Triunfan las tesis de Pablo Iglesias: Podemos vuelve a las calles
El partido convoca manifestaciones contra la pobreza energética con el trasfondo de volver a movilizar la calle, tras la petición del secretario general de hacer una huelga general si gobierna el PP
Podemos se declara heredero del ciclo de movilizaciones protagonizadas por el movimiento 15-M, y tras agotarse el ciclo electoral, el de la guerra de movimientos —como lo ha denominado Pablo Iglesias—, toca reconvertirse en un “ejército regular” volviendo a tomar las calles y reimpulsando la movilización social. Al menos esta es la estrategia que defiende el secretario general, teniendo “una pata en las instituciones, pero la otra, los dos brazos y la cabeza en la calle” y que ya se ha puesto en marcha. El primer ensayo se produjo el pasado sábado, sumando las siglas de Podemos a las organizaciones que se movilizaron contra los tratados de libre comercio, TTIP (entre la UE y EEUU) y CETA (entre la UE y Canadá). Un día antes, el secretario general ya advirtió que Podemos debía estar preparado si las organizaciones sindicales convocan una huelga general para que "sea distinta".
La primera prueba de fuego para visibilizar la oposición en la calle será este lunes, coincidiendo con el día mundial de la pobreza. Bajo el lema 'Nadie sin luz', Podemos ha convocado manifestaciones y concentraciones en una treintena de ciudades. Pablo Iglesias se sumará al cortejo en Madrid, en una acción reivindicativa y descentralizada que tiene como objetivo visibilizar las propuestas del partido para atajar la pobreza energética, y como trasfondo, volver a conectar con la calle. Podemos se propone así servir como ariete para reimpulsar un “movimiento popular” que case con la propuesta, defendida por el sector pablista de cara a su próxima asamblea ciudadana estatal, prevista para el próximo año, de reconvertir la organización en un movimiento-partido que supere las jerarquías e inercias institucionalizadoras de los partidos clásicos.
El dilema entre calles e instituciones, calificado como “falso debate” por algunos dirigentes y defendido por otros, simplifica la discusión estratégica en el seno de Podemos. Al igual que las etiquetas de moderados (o transversales) y radicales, o la contraposición entre tratar de “parecerse a la sociedad o cambiarla”, visibilizan a grandes rasgos los dos modelos de Podemos en disputa que determinarán la hoja de ruta del partido para los próximos años, en un más que probable contexto de Gobierno popular en minoría, en el que Podemos luchará por arrogarse el título de líder de la oposición. Una oposición que para los afines a Iglesias debe tener la calle como principal protagonista.
Volver a tensionar la calle es una prioridad, como se desprende de los últimos discursos de Pablo Iglesias, como el del pasado viernes en Mérida, precisamente en el marco de presentación de la iniciativa Vamos!, donde explicó que ante la posibilidad de convocar una huelga general si Mariano Rajoy accedía al Gobierno "el desafío que asumo como secretario general de un partido que no quiere ser un partido, sino un instrumento del movimiento popular, es que en la primera huelga general en la que salga el jugador morado se note la diferencia".
Iglesias: "El desafío que asumo como secretario general es que en la primera huelga general en la que salga el jugador morado se note la diferencia"
Pablo Iglesias ya desgranó parte de su nueva hoja de ruta en encuentro con los círculos en Madrid, en la que anteponiendo las calles a las instituciones, justificó que "somos los hijos del 15-M" y "hay que estar con la gente". En consonancia con esta estrategia y enviando un mensaje a la interna, en el contexto de proceso asambleario en varias comunidades incluida Madrid, mostró su deseo por que “los futuros cuadros de Podemos vengan de los movimientos sociales".
Como carta de presentación de la iniciativa Vamos! que sirve como marco para encuadrar la agenda de protestas sociales, y que está vinculada directamente con la secretaría general y de sociedad civil, que dirige Rafa Mayoral, muy cercano a Pablo Iglesias, se defiende que "es imprescindible que empecemos a llenar de hechos concretos nuestro discurso de cambio y esperanza, demostrando que tanto en las instituciones como en los barrios somos la herramienta más útil para la mayoría social. Por ello, lanzamos Vamos! como iniciativa que se propone desplegar a pie de calle, en cada barrio y en cada pueblo, espacios de participación y acción colectiva que respondan a las necesidades de la gente y de los territorios”.
La vía Errejón
La filosofía que pretende poner en marcha esta nueva herramienta de Podemos condensa la nueva estrategia liderada por Iglesias, al recoger el testigo de las movilizaciones pasadas, pues “cuando el cambio no lo hace la institución, lo hace el pueblo”. Todo ello, según concluye el texto con el que se presentó la iniciativa, “poniendo el acento en el empoderamiento y el protagonismo popular". "Tenemos la oportunidad de hacer de la fraternidad popular una institución social que tienda la mano a los que más lo necesitan. 'Donde existe una necesidad nace un derecho' y allí donde se vulneren derechos estaremos para que su cumplimiento se convierta en una realidad para todas y todos".
"Para construir movimiento popular se trata de ser capaces de poner nuestros recursos al servicio de la generación de tejido comunitario e identidad popular"
El número dos del partido, Íñigo Errejón, niega, en contraposición a Iglesias, que exista contradicción entre instituciones y calle. Más bien, según su aportación a este debate en el último consejo ciudadano estatal de Podemos, existe “una tensión creativa que nos permita ser fuerza de resistencia pero también fuerza de futuro”. Esto es, "que para construir movimiento popular no se trata de recuperar la clásica fórmula 'partido al servicio de los movimientos sociales', sino de ser capaces de poner nuestros recursos al servicio de la generación de tejido comunitario e identidad popular [el famoso 'construir pueblo'] en todos los terrenos de la vida cotidiana”. El secretario político no acompañará a Iglesias en la concentración, sino que dictará a esa misma hora una conferencia en Barcelona con el título 'los radicalismos políticos y populismos en Europa'.
El trabajo del partido, por tanto, debe desarrollarse a partes iguales en la esfera cultural, social e institucional, según defiende el secretario político. De momento, la estrategia de la calle va tomando forma en una coyuntura en la que se vislumbra la investidura de Mariano Rajoy, cuando la tensión social ha caído a niveles previos a la crisis.
Podemos se declara heredero del ciclo de movilizaciones protagonizadas por el movimiento 15-M, y tras agotarse el ciclo electoral, el de la guerra de movimientos —como lo ha denominado Pablo Iglesias—, toca reconvertirse en un “ejército regular” volviendo a tomar las calles y reimpulsando la movilización social. Al menos esta es la estrategia que defiende el secretario general, teniendo “una pata en las instituciones, pero la otra, los dos brazos y la cabeza en la calle” y que ya se ha puesto en marcha. El primer ensayo se produjo el pasado sábado, sumando las siglas de Podemos a las organizaciones que se movilizaron contra los tratados de libre comercio, TTIP (entre la UE y EEUU) y CETA (entre la UE y Canadá). Un día antes, el secretario general ya advirtió que Podemos debía estar preparado si las organizaciones sindicales convocan una huelga general para que "sea distinta".