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"Hay demasiados lazos económicos para que Trump cambie la relación con España"
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"Hay demasiados lazos económicos para que Trump cambie la relación con España"

El embajador de EEUU en España hace balance después de tres años y medio en el cargo. Descarta que Trump vaya a imponer un cambio de timón brusco en las relaciones

Foto: James Costos, durante la entrevista.
James Costos, durante la entrevista.

En cierta manera, James Costos encarna todo aquello contra lo que Donald Trump cargó en la campaña que le ha llevado hasta la Casa Blanca. Amigo personal de Barack Obama, hombre sofisticado, proveniente de la industria cultural, defensor del comercio internacional y la globalización, con ideas progresistas en lo social... Solo hay que comparar la decoración de su despacho con la de los hoteles del magnate o con la Trump Tower de Nueva York para entender que provienen de dos Américas distantes y enfrentadas.

El todavía embajador de Estados Unidos en España se despide evitando nombrar al próximo presidente de su país y esquivando los calificativos, aunque sin esconder su distanciamiento. Dando por descontado que tendrá que encontrar un nuevo trabajo a lo largo de 2017, nos recibe en su residencia para hacer repaso de los tres años y medio que ha ejercido en el cargo.

PREGUNTA. En una anterior entrevista con El Confidencial, en abril del año pasado, hablamos sobre los problemas que atravesaba la vida política española y del auge del populismo en toda Europa. Un año y medio después, un debate parecido se ha instalado en Estados Unidos. Hay quien lo plantea como una tendencia global hacia el populismo. ¿Usted también lo ve así?

RESPUESTA. No querría hablar en esos términos, no quisiera referirme a una tendencia mundial, pero es evidente que están pasado cosas. En los EEUU se han celebrado unas elecciones democráticas y la gente se ha expresado, eligiendo al que será su próximo presidente. Ahora podremos ver cómo [Donald Trump] se desempeñará como líder, cómo actuará. Hay grandes diferencias entre lo que se dice durante una campaña electoral y los resultados una vez que se gobierna un país. No puedo especular sobre el tipo de presidente que va a ser [Trump], ni sobre el tipo de políticas que va a poner en marcha, ni tampoco puedo decir que haya una ola de populismo en todo el mundo occidental.

P. ¿Y cómo explica el auge de esta forma digamos poco ortodoxa de hacer política?

R. Creo que la gente está expresándose, que hay gente que siente que la están dejando atrás, que nadie les estaba escuchando. Y se están sintiendo atraídos hacia líderes que ofrecen cosas diferentes. Hacia algo que los que estaban en el poder no les ofrecían. Si todo esto tiene sentido, tendremos que decidirlo cuando veamos qué tal funciona.

Vea la entrevista en vídeo al embajador de EEUU en España

P. ¿Como fue la noche electoral para usted?

R. Tuvimos una fiesta electoral aquí en Madrid, en el Instituto Internacional, con unos 200 invitados. Estuve allí hasta muy tarde, hasta las dos de la mañana. Después regresé a la embajada y vi en casa los resultados.

P. ¿Y cómo se sintió cuando Trump se llevó los votos de Pensilvania y salió vencedor?

R. Como dijo Obama con elocuencia, el proceso democrático funcionó y la gente se expresó. Ahora tenemos que mantener una transición de poder tranquila. MI trabajo aquí en España como embajador no es un trabajo político, a pesar de que mi nombramiento fue político, de que fui elegido por el presidente Obama. Todo lo que he hecho en los últimos tres años y medio ha sido intentar construir una mejor relación entre nuestros países, sin importarme las afiliaciones políticas o la ideología. Y ahora mi compromiso es construir el mejor puente posible entre el nuevo presidente electo en EEUU y el nuevo Gobierno en España.

P. ¿De cuánto tiempo dispone para tender ese puente? ¿Cuánto tiempo le queda en España?

R. No sé cuánto tiempo pasaré en España todavía. Podría anticipar que mi último día será el 20 de enero, pero estamos esperando a que nos lo comuniquen oficialmente desde el equipo de transición. Veremos qué pasa. Es un final abierto en ese sentido, pero mi intención es seguir comportándome como un puente, incluso después de abandonar España me gustaría seguir siendo un paladín de las relaciones entre España y EEUU.

"Podría anticipar que mi último día será el 20 de enero, pero estamos esperando a que nos lo comuniquen oficialmente"

P. ¿Le llamó alguien del Gobierno español el día después de las elecciones americanas? ¿Qué puede contarnos de esas conversaciones?

