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El francotirador también tuvo en su diana a la plantilla del Madrid y a Florentino Pérez
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El francotirador también tuvo en su diana a la plantilla del Madrid y a Florentino Pérez

Santiago Sánchez grabó con la mira de su rifle a las estrellas y al presidente del club blanco desde el interior de una furgoneta aparcada en los accesos de Valdebebas

Foto: Florentino Pérez, y Cristiano Ronaldo y Marcelo, fotografiados por Sánchez Ramírez. (EC)
Florentino Pérez, y Cristiano Ronaldo y Marcelo, fotografiados por Sánchez Ramírez. (EC)

Santiago Sánchez Ramírez no solo estaba obsesionado con demostrar los supuestos fallos de seguridad de la familia real y el Gobierno perpetrando simulacros de atentado. También apuntó con sus armas a las estrellas del Real Madrid y al presidente del club, Florentino Pérez, para poner a prueba las medidas de protección del club blanco. La seguridad del Real Madrid fue precisamente la que alertó a la Policía Nacional de que un individuo se había puesto en contacto con ellos para facilitarles imágenes que interpretaron en clave amenazante. En ellas aparecían Cristiano Ronaldo, Bale, Isco, Marcelo, Sergio Ramos y Karim Benzema, entre otros. El autor resultó ser Sánchez Ramírez, un rotulador de vehículos en paro de Torrejón de Velasco (Madrid) que el pasado martes fue juzgado en la Audiencia Nacional por un delito de depósito de armas de guerra y otro de tenencia de armas de fuego. La Fiscalía pide para él nueve años de cárcel.

placeholder En primer plano, el delantero del Real Madrid, Karim Benzema, en el punto de mira del francotirador. (EC)
En primer plano, el delantero del Real Madrid, Karim Benzema, en el punto de mira del francotirador. (EC)

Las fotografías que Sánchez Ramírez hizo a los jugadores están incorporadas al sumario, al que ha tenido acceso El Confidencial. La mayoría fueron tomadas a la salida de la ciudad deportiva de Valdebebas, el lugar de entrenamiento del equipo merengue. En una de las fotos, aparece en primer plano el propio francotirador junto a Arbeloa mientras este firma autógrafos en el interior de su vehículo. En otra imagen, se aprecia a Marcelo en el asiento del copiloto de otro coche. También hay un primer plano de Benzema sonriendo a la cámara y otro de Sergio Ramos posando con aficionados. En otras capturas, aparecen Carlo Ancelotti y Florentino Pérez a los mandos de su coche.

Con esas imágenes, Sánchez Ramírez pretendía demostrar que cualquier potencial atacante podía acercarse a las estrellas del equipo, como había hecho él mismo, y poner en riesgo su integridad. Pero las fotografías que desataron la alarma en las altas esferas del Real Madrid y provocaron que el club avisara a la Policía Nacional de las maniobras del acusado fueron otras realizadas en las que los jugadores y directivos de la casa blanca habían sido fotografiados a través de la mira telescópica de un rifle.

En efecto, en los registros que realizó la brigada provincial de información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid cuando detuvo al supuesto francotirador, el 30 de julio de 2014, los agentes encontraron varios discos duros y ordenadores con imágenes tomadas con el visor de un arma larga, aparentemente, desde el interior de una furgoneta aparcada en los accesos de la ciudad deportiva de Valdebebas. Algunas de ellas ya habían sido colgadas por el propio autor en redes sociales como Twitter y Youtube. La téorica diana del rifle se detiene sobre los vehículos de los jugadores y directivos del club. En un grupo de imágenes, el objetivo se coloca directamente sobre la zona del conductor.

El propio acusado reconoció a El Confidencial la autoría de los vídeos y fotografías. “Yo he matado a Cristiano Ronaldo y a Florentino Pérez”, aseguró. “Y he demostrado que hay grandes fallos de seguridad. Para los jugadores y para los aficionados”. Afirmó que no buscaba provocar ningún daño, sino advertir a los mandatarios del club de que cualquier terrorista podía burlar los controles de Valdebebas y cometer un secuestro, por ejemplo, en tiempo récord.

