pronunciarse en público sobre los posibles candidatos. Tanto los oficialistas como los críticos, porque creen que "no es el momento" aún, ya que la carrera no ha ni comenzado. Así, Idoia Mendia (Euskadi) y Luis Tudanca (Castilla y León) se desmarcaron ayer del manifiesto firmado por 68 cuadros medios del PSOE en el que piden a Pedro Sánchez que se presente. Ambos han venido marcando distancias con él. Con mayor rotundidad la líder del PSE, quien trasladó al exlíder que no debería dar el paso y ve con mejores ojos a Patxi López. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, demandó que no le coloquen "en pandillas, ni en grupos" dentro del PSOE, mientras que su homólogo valenciano, Ximo Puig, insistió en que le preocupa "más el qué que el quién". Ambos, sin embargo, apoyan en privado a Susana Díaz. Ninguno de los tres se ha postulado aún. Sánchez, de hecho, asegura hoy viernes, en declaraciones a 'El Mundo', que solo hablará sobre su candidatura cuando se convoque el congreso.

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El Gobierno tiene previsto aprobar un código de buenas prácticas para facilitar la reclamación a los bancos de los afectados por las cláusulas suelo. Tiene el apoyo de Ciudadanos y de otros grupos, pero no del PSOE, y por eso aplazó su aprobación este viernes. Los socialistas oficializaron este jueves su rechazo a la fórmula propuesta por el ministro de Economía, Luis de Guindos. 

Pedro Saura, el portavoz economico del PSOE en el Congreso, el código de buenas prácticas que pretende aprobar el Ejecutivo hoy mismo en Consejo de Ministros es "inaceptable" porque se inclina a favor de los bancos y no de los afectados, informa Efe. Para acelerar la devolución de lo cobrado, subrayo, hace falta un procedimiento extrajudicial "rápido, eficaz y con coste cero" para el cliente y sin quitas, como siempre ha defendido. Y advirtió de que, "como mínimo", su grupo pedirá que la iniciativa se tramite como proyecto de ley en la Cámara para que se pueda enmendar. 

El otro portazo que dio el PSOE al PP se refiere a la reforma del mercado de trabajo. El grupo mayoritario quiere pactar cualquier cambio en el seno de una subcomisión en el Congreso. "Si el PP quiere negociar el futuro de la reforma laboral con el PSOE, tendrá que rectificar y respaldar" las iniciativas que busquen "derogar", y no maquillar, los aspectos que generan más "pobreza y precariedad", como las condiciones para los subcontratados, los falsos autónomos o la prelación de los convenios de empresa sobre los sectoriales, sostuvo Rafa Simancas, portavoz de Empleo del PSOE.