Las movilizaciones sociales de UGT y CCOO acercan de nuevo a Ciudadanos y PP

Este jueves, comienzan en todas las comunidades autónomas las movilizaciones sociales del nuevo mandato liderado por Mariano Rajoy, que salió reelegido presidente el pasado 30 de octubre y constituyó a su Ejecutivo una semana después. Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Pepe Álvarez, anunciaron apenas un mes más tarde un calendario de concentraciones y manifestaciones ante los "límites" al diálogo social, poniendo negro sobre blanco su profundo desacuerdo con los primeros pasos dados por el Gobierno en minoría. Las movilizaciones, apoyadas abiertamente por PSOE y Podemos, no contarán con el respaldo de Ciudadanos, que, en este sentido, permanece alineado con el PP e insiste en que su papel está enmarcado únicamente en la negociación parlamentaria.

La reunión mantenida entre los principales responsables sindicales del país con Albert Rivera este lunes puso de manifiesto la escasa afinidad que existe entre ambos. En el partido de centro, insisten en que hay puntos comunes con las organizaciones para acabar con el fraude o con los privilegios fiscales, pero desde el punto de vista de la movilización, los de centro no apoyarán la lucha social. "Lo que toca es sentarse a una mesa, negociar con el Gobierno para hacer las cosas mejor, de mayor calidad y teniendo en cuenta a los agentes sociales. Esperamos que el Ministerio de Empleo mueva ficha", sostuvo el propio líder de Ciudadanos en la sede del partido tras su encuentro con CCOO y UGT.

La visión de los sindicatos es similar. Sus portavoces insistieron en la importancia de la opinión de Ciudadanos, teniendo en cuenta que "es el socio preferente del Gobierno", aunque los últimos acuerdos de gran calado, como la subida del 8% del salario mínimo interprofesional (SMI) —"claramente insuficiente" a su juicio—, fueron acordados con el Partido Socialista. Precisamente el PSOE ya anunció explícitamente su apoyo en las calles de cara a las concentraciones del jueves y a la gran manifestación prevista para el domingo en Madrid. La estrategia parlamentaria iniciada hace unas semanas, tomando la bandera de la 'oposición útil' y condicionando al Gobierno en políticas esenciales (déficit del 0,6% para las CCAA, subida del SMI, modificación en la regla de gasto), tiene también en el punto de mira recuperar su histórico papel de lucha social en mitad de su "ofensiva" por los derechos sociales y laborales, recuperando el espacio perdido en beneficio de Podemos.

Precisamente el grupo encabezado por Pablo Iglesias auguró en más de una ocasión el inicio de un ciclo de movilizaciones "desde abajo" tras la reelección de un Gobierno del PP al frente del país. Dirigentes de la formación morada ya advirtieron de su apoyo absoluto a los sindicatos. En este sentido, la separación de los cuatro partidos políticos nacionales en dos bloques resulta evidente. En el caso de Ciudadanos, Rivera insistió mucho en "respetar" las decisiones personales de participar en movilizaciones, pero cerró la puerta a que los miembros de su formación lo hagan, alegando que les corresponde estar en el Parlamento.

El encuentro mantenido con Comisiones y UGT en la sede de Ciudadanos tuvo una conclusión común: que esta es la legislatura en la que han de abordarse los debates necesarios para cambiar el marco laboral y terminar con el principal problema para los españoles, según el CIS, que es el paro. "Este Gobierno es conformista y lo demuestra al contentarse con un 20% de paro y más del 40% en el caso juvenil", aseguró Rivera. Las fórmulas propuestas por el partido naranja se fundamentan en el contrato único y el complemento salarial, medidas que no cuentan con el beneplácito sindical.

En realidad, los sindicatos reprochan a Ciudadanos no cuestionar las políticas de austeridad aplicadas por el Gobierno de Rajoy en los últimos cuatro años, como demuestra su negativa a derogar la reforma laboral y su apuesta por modificarla. En todo caso, el acuerdo pactado entre el PP y Ciudadanos, que permitió dar luz verde a la investidura de Rajoy, contemplaba un amplio paquete de medidas referido al ámbito laboral, acordando, entre otras cosas, reducir a tres las modalidades de contrato de trabajo y un complemento salarial para las rentas más bajas.

Precisamente en el pleno del Congreso de esta tarde, el grupo parlamentario socialista defenderá una proposición no de ley sobre la derogación de la reforma laboral y la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.