Declaración de Santiago Sánchez Ramírez en la Audiencia Nacional

Como consta en el sumario, la advertencia del club blanco provocó que se terminara descubriendo que Sánchez Ramírez llevaba al menos dos años haciendo simulacros de atentados contra Juan Carlos I, Felipe VI, la reina Sofía, la reina Letizia, la infanta Leonor, Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar, entre otras personalidades. “En fechas recientes, los servicios de seguridad privada del Real Madrid hicieron llegar, a través del señor coordinador de seguridad [del club], a esta brigada su preocupación tras haber recibido un correo electrónico de una persona que se identificaba como Santiago Sánchez, en el que les expone textualmente: 'Buenos días, disponemos de imágenes bastante comprometidas sobre fallos de seguridad en Valdebebas que comprometen la seguridad de la plantilla del Real Madrid e incluso del propio Florentino. Hemos intentado entregarlas sin éxito. Estamos en la puerta 44. Asunto muy serio (…)'. Tras ello, los responsables de seguridad del club se entrevistaron con esta persona”, refleja el atestado policial, “manifestándoles este que se dedica a buscar los fallos en la seguridad que tiene esta ciudad”.

Un segundo correo de Sánchez Ramírez en el que este supuestamente anunciaba su intención de divulgar las imágenes y también advertía de que había grabado a los jugadores del Real Madrid circulando a gran velocidad con sus coches, poniendo en riesgo a los seguidores del club, llevó al departamento de seguridad del equipo a concluir que, en realidad, estaban siendo víctimas de una extorsión. Por ese motivo, la investigación de la Policía Nacional arrancó contemplando la posibilidad de que el francotirador hubiera cometido un delito de amenazas contra el Real Madrid, como consta en los atestados iniciales.

Sin embargo, las pesquisas se centraron rápidamente en determinar si, como captaron otros vídeos intervenidos en el domicilio de Sánchez Ramírez, este efectivamente había alquilado habitaciones en los hoteles Palace y Villa Real de Madrid para apuntar con su mira telescópica a las más altas autoridades del Estado durante los desfiles militares del 12 de octubre de 2012 y 2013 y, también, en los actos de proclamación de Felipe VI, el 19 de junio de 2014. “Observados los vídeos descritos anteriormente y las fechas y lugares de hospedaje reflejados, se puede determinar que dichas grabaciones son reales”, concluyeron los investigadores.

Algunas de las armas de Santiago Sánchez Ramírez. (EC)Sánchez Ramírez reconoció los hechos a este diario el jueves pero insistió en solo quería contribuir a mejorar la seguridad del Estado. “He hecho más de 300 simulacros de asesinato siempre con ese objetivo”, asegura a este diario, que lo entrevistó este jueves en Torrejón de Velasco (Madrid), el municipio en el que reside. “En el acto de proclamación, salí de mi casa el día antes, el 18 de junio. Llegué al hotel como una persona normal y corriente. Como Pedro por su casa. Reservé una habitación que daba al Congreso en la que sabía que tendría ángulo [de tiro] y la pagué en efectivo”, contó el acusado a El Confidencial. “Las armas las llevaba en una maleta. Eran completamente reales. Y pasé con ellas por todos los controles policiales, solo tuve que enseñar mi DNI y decir que iba al hotel. Ya está. Nadie me dijo nada. Estuve allí toda la noche y todo el día. Y nadie me dijo nada”.

Este martes fue juzgado en la Audiencia Nacional por un presunto delito de tenencia de armas de guerra y otro de armas de fuego. La Fiscalía asegura que habría manipulado un cetme del Ejército para convertirlo en un arma automática, capaz de disparar ráfagas, algo que Sánchez Ramírez niega.

Santiago Sánchez Ramírez no solo estaba obsesionado con demostrar los supuestos fallos de seguridad de la familia real y el Gobierno perpetrando simulacros de atentado. También apuntó con sus armas a las estrellas del Real Madrid y al presidente del club, Florentino Pérez, para poner a prueba las medidas de protección del club blanco. La seguridad del Real Madrid fue precisamente la que alertó a la Policía Nacional de que un individuo se había puesto en contacto con ellos para facilitarles imágenes que interpretaron en clave amenazante. En ellas aparecían Cristiano Ronaldo, Bale, Isco, Marcelo, Sergio Ramos y Karim Benzema, entre otros. El autor resultó ser Sánchez Ramírez, un rotulador de vehículos en paro de Torrejón de Velasco (Madrid) que el pasado martes fue juzgado en la Audiencia Nacional por un delito de depósito de armas de guerra y otro de tenencia de armas de fuego. La Fiscalía pide para él nueve años de cárcel.

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