R. Por supuesto, tuvimos muchas conversaciones entre la embajada y el Gobierno de España, así como también con el Gobierno de los Estados Unidos.

P. Si el presidente Trump le ofreciese mantenerse aquí como embajador un año más, ¿aceptaría?

R. Es muy poco probable que se produzca ese escenario, pero mi compromiso es seguir haciendo mi trabajo como embajador. Si hay tiempo entre el nombramiento del nuevo embajador y mi salida, proveeré al nuevo embajador de todo el apoyo y todo el conocimiento institucional que atesoro sobre las relaciones entre EEUU y España, especialmente en lo relativo a la relación económica, que es un factor vital de la relación bilateral. Como sabes, España es el noveno mayor inversor en EEUU y la inversión directa española genera unos 81.000 puestos de trabajo en EEUU. Estos números son muy importantes para nuestra relación. El punto de partida para la próxima Administración es esta relación económica. España y EEUU seguirán atrayendo inversores recíprocamente y eso dará continuidad a la relación, y todo lo demás viene detrás de eso: la relación militar, el trabajo en la lucha contra el terrorismo, las relaciones culturales, el turismo... Por encima de todo, está la relación económica.

P. Entonces, ¿no cree que vaya a cambiar algo en esa relación con la llegada de un presidente como Trump?

R. No lo creo, precisamente porque hay una relación económica tan importante que genera un punto de partida muy robusto que no admite grandes cambios. Está en el interés de ambos países mantener esta relación, y todos los demás aspectos de la relación estarán condicionados por la importancia de los lazos económicos. Los números hablan por sí mismos y tendrán una influencia definitiva en el resto.

P. El nuevo ministro de Exteriores de España, Alfonso Dastis, es un hombre cuya carrera está circunscrita a las relaciones dentro de la Unión Europea. Su nombramiento se ha interpretado como un giro hacia Europa, que sería la gran prioridad de este Gobierno en política exterior. ¿Se ve también así desde EEUU?

R. No me gustaría entrar a especular sobre las prioridades del Gobierno español, pero tengo que decir que me he entrevistado con el ministro Dastis, que tuvimos un gran encuentro la semana pasada. Cuando llegué a España, hace tres años y medio, la economía estaba en su momento más oscuro con la crisis. Y sin embargo, hoy la economía española está creciendo por encima del 3%. Las inversiones están llegando, y no solo desde EEUU. La tasa de paro ha mejorado, aunque aún es necesario más trabajo para combatir el paro juvenil. Esto muestra que España es hoy un líder y es importante que el país tome esta postura de liderazgo. Pero no solo en Europa, sino en todo el mundo. Creo que en los últimos tres años España ha ganado reconocimiento como un país con liderazgo mundial. Así que no creo que el Gobierno de Rajoy y el ministro Dastis estén mirando solo a Europa, sino que están mirando también a EEUU y al resto del mundo.

"Cuando llegué a España, hace tres años y medio, la economía estaba en su momento más oscuro con la crisis"

P. Hace un año, comentaba que una de sus prioridades era luchar contra la piratería. Usted proviene de la industria cultural y en el último año hemos visto cómo han llegado Netflix y HBO a España. ¿Está cambiando algo aquí en ese terreno? ¿Han logrado sus objetivos?

R. Hemos visto muchos cambios positivos. El presidente de HBO y su equipo vienen precisamente este jueves a la embajada para un gran evento, una fiesta con algunas de las estrellas de 'Game of Thrones'. Cuando yo llegué, este asunto fue una de mis prioridades y nos centramos en ello. Y hemos visto a las autoridades españolas tomar medidas activas para mejorar las leyes. Se han cerrado algunas de las páginas web que se encontraban entre los mayores violadores de los derechos de autor. Es decir, España ha dado pasos significativos, aunque todos los países aún tienen cosas que hacer al respecto.

P. ¿Estamos hablando exclusivamente de películas y series?

R. No solo, sino también en cuanto a propiedad intelectual de marcas y productos. La semana pasada, cerraron 71 tiendas en Barcelona por vender falsificaciones de marcas americanas, como Nike. Es otro síntoma positivo de que España está protegiendo a las marcas americanas y los derechos intelectuales en general. Desde la embajada, intentamos promover la industria audiovisual y que se tome conciencia de su importancia. Tenemos una pantalla donde proyectamos películas estadounidenses e invitamos a personalidades del Gobierno, del mundo de los negocios, a productores, a actores… Eso nos da la oportunidad de hablar cara a cara sobre la importancia de defender el mundo del cine, de lo importante que es y de la necesidad que hay en protegerlo. La realidad es que la piratería tiene un efecto negativo también sobre la economía española.

