La jueza del caso Diana Quer prorroga otro mes el secreto de las actuaciones

El Juzgado número 1 de Ribeira, que investiga la desaparición de Diana Quer López-Pinel, ha decidido prorrogar un mes más el secreto de las actuaciones de la instrucción. A la chica se le perdió la pista el pasado 22 de agosto cuando regresaba a su casa de verano pasadas las dos de la madrugada tras estar en las fiestas de A Pobra do Caramiñal (A Coruña). La instrucción, que permanece secreta desde entonces, cumple esta semana un mes, que es el tiempo por el que se acuerda el secreto del sumario. Pasado ese tiempo, el Juzgado decide si lo prorroga o no. En este caso ha decidido alargar hasta el 22 de octubre la discreción sobre la investigación con el fin de no poner en peligro la misma.

Por el momento, la Guardia Civil no ha encontrado una línea clara de rastreo dirigida a la localización de la joven, sino que mantiene varias vías de investigación abiertas. De hecho, las fuentes del instituto armado continúan asegurando que todas las hipótesis siguen teniendo el mismo valor. El análisis de la señal del móvil de Diana ha permitido establecer, por el momento, que regresó a su casa tras estar en las fiestas y que luego se fue. El testimonio de la madre, Diana López-Pinel, y la ropa encontrada en la habitación de la joven determinan que la desaparecida se cambió de ropa, se quitó los 'shorts' rosas con los que había salido y se puso unos vaqueros largos.

El estudio de los repetidores de telefonía hace pensar en que en un momento dado la chica pudo subirse en un vehículo (coche o moto), ya que su terminal se conecta cada vez más rápido a los distintos emisores que hay de camino a su casa y después. Tras esto, el celular de Diana parece que se apaga. Los investigadores no quieren sacar conclusiones precipitadas, pues también existe la posibilidad -por ejemplo- de que la joven le dejara el móvil a alguien, de que otra persona se lo quitara, de que ella lo olvidara en un automóvil o de cualquier otra cosa.

De ahí que por el momento los responsables de las pesquisas no hayan lanzado ninguna conclusión definitiva. Valoran en su justa medida la declaración de un testigo que asegura haber visto a la chica en un coche por la mañana, le dan un crédito limitado hasta no tener más pruebas, y buscan otros indicios que respalden o contradigan esta teoría. Mientras, siguen entrevistando a personas del entorno de la joven: familiares, amigos, vecinos, conocidos. La Guardia Civil está teniendo con todos ellos encuentros largos para tratar de exprimir todo lo que cada uno pueda aportar e intentar detectar datos en los que hasta ahora no hayan reparado y puedan ser sustanciales para la investigación.

Por el momento, las fuentes consultadas entienden que lo más probable es que la chica saliera de su casa -tras regresar de las fiestas- por voluntad propia, ya que nadie entra en su dormitorio por la noche, se cambia y se va de forma forzada, al menos no en primer término. No descartan, sin embargo, que luego fuera con alguna persona y la cosa se complicara. De hecho, la chica no se llevó tarjetas de crédito ni DNI, lo que hace pensar en que no tenía pensado estar mucho tiempo fuera de la vivienda.

La investigación, además, está desarrollándose en un complicado contexto familiar. Días después de que comenzaran las pesquisas, el Juzgado número 2 de Ribeira ordenó quitar la custodia de Valeria, la hermana menor de Diana, a la madre de las niñas, que tiene encargado el cuidado de ambas desde que se separó de su marido, Juan Carlos Quer, hace cuatro años. La decisión del Juzgado tuvo lugar después de que la madre y la hija pequeña acudieran al ambulatorio después de que Valeria tuviera una crisis de ansiedad.

Interviú ha desvelado que la madre le daba periódicamente orfidal para combatir las crisis nerviosas de la hija mayor del matrimonio, con lo que no se descarta que también diera pastillas a la menor, que actualmente se encuentra con el padre. Tras la separación, el matrimonio no ha dejado de interponer denuncias en uno y en otro sentido, tanto para conseguir la custodia de las niñas como por otros motivos.