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Un mes sin Diana Quer: los investigadores pinchan en hueso a pesar de estar volcados
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el coche, última hipótesis de trabajo

Un mes sin Diana Quer: los investigadores pinchan en hueso a pesar de estar volcados

La Guardia Civil mantiene todas las líneas de investigación abiertas y continúa sin descartar ninguna hipótesis en un caso marcado por los conflictos familiares

Foto: Diana Quer, a la izquierda, y su hermana Valeria. (Facebook)
Diana Quer, a la izquierda, y su hermana Valeria. (Facebook)

La desaparición de Diana Quer López-Pinel el pasado 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal sigue siendo una incógnita. La Guardia Civil mantiene todas las líneas de investigación abiertas y, por el momento, no ha señalado a ningún sospechoso concreto. Un mes después de que a la joven madrileña de 18 años se le perdiera la pista tras regresar de las fiestas del pueblo a las dos y media de la madrugada, no existen indicios claros sobre lo que ocurrió aquella noche y, por lo tanto, sobre el paradero actual de la chica en el caso de que siga con vida.

La investigación dirigida por la Comandancia de A Coruña, con el apoyo de la Unidad Central Operativa y la Secretaría Técnica de Policía Judicial, ha ido explorando diferentes hipótesis con más o menos profundidad, pero siempre con el mismo éxito. Algunas han sido descartadas (salvo que aparezcan nuevos elementos de forma sorpresiva) por los responsables de las pesquisas, otras se mantienen vivas a pesar de haber topado con un callejón sin salida y las menos siguen avanzando a pasos extremadamente lentos.

Los agentes rechazaron ya los primeros días la posibilidad de que la joven —que pasaba los veranos en Galicia, pero residía durante el curso en Madrid— hubiera sido secuestrada. Nadie se había puesto en contacto con la familia para reclamarle cantidad alguna de dinero a cambio de su liberación y, por lo tanto, la hipótesis del rapto se tornaba poco probable. Así lo dijo, de hecho, el propio padre de Diana, Juan Carlos Quer, nueve días después de la desaparición de su hija. Ni esta opción ni el resto, sin embargo, serán descartadas plenamente por los investigadores hasta que esclarezcan definitivamente el caso.

Los agentes entienden que lo más probable es que la chica abandonara el hogar familiar voluntariamente. Tienen acreditado, por el testimonio de la madre, Diana López-Pinel, y por la ropa encontrada en el dormitorio de su hija, que la desaparecida pasó por casa tras estar en las fiestas del pueblo para cambiarse y volvió a la calle. Esto hace pensar a los investigadores que tuvo que salir de nuevo por voluntad propia, ya que nadie entra en la vivienda, se quita los pantalones y se pone otros forzado por otra persona.

La joven ya había abandonado el hogar familiar antes, por la mala relación que mantenía con sus padres, aunque nunca había pasado tanto tiempo fuera sin dar señales de vida. Esta hipótesis estaría apoyada por las frecuentes disputas entre padres e hijas —algunas muy violentas— narradas por amigos y vecinos, por los cambiantes testimonios de la madre y por el hecho de que el Juzgado número 2 de Ribeira le retirara a esta la custodia de su hija menor, Valeria, de 16 años, y la citara a declarar como imputada antes de derivar la causa a un juzgado de Pozuelo. Sin embargo, Diana apenas llevaba 20 euros en el bolsillo cuando se marchó a las fiestas y se dejó en casa las tarjetas de crédito y el DNI, incluso después de volver para cambiarse, elementos sin los que una persona no puede ir demasiado lejos y que debilitarían la tesis de que pensaba irse para mucho tiempo.

Por otra parte, que la huida inicial fuera voluntaria es compatible con que la joven posteriormente fuera retenida a la fuerza. La Guardia Civil no ha encontrado indicio alguno de violencia en la casa de la chica ni en las inmediaciones de la zona donde pudo desaparecer ni en ningún sitio, pero el hecho de que haya pasado ya un mes de la desaparición hace cada vez más probable la posibilidad de que Diana se marchara voluntariamente en un principio y luego pudiera haber sucedido algo que provocara su retención o incluso su muerte.

