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Policías del caso Emperador: "No necesito entradas del Bernabéu, tengo las que quiero"
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la pieza de funcionarios, al descubierto

Policías del caso Emperador: "No necesito entradas del Bernabéu, tengo las que quiero"

Los ocho acusados en la pieza de funcionarios de la operación, la mayoría de ellos policías, niegan haber recibido dádivas a cambio de favores y de información

Foto: Los seis policías, el empleado público y el empresario chino acusados de recibir regalos de la red de Gao Ping. (EFE)
Los seis policías, el empleado público y el empresario chino acusados de recibir regalos de la red de Gao Ping. (EFE)

Los policías interrogados este jueves en el juicio de la pieza de funcionarios del caso Emperador han arremetido contra la investigación de la Unidad de Asuntos Internos y de la Fiscalía Anticorrupción, en la misma línea que denunció el que fuera instructor de la causa, el titular del Juzgado número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, cuando decretó en agosto de 2015 el archivo del procedimiento contra todos ellos, decisión que luego revocó la Sala de lo Penal del mismo tribunal. En sus declaraciones, los acusados han corregido algunos errores más o menos relevantes en los que —a su juicio— ha incurrido el escrito del Ministerio Público y han negado haber aceptado regalos a cambio de proporcionar información a la trama liderada por Gao Ping.

El exinspector de la Policía Federico Sánchez Frutos ha puntualizado que tanto Asuntos Internos como Anticorrupción le atribuyen una mujer que no es la suya. "Mi mujer no es la que dicen que es; dicen que es María del Carmen Gutiérrez Gutiérrez y esa no es mi mujer. Se llama Vicenta C. G.", ha indicado el agente, que ha dicho también que los investigadores no han tenido en cuenta los ingresos de su esposa para hacer un análisis de sus bienes. "El fiscal ha hecho trampas, porque los ingresos no vienen solo de mi trabajo, sino también del de mi mujer", ha sentenciado Sánchez Frutos, que dejó la Policía en agosto de 2007 para pasar primero a la empresa privada y ocupar más tarde una plaza en el Ministerio de Educación.

También ha negado que firmara un contrato privado para adquirir una nave supuestamente vinculada con la trama china liderada por Gao Ping, como le imputaba Anticorrupción. "Llevamos más de dos años pidiendo que el fiscal aporte ese contrato", ha señalado Sánchez Frutos, que ha calificado el trabajo de la Fiscalía como de un "copia y pega" del informe de Asuntos Internos. El funcionario ha admitido que conoció a Gao Ping de las reuniones de la asociación de bazares chinos a las que acudía en representanción de la Policía y a Yongping Wu Liu —colaborador del primero, según la Fiscalía— después de salir del cuerpo porque sus hijos coincidían con los suyos en el colegio chino.

"Mi mujer no es la que dicen que es"

Sánchez Frutos ha explicado que trató de convencer a Gao Ping y a otros comerciantes asiáticos de que se sacaran un seguro, porque en aquel momento los chinos se enfrentaban a los atracadores que asaltaban sus tiendas y había muchas muertes. "Tenéis una oportunidad de oro para convencer a vuestros socios de que no tienen que enfrentarse", trató de decirles el funcionario para que contrataran una póliza con la correduría que habitualmente trabaja con los sindicatos policiales. "Ese consejo se lo di yo a ellos y se lo doy a cualquiera", ha subrayado el inspector, quien negaba que finalmente los chinos contrataran el seguro y que él sacara rédito económico alguno de la proposición, como ha cuestionado la Fiscalía.

En relación a Yongping, Sánchez Frutos ha explicado que la relación entre ambos se limitó a jugar al ping pong. "Jamás he tenido un negocio con él; las partidas de ping pong que yo perdía, me tocaba pagarlas; no me perdonó ninguna", ha puntualizado el funcionario, quien ha explicado también que las 35 cuentas corrientes a las que se refiere asuntos internos son los mismos depósitos que han tenido diferentes numeraciones, que al final en realidad eran nueve y que pertenecían a sus hijos, a él y a su padre.

El excomisario jefe de la Brigada de Extranjería de Madrid Ángel Olmedo, por su parte, ha defendido que él aceptó ir tres veces a tres palcos diferentes del estadio Santiago Bernabéu invitado por Yongping porque, tras hablar con el jefe del grupo de investigación de Asia de su equipo, llegó a la conclusión que era de "interés policial" acompañarle para tener buenas relaciones con él, ya que era un empresario importante que conocía a mucha gente y era considerado un colaborador de la corporación. Olmedo ha argumentado que él puede ir al fútbol "cuando quiera", porque la Jefatura Superior de Policía tiene entradas para ver al Real Madrid todos los fines de semana.