P. Su embajada ha dedicado muchos esfuerzos a promover el TTIP, pero muchos lo dan por muerto. ¿Lo ve usted así?

R. Yo no diría que está muerto. Desde que llegué, hemos trabajado codo con codo con la Unión Europea para sacar adelante este acuerdo. Creo que tendría tremendos beneficios para EEUU y para la UE, particularmente para España, que ha sido uno de los mayores y mejores socios que hemos tenido en Bruselas para promover el acuerdo. Ahora estamos preparando un sumario para la Administración entrante, en el que tratamos de mostrar todo el trabajo que hemos hecho y explicamos por qué creemos que es tan importante seguir con el proyecto y cómo deberíamos hacerlo.

"Yo no diría que el TTIP está muerto. Desde que llegué, hemos trabajado codo con codo con la Unión Europea para sacar adelante este acuerdo"

P. Será un trabajo duro convencerlos, porque Trump no se ha mostrado precisamente entusiasta.

R. No puedo especular con ello. Tendremos que esperar a ver cuáles son las conclusiones técnicas para que ellos puedan ver lo que significaría realmente el TTIP para EEUU. Necesitan una oportunidad para evaluar el acuerdo potencial.

P. Usted ha sido un espectador de lujo de ese larguísimo proceso que hemos vivido en España para formar Gobierno. ¿Cómo se ha vivido desde la embajada de Estados Unidos esa espera?

R. Nosotros no estábamos esperando la formación de un Gobierno, era más bien el pueblo español el que esperaba la formación de un Gobierno. La verdad es que nosotros seguimos haciendo nuestro trabajo diario igual que siempre, aunque obviamente teníamos algunos temas de alto nivel con los que no podíamos avanzar porque no había un Gobierno. Pero en el día a día, continuamos haciendo muchas cosas. Durante ese proceso histórico, tuve oportunidad de conocer a todos los líderes y sus equipos para trabajar con ellos cuando se formase por fin un Gobierno. Y tenemos varios asuntos por definir.

R. Es una de las primeras cosas que se mencionó cuando llegué a España. Todo el mundo en el Gobierno español me preguntó si era posible encontrar una manera de mejorar lo que ya se había acordado previamente. En octubre de 2015, durante la visita del secretario Kerry, firmamos una carta de intenciones para seguir avanzando en ese camino. Negociamos con los equipos técnicos y marcamos como objetivo tener algo concreto al final de la Administración Obama, que es donde estamos en este punto. Nos gustaría dejar eso hecho antes de que finalice la presidencia de Obama.

"Nos gustaría dejar firmado el acuerdo sobre Palomares antes de que finalice la presidencia de Obama y lo estamos negociando"

P. ¿Hay entonces un acuerdo inminente para limpiar los residuos?

R. Eso forma parte de las negociaciones, pero la intención es que el Gobierno de España y EEUU trabajen juntos para ir más allá del tratado original que ya tenemos y que se mantiene en pie, y ampliarlo para limpiar los residuos nucleares y llevarlos a un lugar seguro en Estados Unidos.

P. ¿Ese acuerdo, como tantos otros, podría tumbarse una vez que Trump llegue a la Casa Blanca?

R: Si finalmente podemos sacarlo adelante, este acuerdo se firmaría durante este periodo [Administración Obama].

P. Me refiero a si técnicamente sería posible para Trump anularlo de un plumazo.

R. No, porque no sería una orden ejecutiva, sino un acuerdo firmado y no se puede cancelar. Los órdenes ejecutivas pueden cancelarse, pero no los acuerdos firmados.

P. Ahora que finalmente tenemos un Gobierno, ¿cree que están más interesadas las empresas estadounidenses en invertir en España?

R. Incluso cuando no había Gobierno, las empresas estadounidenses seguían mostrando interés en España. En realidad, depende del tamaño de las empresas y del tamaño de la inversión. Las empresas más grandes son más agresivas y ven las oportunidades más allá de la coyuntura política, mientras que las empresas más pequeñas quizá tienen una actitud diferente, más prudente, y prefieren esperar. Pero nadie perdió interés en España. De hecho, he pasado mucho tiempo en Estados Unidos, en las oficinas de grandes compañías interesadas en invertir en España. Todo el mundo está muy, muy motivado para invertir en España.

