Efectivos rastrean las placas de vehículos que pasaron por la casa de Diana Quer

La investigación de la Guardia Civil para localizar a Diana Quer López-Pinel y descubrir los motivos que provocaron su desaparición el pasado 22 de agosto pone el foco ahora sobre las decenas de vehículos que transitaron por la zona en la que se le pierde la pista de la joven aquella madrugada. Los responsables de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Comandancia de A Coruña están rastreando las matrículas de motos, coches, camiones, autobuses, furgonetas o cualquier otro medio de transporte que pasó por allí aquella noche.

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EC

Los agentes están visionando todas las cámaras de la zona para localizar los vehículos que circularon aquella noche y sus matrículas, con el fin de comprobar posteriormente quién está detrás de esas placas. Esta información la están contrastando con el análisis de los repetidores de telefonía, que está arrojando información relativa a los usuarios cuyos terminales se encontraban cerca del de Diana en aquel momento.

Los investigadores, por el momento, no buscan ningún coche ni ninguna moto en concreto, porque no hay todavía sospechoso alguno. Tampoco están detrás de un número de teléfono determinado por el mismo motivo. Por ahora, se trata de rastrear todos estos registros y cruzarlos entre sí para establecer si se pueden sacar conclusiones. En la misma línea, los responsables de las pesquisas están entrevistando al entorno más cercano y más circunstancial de la chica. Desde hace dos semanas, los agentes toman declaración durante largas horas a familiares, amigos, vecinos y conocidos.

El objetivo de estas entrevistas es tratar de detectar nuevos datos que podrían haberse pasado por alto, con el fin de ver si estos pueden apoyar algunas de las hipótesis establecidas por los miembros del instituto armado encargados de investigar la instrucción que dirige el Juzgado número 1 de Ribeira. Por el momento, la teoría de que Diana pudo haberse subido a un vehículo es respaldada por la declaración de un testigo presencial, aunque todos los testimonios son valorados por los agentes en su justa medida, dado que la Guardia Civil recibe diariamente numerosas llamadas alertando de que han visto a la chica en algún lugar de España. El testimonio está ahí y en cualquier momento puede apoyar la investigación, entienden las fuentes del instituto armado consultadas.

El Juzgado de Ribeira prorrogó el pasado viernes el secreto de las actuaciones durante un mes más, justo cuando están a punto de cumplirse 30 días desde que desapareció Diana en las inmediaciones de su casa de verano de A Pobra do Caramiñal (A Coruña). La prórroga la ha decretado el Juzgado con el fin de proteger las pesquisas y evitar filtraciones.

Fuentes del instituto armado aseguran que por el momento todas las hipótesis están abiertas y los investigadores no descartan ni la línea del vehículo en el que pudo subirse, que no cuenta con elementos suficientes para convertirse en teoría consistente todavía, ni otras vías que aún rastrean los agentes. Desde el primer momento, la Guardia Civil ha mantenido la prudencia en el desarrollo de unas diligencias que se encuentran marcadas por la polémica situación de la familia de la desaparecida.

La madre, Diana López-Pinel, dejó de aparecer ante los medios de comunicación justo después de que el Juzgado número 2 de Ribeira le retirara la custodia de su hija menor, Valeria, en plena investigación por la desaparición de Diana Quer. Después de acudir al ambulatorio junto a la joven, aquejada de un ataque de ansiedad, el Juzgado optó por tomar esta decisión, que dio un giro a la imagen pública de la familia, que hasta ese momento se había presentado como un grupo unido. La realidad, sin embargo, distaba enormemente de aquella fotografía.

El matrimonio de Diana con Juan Carlos Quer, el padre de las dos chicas, llevaba mucho tiempo roto. Desde que ambos se separaron hace cinco años, las denuncias reclamando la custodia de las hijas llovían en uno y otro sentido. Las muchachas, por su lado, sufrían en sus carnes estos enfrentamientos paternales. Según reveló 'Interviú', unos mensajes telefónicos entre Diana y su madre demuestran que la hija mayor estaba tomando ansiolíticos.

La Guardia Civil mantiene un contacto constante con los padres de la joven desaparecida de forma paralela, a pesar de estos enfrentamientos. Sobre todo con la madre, según explicó su abogado, Pedro de Bernardo, con quien prácticamente a diario se entrevistan los responsables de investigar la desaparición de la chica, a la que se perdió la pista el pasado 22 de agosto cuando regresaba de las fiestas del pueblo pasadas las dos de la madrugada.