Los investigadores prefieren no pronunciarse sobre ese extremo aún, dado que no existen pruebas que apunten a esto, sino únicamente elementos que descartan otras probabilidades y hacen pensar en esta opción como la más viable. Los agentes ya han tomado declaración a todos los conocidos que tenía la chica vinculados con la delincuencia, unas amistades de las que el padre de Diana no tenía conocimiento, como admitió él mismo cuando fue informado por la Guardia Civil.

Los responsables de las pesquisas se entrevistaron con todo este entorno tanto en la zona de A Pobra do Caramiñal como en Pozuelo de Alarcón, donde vivía habitualmente Diana durante el curso escolar. Sin embargo, no sacaron nada en claro de estos testimonios, lo que les llevó a dar por agotada esta línea de investigación, que como en el caso del secuestro se mantiene en 'stand by' a la espera de que haya nuevos elementos que la 'despierten'.

En paralelo a estas actuaciones, y al margen del seguimiento de hipótesis alguna, la Guardia Civil ha estado analizando los repetidores de telefonía que dan servicio a los terminales de la zona donde se movió Diana el 22 de agosto, así como las cámaras de videovigilancia situadas en estaciones de autobuses y otros lugares. Gracias a este trabajo, los agentes han determinado que el celular de la chica se movió aquella madrugada a la velocidad de una persona que camina durante un rato y luego pasó a desplazarse de repetidor en repetidor como si en un momento dado se hubiera subido en un vehículo.

Los agentes interpretan —siempre con todas las reservas, ya que en ocasiones los repetidores dan servicio a móviles que no están necesariamente en su zona de actuación— que Diana pudo haberse montado en el coche o en la moto de alguien, hasta un momento concreto en el que se pierde la señal de su teléfono. Al contemplar todas las hipótesis, los investigadores tampoco descartan que fuera solo el terminal el que estuviera en un vehículo en movimiento. En cualquier caso, la teoría del automóvil ha provocado que la Guardia Civil revise a través de las cámaras los miles de matrículas de todos los coches, motos y camiones que transitaron por la zona en las horas que los responsables de las pesquisas han considerado conveniente.

Esta línea estaría apoyada por el testimonio de una persona que aseguró haber visto a Diana en un vehículo. La credibilidad de esta declaración es limitada, dado el elevadísimo número de ciudadanos que se han puesto en contacto con diferentes comandancias para contar que han observado a la chica en diferentes provincias españolas haciendo todo tipo de cosas, pero será tenida en cuenta en el caso de que los investigadores consigan comprobar otros elementos que apunten en la misma dirección. La madre de Diana, de hecho, pidió ayer colaboración ciudadana para continuar por esta línea. "Ese coche es fundamental", aseguró.

Además de a los conocidos delincuentes de Diana, los agentes han entrevistado a familiares, amigos más cercanos y más lejanos, conocidos, vecinos y personas que tenían contacto esporádico con la joven. En total, casi 200 personas se han sometido a los interrogatorios de la Guardia Civil, según informa Europa Press, con el fin de colaborar en una búsqueda que se está tornado enormemente difícil para los especialistas que trabajaron en el caso Asunta Basterra. Muchas de estas entrevistas han durado largas horas, ya que los funcionarios del instituto armado tratan de buscar datos que se hayan pasado por alto en un principio y que ahora, con otros elementos en la mano, puedan resultar útiles para la investigación.

La desaparición de Diana Quer López-Pinel el pasado 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal sigue siendo una incógnita. La Guardia Civil mantiene todas las líneas de investigación abiertas y, por el momento, no ha señalado a ningún sospechoso concreto. Un mes después de que a la joven madrileña de 18 años se le perdiera la pista tras regresar de las fiestas del pueblo a las dos y media de la madrugada, no existen indicios claros sobre lo que ocurrió aquella noche y, por lo tanto, sobre el paradero actual de la chica en el caso de que siga con vida.

Guardia Civil UCO
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