"Yo voy al fútbol por mantener un colaborador", ha sentenciado el comisario, jubilado hace unos meses, quien ha admitido que tras varios encuentros la relación profesional con Yongping pasó a ser amistosa. "Yo le llamaba para felicitarle las navidades", ha añadido. Las entradas para los palcos que Yongping le proporcionaba a Olmedo, según han dicho ambos, se las daban al empresario otros amigos del ciudadano de origen chino.

En relación a la llamada que Yongping le hace a Olmedo para que este recibiera a su cuñada en la Brigada de Extranjería para tramitar un papeleo, el comisario ha explicado que se limitó a pedirle a uno de los responsables de su grupo que la atendiera. "Tenemos la obligación de atender a todos los extranjeros", ha dicho Olmedo, quien ha indicado que tras ponerla en contacto con el policía, se desentendió. Este último, ha dicho, le dio cita para que la mujer fuera otro día, como se hace con el resto de ciudadanos. La Fiscalía acusa a Olmedo de proporcionar un trato de favor a esta familiar de Yongping y de aceptar las entradas al Bernabéu como contrapartida a la buena actitud, extremo que el comisario niega frontalmente por los mencionados argumentos.

"Donde hay roce, hay cariño"

También rechaza las acusaciones el miembro de la Policía Judicial de la Comisaría de Fuenlabrada Óscar García Frade, quien ha explicado que cuando se produjeron los hechos, había un elevado número de robos violentos en la zona y que él mantenía contacto con Yongping porque era un empresario importante y colaboraba con los investigadores que trataban de esclarecer los atracos. "Él veía un coche extraño dando vueltas, por ejemplo, y nos lo decía", ha ejemplificado el acusado, que también ha admitido haber alcanzado una relación "de amistad" con el ciudadano chino. "Donde hay roce, hay cariño", ha confesado García Frade, señalado también por revelación de secretos.

"Yo no consulté ninguna base de datos porque estaba en mi casa", ha asegurado el funcionario antes de explicar que Yongping le llamó porque habían detenido a un socio suyo. "Yo llamé a comisaría como si fuera un familiar del detenido y me confirmaron que estaba arrestado y que era un asunto de una búsqueda", ha dicho García Frade, quien ha afirmado que hizo la gestión sin hacer uso de su condición de policía y solo porque el empresario no sabía bien castellano y quería saber si era un tema grande o pequeño para ver si iba a necesitar un abogado de oficio o uno particular. "A cualquiera que llame a comisaría le dan esa información", ha recalcado.

El policía municipal de Fuenlabrada Mario Selas, para quien Anticorrupción pide la pena máxima (siete años de prisión), ha incidido también en otro 'resbalón' de Asuntos Internos, que según el declarante confundió a Óscar García Frade con Óscar Fernández. Este último, ha dicho, es un amigo común entre Yongping y él. "No es este Óscar, como dice Asuntos Internos", ha incidido el interpelado, que ha negado ser policía cuando ocurren los hechos porque estaba como liberado sindical a tiempo total. "No dispongo de uniforme, arma, vehículo, placa, actas de denuncia ni nada de eso, porque te lo quitan todo cuando eres liberado sindical a tiempo total", ha señalado, para explicar que él no podía hacer gestiones policiales ante sus jefes ni de ningún tipo.

Ha argumentado además que, como sindicalista, tenía conflictos colectivos abiertos en muchos municipios, lo que no le proporcionaba precisamente buenas relaciones con los superiores. Respecto a las conversaciones interceptadas por Asuntos Internos en las que él le dice a Yongping que el Ayuntamiento va a cerrar 45 naves, el policía liberado ha dicho que él le daba largas y le mentía porque era "muy pesado" y quería saber si el consistorio iba a actuar contra su competencia. De hecho, los investigadores piden información a Urbanismo y detectan que no se cerró ninguna nave, ha argüido el declarante, quien ha agregado que todos los decretos de cierre los publica el ayuntamiento y se pueden consultar en la web municipal. "Es información pública", ha incidido Selas, a quien también acusa el Ministerio Público de adquirir unos 'pen drive' para el sindicato a una empresa de Yongping.

"Si un empresario me da mejor precio..."

