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La UCO vuelca todos sus medios técnicos en la desaparición de Diana Quer
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despliegue de la guardia civil

La UCO vuelca todos sus medios técnicos en la desaparición de Diana Quer

Los agentes especializados apoyan en las labores hasta el punto de haber desplazado ya efectivos hasta Galicia. Además, los expertos en delitos informáticos rastrean todas sus comunicaciones

Foto: Voluntarios que buscan a Diana Quer rastrean la zona montañosa de A Curota. (EFE)
Voluntarios que buscan a Diana Quer rastrean la zona montañosa de A Curota. (EFE)

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está volcando todos sus medios técnicos en el caso Diana. Varias secciones de los servicios centrales, que trabajan en colaboración con la Unidad Técnica de Policía Judicial y el departamento de Delitos contra las Personas de la Comandancia de A Coruña, han puesto en los últimos días un gran número de recursos al servicio de la investigación que trata de esclarecer el paradero de Diana Quer López-Pinel, la chica de 18 años que desapareció el pasado 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal (A Coruña).

La UCO fue sumándose paulatinamente al operativo apoyando desde Madrid, de donde es la familia de la joven. Los agentes comenzaron a interrogar al entorno de Diana en Boadilla del Monte, donde se encuentra el instituto al que va, y en Pozuelo de Alarcón, donde se ubica la urbanización de lujo en la que viven los padres y las dos hermanas. Amigos, familiares, vecinos y conocidos fueron declarando ante los funcionarios especializados de la unidad, que poco a poco ha ido involucrándose cada vez más en el caso hasta el punto de haber desplazado ya efectivos hasta Galicia.

Además de prestar apoyo con personal especializado, la UCO también ha puesto a disposición de los investigadores todos sus medios técnicos. Los expertos en delitos informáticos, por ejemplo, están analizando los movimientos que hizo la chica la noche del 21 al 22 de agosto basándose en las señales que emitió su teléfono móvil. Este análisis detallado permitirá previsiblemente reconstruir el trayecto que siguió Diana desde que se fue de las fiestas del pueblo pasadas las dos de la madrugada hasta que llegó a su casa, donde se cambió de ropa y volvió a salir a la calle.

El estudio de los rastros que dejan las conexiones del celular a los repetidores, que requiere de complejos trabajos analíticos y de discriminación de información, también ayudará presumiblemente a establecer dónde fue la chica tras abandonar su vivienda por segunda vez e incluso qué medio de transporte utilizó, ya que la señal del terminal va pasando de antena a antena cada vez que el dueño del móvil se mueve, lo que permite saber la velocidad a la que se traslada el usuario y, por lo tanto, facilita establecer si usa un coche o va andando, por ejemplo.

En paralelo a este análisis, los responsables de las pesquisas -entre los que hay agentes que trabajaron en el caso Asunta Basterra- están entrevistando a conocidos de Diana con los que la chica se juntaba de vez en cuando y que tenían vínculos con la delincuencia. Es la última línea de investigación a la que está apuntando la Guardia Civil tras no terminar de verificar otras vías abiertas gracias a las declaraciones de testigos. No en vano un exnovio de Diana ha dicho que la joven salía con un chaval marroquí que fumaba hachís y a quien los agentes también están investigando.

La gran repercusión mediática que ha tenido este caso y la continua llamada a la colaboración ciudadana realizada por la familia de Diana ha provocado la movilización de la sociedad. La Guardia Civil recibe cada día decenas de llamadas de personas que con excelente voluntad aseguran haber visto a la chica por distintos puntos de la geografía española. Los investigadores comprueban cada uno de esos avisos y algunos han abierto líneas de investigación que se han mantenido durante días pero que finalmente no han podido ser contrastadas.

Fruto de esta concienciación social es también el gran número de personas que se han presentado voluntarias para realizar batidas por las zonas colindantes tanto de A Pobra como de los alrededores con el fin de localizar algún objeto o prenda de la chica. Por el momento, el resultado de esta búsqueda ha sido nulo, ya que no se ha hallado ningún vestigio ni signo de violencia que haya hecho pensar a los responsables de las pesquisas que la joven ha sido secuestrada o trasladada forzosamente.

De ahí que la principal hipótesis de los investigadores siga siendo la huida voluntaria de la chica. Fuentes de la Guardia Civil aseguran, sin embargo, que a pesar de que esta es la principal teoría no deja de ser una posibilidad y no se descarta ninguna otra. De hecho, los investigadores no excluyen que, aunque en un primer momento Diana abandonara la casa libremente, luego fuera forzada. Los padres, de hecho, han insistido desde el primer momento en que se trata de una desaparición ilegal. Avalaría esta hipótesis el hecho de que la chica salió de su hogar sin tarjetas de crédito ni documentación.

La instrucción sobre la desaparición de Diana está siendo dirigida por el Juzgado número 1 de Ribeira, que ha declarado el secreto de las actuaciones, lo que ha provocado un hermetismo informativo por parte de la Guardia Civil, que considera que cualquier pista que se filtre a la opinión pública sobre el desarrollo de las diligencias podría poner en peligro la investigación.

En paralelo a estas pesquisas, el Juzgado número 2 de Ribeira retiró temporalmente a la madre de la joven, Diana López-Pinel, la custodia de su otra hija, Valeria. La decisión fue comunicada a los medios por el padre de las chicas, Juan Carlos Quer, quien aseguró que esta resolución llegaba "muy tarde" y que su hija estaba en un entorno seguro. Quer pidió a los periodistas que separaran ese proceso judicial con el caso de la desaparición de Diana.

Los padres llevan cuatro años divorciados y la relación de las hijas con la madre no parecía ser la más ideal. Amigos de las chicas han declarado a la Guardia Civil y a diferentes medios de comunicación que las niñas se peleaban con frecuencia entre sí y con la madre y que se habían ido de casa en otras ocasiones, pero que siempre habían regresado a su hogar. También han dicho que Diana afirmó cuatro días antes de su desaparición que estaba harta del pueblo y que se quería ir.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está volcando todos sus medios técnicos en el caso Diana. Varias secciones de los servicios centrales, que trabajan en colaboración con la Unidad Técnica de Policía Judicial y el departamento de Delitos contra las Personas de la Comandancia de A Coruña, han puesto en los últimos días un gran número de recursos al servicio de la investigación que trata de esclarecer el paradero de Diana Quer López-Pinel, la chica de 18 años que desapareció el pasado 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal (A Coruña).

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