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El Rey evita interferir en el desenlace de la investidura ante el inminente comité federal
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NI UNA REFERENCIA A LA NECESIDAD DE CONSENSO Y DIÁLOGO

El Rey evita interferir en el desenlace de la investidura ante el inminente comité federal

Felipe VI enarboló un discurso completamente apolítico sin una sola referencia, como en anteriores ocasiones este año, a la necesidad de diálogo y consenso entre las fuerzas políticas

Foto: Los Reyes Felipe y Letizia a su llegada al Teatro Campoamor en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias. (Reuters)
Los Reyes Felipe y Letizia a su llegada al Teatro Campoamor en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias. (Reuters)

La ausencia de alusiones a la situación política en España y especialmente a la recta final en el bloqueo político -que empezará a solventarse mañana si el PSOE confirma la abstención- en el discurso de Felipe VI durante la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias no fue casual. El Rey optó por no interferir de ninguna de las maneras ante el inminente debate interno que tendrá lugar este domingo en Ferraz, evitando referencias que, sin embargo, han ido ocupando un sitio en sus últimos discursos con expresiones muy elocuentes como "sentido de deber", "compromiso", "consenso" o "diálogo".

En esta ocasión, sin embargo, cuando faltaban algo más de 24 horas para que comience el comité federal socialista, don Felipe centró sus palabras en un emotivo reconocimiento a los premiados, "habéis sido la representación más alta y brillante de ese afán por hacernos mejores personas" y al sentido mismo de los premios, que "nacieron como afirmación cívica de la cultura frente a la ignorancia".

Precisamente fue Javier Fernández, presidente del Principado de Asturias y de la gestora del PSOE, quien desde el jueves acompañó a los Reyes en unos galardones que alcanzaron este año su XXXVI edición y que culminaron con la tradicional ceremonia en el Teatro Campoamor con la presencia de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, y la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo. Otros dirigentes nacionales como Albert Rivera también formaron parte de la lista de asistentes como también la reina emérita, doña Sofía.

Por primera vez en muchos meses, el Rey hizo su intervención obviando cualquier advertencia que pudiera ser interpretada como mecanismo de presión, fiel a su prudencia en momentos cruciales como el que vivirán los integrantes del Partido Socialista en pocas horas. La última 'advertencia' del monarca llegó a principios de septiembre cuando, tras decidir no abrir una nueva ronda de contactos con las fuerzas parlamentaria después de que Mariano Rajoy fracasara en la investidura, dio un paso más recordando que la pluralidad emanada en las urnas -primero en diciembre y después en junio- conlleva una nueva forma de ejercer política "basada en el diálogo, la concertación y el compromiso".

Pocos días después, durante su intervención en la apertura del debate general del 71º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Felipe VI reconocía la "coyuntura compleja" que atravesaba España instando a los políticos ante grandes personalidades institucionales del mundo a superarla "con diálogo". Un discurso tranquilizador que sumó un nuevo gesto inédito por parte del monarca.

La compleja etapa de constante periodo electoral comenzó el pasado diciembre cuando los españoles acudieron a la primera convocatoria de elecciones generales. Solo cuatro días más tarde el Rey pronunciaba sus tradicionales palabras de Nochebuena en uno de los discursos -junto al de los Premios Princesa de Asturias- más personales y significativos para el monarca. Entonces, ya abordó en su mensaje la realidad que dejó el 20-D sin entrar en el debate político, pero recordando "la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso, con la finalidad de tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos".

Serán los próximos lunes y martes cuando el Rey reciba a todos los portavoces parlamentarios en el Palacio de la Zarzuela, ronda de audiencias que finalizará el martes a las tres y media de la tarde con el encuentro de Rajoy. La decisión por la que opte el comité federal del PSOE será la que comunique Javier Fernández al monarca el próximo martes también y si el guion se cumple y los socialistas garantizan suficientes abstenciones para que el candidato del PP resulte investido, Felipe VI hará de nuevo la propuesta.

La mayor preocupación del monarca se centraba en una tercera repetición de elecciones por el desgaste tremendo que tendría en la sociedad española. Y más allá del coste que el bloqueo político e institucional actual ha tenido y tiene para la sociedad, la propia Jefatura del Estado necesita con Felipe VI al frente resolver la situación cuando apenas se han cumplido dos años de su reinado, y casi uno de ellos con un Gobierno en funciones. Sin duda, se trata del mayor desafío que ha enfrentado, entre otras cosas, por la falta de antecedentes.

La ausencia de alusiones a la situación política en España y especialmente a la recta final en el bloqueo político -que empezará a solventarse mañana si el PSOE confirma la abstención- en el discurso de Felipe VI durante la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias no fue casual. El Rey optó por no interferir de ninguna de las maneras ante el inminente debate interno que tendrá lugar este domingo en Ferraz, evitando referencias que, sin embargo, han ido ocupando un sitio en sus últimos discursos con expresiones muy elocuentes como "sentido de deber", "compromiso", "consenso" o "diálogo".

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