Diana Quer pudo irse en barco la noche de su desaparición

Las líneas de investigación se amplían. Cuando se cumple más de un mes desde la desaparición de Diana Quer, la salida por mar es una de las posibilidades que baraja la Policía Judicial de la Guardia Civil después de que la joven fuera vista por última vez en el paseo marítimo de O Areal de camino a casa, destino al que no llegó como se creía según las últimas pesquisas.

Según publica este miércoles 'La Voz de Galicia', los investigadores están analizando la lista de las embarcaciones que el día de la desaparición, y los días anteriores, atracaron en el puerto de la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal. Además, se está comprobando qué personas estuvieron en el club náutico por estas fechas. Precisamente el domingo 21 de agosto atracaron varias embarcaciones, entre ellas dos barcos con 10 personas a bordo, la mayoría de ellas de nacionalidad inglesa, coincidiendo con el último día de las fiestas del Carmen dos Pincheiros.

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El tránsito de embarcaciones el fin de semana de la desaparición fue elevado, ya que las condiciones meteorológicas eran buenas y, además, la localidad estaba en fiestas en pleno agosto, mes por excelencia de vacaciones estivales.

Precisamente en ese mismo puerto, el padre de Diana y Valeria Quer, Juan Carlos Quer, tiene un velero —'Vadic'— amarrado. Tras la desaparición, la embarcación fue uno de los primeros lugares que examinó la Guardia Civil en busca de alguna pista sobre el paradero de la joven. El barco, utilizado por la familia durante el matrimonio, está en venta desde hace un tiempo.

No llegó a casa la noche del 22 de agosto

Hasta ahora se creía que Diana Quer pasó por casa el pasado 22 de agosto, sin embargo, las últimas pesquisas de la UCO y del Grupo de Apoyo Técnico y Operativo, encargado de analizar el móvil de Diana, desvelan que no llegó a la casa familiar en la localidad coruñesa de A Pobra Do Caramiñal.

Atendiendo a la señal de su teléfono móvil, Diana abandonó el parque en el que se encontraba con sus amigos pasadas las 2:30 rumbo a la vivienda, donde debía de haber llegado 20 minutos después. Según el programa 'En el punto de mira', emitido este martes por la noche en Cuatro, antes de llegar se subió a un vehículo. Además, se sabe que desde el último mensaje de WhatsApp que envió Diana —en el que decía que se estaba "acojonando" porque un gitano la estaba llamando— hasta que su móvil deja de emitir señal, pasan 13 minutos y 53 segundos, espacio en el cual la joven no tuvo tiempo para ir a casa, cambiarse de ropa y llegar hasta el punto concreto en el que se pierde la señal.

Además, en la noche de la desaparición, finalmente Diana no llevaba un pantalón corto rosa y una camiseta blanca, sino unos 'shorts' de color blanco, error en el que cayó la madre, que desde el principio insistió en que su hija no pasó por la vivienda familiar aquella noche.

Valeria: su madre la maltrataba y llegaba ebria

Un mes después de que una jueza le retirara la custodia de Valeria, de 16 años, a Diana López-Pinel, 'La Voz de Galicia', publica que la menor fue "tajante al suplicar" a la jueza seguir viviendo con su padre, Juan Carlos Quer, aunque sin cortar la comunicación telefónica con su madre. Además, relató varios episodios de maltrato físico que hasta ese momento no había confesado "por miedo a las represalias" de su madre. Entre ellos, reveló "dos palizas" y muchas noches en las que su madre llegaba a casa de madrugada "en estado ebrio" y dejando a sus dos hijas "solas".

El punto álgido llegó en el mes de agosto de este año, cuando Valeria "se autolesionó hasta en tres ocasiones" y tuvo que acudir a urgencias, donde le practicaron tres lavados de estómago por la ingesta de ansiolíticos.