A este último respecto, el liberado ha explicado que cada año su sindicato monta un congreso con magistrados de la Audiencia Provincial en el que entregan un obsequio a los jueces. "Ese año fue un 'pen drive' y pedí precios; primero me dijeron 3,40 euros, pero luego fui a comprarlos y costaban 12 euros; luego en compras del sindicato los vieron en Media Markt por 8,50 euros y los compraron allí", ha explicado el funcionario, quien también ha calificado su comportamiento como "ético" y "normal". "Si un empresario me da mejor precio...; además, no se los compramos a él, sino a otro almacén", ha sentenciado el declarante, a quien Asuntos Internos también intercepta conversaciones vinculadas a las entradas de fútbol.

En este último sentido, Selas ha explicado que lo que hacen los investigadores no es una transcripción, sino una interpretación. "La transcripción literal es 'conoces a alguien en el Calderón para ir al fútbol", ha matizado el liberado sindical para argumentar que él no estaba pidiendo entradas, sino abonos. "Yo he sido socio del Atleti durante 18 años y los abonos son transferibles, pueden usarlos tu hermano, tu hermana, un amigo; yo no le pido ninguna entrada, sino si conoce a alguien que tenga algún abono", ha dicho Selas, poco antes de que Yongping admitiera que no tenía contactos que le proporcionaran acceso al Calderón, sino solo al Santiago Bernabéu.

También ha declarado el que fuera jefe de prensa del Ayuntamiento de Coslada, Pablo García Lozano, que mantuvo dos llamadas telefónicas con Yongping en las que hablaban de acudir a los toros. "El comisario Rodríguez San Román —otro de los imputados— me dijo que tenía un conocido que le había preguntado por una licencia y que si me podía llamar; quería saber en qué estado estaba; me llamó dos veces y me preguntó que en qué estado estaba la licencia de la terraza del bar Pirata; como yo no tengo competencia en este tema, trasladé el interés a urbanismo, hablé con la concejala, que me contestó que estaba en tramitación", ha explicado el ex-responsable de comunicación del consistorio, quien también ha defendido que él es abonado a Las Ventas desde hace años. "No necesito entradas y nunca he ido a los toros con Gao Ping ni con San Román".

Este último, Patricio Rodríguez San Román, ha confirmado la versión de García Lozano y ha dicho que él no iba a los toros con el exjefe de prensa de Coslada porque no le gustan. Ha admitido que conoce a Yongping desde hace 12 años, que mantiene una relación de amistad con él y que fue él quien invitó al empresario chino al palco en el Bernabéu, no al revés, como aseguró Asuntos Internos. También negó haber recibido regalos de los chinos el policía del grupo de extranjeros de la Comisaría de Fuenlabrada Blas Donoso, también procesado en la causa. "No recibí ni un jamón ni un vino de Yongping", ha afirmado.

El empresario chino, por su parte, ha negado tener relación alguna con Gao Ping —a pesar de que Anticorrupción considera que ambos están asociados— y ha explicado que tiene amigos que le regalan entradas para el Bernabéu y que luego él a su vez se las daba a otros conocidos, como Olmedo, ha admitido su relación de amistad con algunos de los acusados y ha denunciado que durante la investigación una persona que se presentó como miembro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le ofreció "hablar mal" de los procesados y del comisario Carlos Salamanca -al que inicialmente se le vinculó con la supuesta trama, aunque luego fue archivada su causa- a cambio de "protección".

La declaración de los acusados ha protagonizado la segunda sesión del juicio contra estos funcionarios en el marco de una pieza separada del caso Emperador, que investiga aún la trama china liderada por Gao Ping. Las vistas se prolongarán durante las próximas dos semanas en la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional, presidida por el magistrado Fernando Grande Marlaska.

Los policías interrogados este jueves en el juicio de la pieza de funcionarios del caso Emperador han arremetido contra la investigación de la Unidad de Asuntos Internos y de la Fiscalía Anticorrupción, en la misma línea que denunció el que fuera instructor de la causa, el titular del Juzgado número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, cuando decretó en agosto de 2015 el archivo del procedimiento contra todos ellos, decisión que luego revocó la Sala de lo Penal del mismo tribunal. En sus declaraciones, los acusados han corregido algunos errores más o menos relevantes en los que —a su juicio— ha incurrido el escrito del Ministerio Público y han negado haber aceptado regalos a cambio de proporcionar información a la trama liderada por Gao Ping.

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