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La UCO brilla en el drama: resuelve el crimen de Pioz en dos semanas y la traba diplomática
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la causa se llevará en españa

La UCO brilla en el drama: resuelve el crimen de Pioz en dos semanas y la traba diplomática

Los agentes de la unidad especial de la Guardia Civil recondujeron el caso en junto al fiscal y al juez cuando todo apuntaba a un la puesta en marcha de un nuevo proceso penal el Brasil

Foto: El presunto asesino de pioz llega ayer a la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara. (EFE)
El presunto asesino de pioz llega ayer a la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara. (EFE)

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han dado una lección de investigación, entrega y pasión por su trabajo. El cuadruple crimen de Pioz conmocionó a toda España cuando el pasado 18 de septiembre varios miembros de la Comandancia de Guadalajara entraron en la casa de la urbanización de La Arboleda y descubrieron la desoladora estampa: cuatro cadáveres descuartizados metidos en bolsas precintadas. El hedor había provocado que los vecinos alertaran a la Guardia Civil y ésta se encontró a toda una familia hecha literalmente pedazos.

[Cronología del asesinato de Pioz: hipótesis y confesión del presunto autor del crimen]

El panorama era un auténtico reto para los investigadores y no solo por el alcance del dramático suceso -padre, madre y dos niños pequeños asesinados-, sino también porque los cuerpos llevaban aproximademente un mes muertos y esta circunstancia apuntaba a convertirse en una dificultad añadida que presumiblemente complicaría la localización del autor. Los agentes de la UCO, sin embargo, asumieron el desafío desde la profesionalidad y comenzaron a trabajar.

La casa había quedado muy limpia, por lo que resultaría difícil sacar algo en claro. Aun así, los especialistas en criminalística analizaron la vivienda. La urbanización no tenía cámaras de vídeo conectadas, por lo que tampoco por esa vía sería sencillo encontrar pistas. Los coches podían entrar casi sin control por los accesos casi siempre abiertos a la urbanización. Los testimonios de los vecinos, la identificación de los cadáveres, el hallazgo de sus familiares y otros elementos permitieron a los agentes averiguar que la familia no estaba conformada por cuatro miembros, sino por cinco.

Además de los asesinados Marcos Camos Nogueira, Janaína Santos Américo y los dos hijos (de uno y cuatro años) de amos, convivía con ellos el sobrino del primero, Patrick Nogueira, a quien la Guardia Civil trató de localizar sin éxito durante los primeros días de pesquisas. La desaparición del chico de 19 años y, sobre todo, el hecho de que éste no hubiera denunciado en ningún momento la muerte de sus familiares, que llevaban casi un mes fallecidos, hicieron sospechar a los agentes, que se quedaron aún más atónitos cuando descubieron que Patrick tenía un billete de vuelta a Brasil para noviembre que había adelantado solo un día después de que los miembros del instituto armado descubrieran el asesinato múltiple con el fin de abandonar el país al día siguiente.

Una vez que los agentes detectaron que el principal sospechoso se encontraba fuera de España, comenzaron a hacer gestiones policiales, judiciales y personales con el fin de tratar de localizar y traer de vuelta al presunto asesino múltiple. Al mismo tiempo, los investigadores seguían rastreando la casa, tomando testimonios a familiares y amigos e indagando en todo tipo de aspectos que facilitaran más información y corroboraran la línea iniciada. Y todo apuntaba en el mismo sentido.

Caso resuelto

En apenas dos semanas, como explicó el comandante Reina, responsable de las pesquisas, durante la rueda de prensa que ofreció en Guadalajara, los investigadores ya tenían indicios suficientes para acusar a Patrick Nogueira del asesinato de sus familiares. Los agentes no tenían "ninguna duda" de que era el autor de los hechos y daban por resuelto el caso a falta de confirmar elementos secundarios como el móvil del crimen o el arma con la que se perpetró la masacre, incógnitas sobre las que los responsables de las pesquisas tenían hipótesis más o menos sustentadas, pero no totalmente contrastadas.

No lograba avanzar, sin embargo, el desafío de la gestión diplomática. Los ciudadanos brasileños no son extraditables por imperativo constitucional y ante eso no había nada que hacer. El sospechoso había huido a su país y allí se encontraba refugiado, escondido de la Guardia Civil en el santuario carioca. Las autoridades policiales y judiciales españolas tan solo podían confiar en sus homólogos brasileños y esperar a que éstos iniciaran un proceso penal que llevara a juzgar al acusado en su país de origen. Los investigadores se ofrecieron incluso a acudir a Brasil a colaborar en las pesquisas.

Cuando todo parecía que el Juzgado número 1 de Guadalajara traspasaría la causa a Brasil y remitiría allí las actuaciones, sin embargo, volvió a dar un vuelco el caso. Los agentes de la UCO no se habían resignado a que su investigación se perdiera en el desconocido mundo carioca y habían seguido trabajando para evitar que la causa cruzara el charco. En una labor soterrada, los funcionarios de la Guardia Civil junto a la Fiscalía y el Juzgado entraron en conversaciones con el abogado del sospechoso con el fin de convencerla de que era mejor para su cliente que le juzgaran en España.

Tanto el sistema judicial brasileño como las prisiones de aquel país distan mucho de albergar las garantías procesales y de bienestar que tiene la judicatura y los centros penitenciarios españoles y esto lo sabía la defensa de Patrick Nogueira, quien no tardó en convencerse de que lo mejor para él sería regresar a España cuanto antes, ya que de lo contrario daría comienzo el proceso penal en Brasil y entonces no había vuelta atrás.

Negociación coordinada con juez y fiscal

El presunto descuartizador de Pioz se subió voluntariamente a un avión con destino a Madrid y avisó a la Guardia Civil de que se dirigía a la capital de España cuando ya se había montado en el aparato. Los agentes activaron entonces un dispositivo con el fin de esperar al sospechoso en el aeropuerto de Barajas y así lo hicieron. En cuanto el joven aterrizó, un equipo de miembros de la UCO le esperaba a las puertas del avión para ponerle los grilletes. El recién llegado fue conducido hasta dependencias de la Guardia Civil en el aeródromo con el fin de abrirle una ficha y tomarle testimonio. Luego fue trasladado a la Comandancia de Guadalajara, donde comparecería al día siguiente ante el Juzgado número 1 de la ciudad.

Antes de declarar, cosa que estaba previsto que ocurriera el pasado viernes a las 16 horas, el sospechoso -que cumple ya prisión provisional en el centro penitenciario de Alcalá Meco- se derrumbó y confesó el crimen ante los agentes de la Guardia Civil. Luego, en el Juzgado, volvió a admitir que él había sido el autor de la masacre. Discrepó, sin embargo, en sede jdicial de la forma en que cometió los asesinatos en relación a la que le apuntaban los investigadores, quienes aseguaron en rueda de prensa que la matanza se cometió de forma secuencial. Durante cinco horas, el presunto descuartizador compareció ante el Juzgado, que seguirá instruyendo la causa.

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han dado una lección de investigación, entrega y pasión por su trabajo. El cuadruple crimen de Pioz conmocionó a toda España cuando el pasado 18 de septiembre varios miembros de la Comandancia de Guadalajara entraron en la casa de la urbanización de La Arboleda y descubrieron la desoladora estampa: cuatro cadáveres descuartizados metidos en bolsas precintadas. El hedor había provocado que los vecinos alertaran a la Guardia Civil y ésta se encontró a toda una familia hecha literalmente pedazos.

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