P. ¿Durante estos años, ha conocido a alguien, en la política o el mundo empresarial, que le haya impresionado de manera especial, que le haya dejado una huella especialmente positiva?

R. Soy el embajador de EEUU, así que tengo que reconocer en primer lugar el papel de las empresas españolas que están invirtiendo en EEUU. Me refiero a compañías como Ferrovial, de Rafael del Pino, que está invirtiendo una cantidad tremenda en Estados Unidos. O al Banco Santander, con Ana Botín, que es otro gran inversor. O al BBVA, a ACS... Son empresas que encuentran grandes oportunidades en mi país y al mismo tiempo generan mucho valor, crean trabajos y contribuyen a nuestro crecimiento.

P. ¿Y fuera del mundo de las grandes empresas que cotizan en el Ibex?

R. He encontrado a todo el mundo fascinante en España, sin importar si son grandes empresas o pequeñas empresas. Me ha impresionado mucho el espíritu emprendedor de los españoles que he conocido viajando por las 17 comunidades españolas. Sobre todo los emprendedores, porque es muy difícil ser un emprendedor en España, no es algo típico de esta cultura, y en los últimos tres años he trabajado muy duro para trabajar con el ecosistema emprendedor en España. En EEUU sabemos que la mayor parte de los trabajos se encuentran con el emprendimiento. Y acelerar ese proceso ha sido una de las prioridades de la Administración Obama. Hemos hecho esfuerzos por conectar a los emprendedores españoles con el sistema americano, por ejemplo, para que consigan financiación. Si tengo que decir quién me ha inspirado más en estos años, diría que los emprendedores españoles.

P. Hay empresas españolas con grandes expectativas puestas en los planes de inversión en infraestructuras anunciados en campaña por Donald Trump. ¿Saldrán beneficiadas?

R. Eso espero. El presidente Obama siempre ha hablado mucho de la importancia de mejorar las infraestructuras de EEUU. Fue difícil encontrar la financiación para hacerlo y esperemos que el presidente Trump encuentre la manera de llevar su agenda adelante en este sentido. Beneficiaría a muchas empresas españolas que, además, dan trabajo a muchos estadounidenses.

"Nos aseguraremos de que la Administración Trump entienda la necesidad y la importancia de las bases de EEUU en España"

P. Existe cierta preocupación en algunos pueblos de España por la idea de Trump de rebajar la participación de EEUU en la OTAN. ¿Cree que bases como las de Rota o Morón podrían perder importancia? ¿Podrían retirarse tropas, por ejemplo?

R. Rota y Morón son estratégicas para nosotros. Tenemos a miles de efectivos viviendo en la base con sus familias. Son parte de la OTAN y están ahí para proteger a los aliados ante cualquier amenaza. También tenemos cerca de 1.000 marines en Morón, destinados para proteger los intereses de Estados Unidos en África. Nos aseguraremos de que la Administración Trump entienda la necesidad y la importancia de esta alianza y los motivos por los que estas bases tienen soldados americanos aquí.

P. Sé que no quiere hacer comentarios sobre las promesas electorales de Trump, pero le tengo que preguntar al menos por el muro que pretende construir en la frontera con México. ¿Cree honestamente que tiene algún sentido la idea?

R. No voy a hacer comentarios sobre ello. Creo que es algo que Trump dijo en su campaña y no estoy seguro de que vaya a llevarlo a cabo durante su presidencia. Lo único que diré es que nosotros nos dedicamos a crear puentes y relaciones. Levantar muros es justo lo contrario de lo que la política exterior aspira a conseguir. Es lo contrario a conectar a la gente para crear relaciones. No voy a especular sobre cuál será su política. Aunque nuestro objetivo, lo que Obama siempre persiguió, fue construir relaciones y amistades.

P. ¿Y qué es lo que más va a echar de menos cuando se vaya de España?

R. Muchas cosas. Es un país que conocía antes de mi llegada y con el que he acabado sintiéndome muy cercano. Ha sido uno de los mayores privilegios de mi vida. Estoy orgulloso de mi equipo y seguiré impulsando esta relación allá donde continúe mi carrera.

En cierta manera, James Costos encarna todo aquello contra lo que Donald Trump cargó en la campaña que le ha llevado hasta la Casa Blanca. Amigo personal de Barack Obama, hombre sofisticado, proveniente de la industria cultural, defensor del comercio internacional y la globalización, con ideas progresistas en lo social... Solo hay que comparar la decoración de su despacho con la de los hoteles del magnate o con la Trump Tower de Nueva York para entender que provienen de dos Américas distantes y enfrentadas.

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