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La Guardia Civil abre 14 investigaciones nuevas de personas desaparecidas al día
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"Es raro no hallar pistas al reconstruir su vida"

La Guardia Civil abre 14 investigaciones nuevas de personas desaparecidas al día

Los responsables de la Sección de Homicidios revelan que las 48 horas previas a la desaparición son claves, por lo que es importante que la familia denuncie cuanto antes

Foto: Hoy continúa la búsqueda de la chica desaparecida en A Pobra do caramiñal. (EFE)
Hoy continúa la búsqueda de la chica desaparecida en A Pobra do caramiñal. (EFE)

La repentina desaparición de Diana Quer López-Pinel en un pequeño pueblo A Coruña ha puesto en vilo a toda la zona, a las fuerzas de seguridad e incluso a España entera, que asiste asombrada al desarrollo de una investigación hermética que la Guardia Civil lleva con la más absoluta discreción. Los responsables de las pesquisas consideran que en este momento no es conveniente informar a la opinión pública para no dar pistas a quien no debe conocer los planes de los agentes, que sin embargo sí cuentan a El Confidencial cómo trabajan estos asuntos tan delicados.

Las 48 horas previas a la desaparición de una persona nos pueden decir mucho sobre lo que ha podido ocurrir. Es una idea que tienen muy clara en la Sección de Homicidios y Desaparecidos de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Su jefe, el capitán José Manuel Quintana, explica que "es raro no encontrar nada clave para las pesquisas en el análisis de ese periodo". Los investigadores hablan con sus amigos, con familiares, con cualquier persona con la que el desaparecido haya entrado en contacto con el fin de reconstruir minuciosamente lo que la persona ha hecho en los últimos dos días.

"Rastreamos las redes sociales, los mensajes que haya mandado a sus conocidos, los sitios donde ha estado, preguntamos a la gente con la que ha estado", explica el capitán de Homicidios y Desaparecidos, cuya experiencia le indica que "en las 48 horas previas siempre algo ha pasado". Las pistas que los agentes encuentran en esas horas anteriores a la desaparición marcan líneas de investigación y suelen arrojar luz sobre si una ausencia puede haber sido voluntaria, motivada por algún desencuentro con alguien, causada por un conocido con el que se llevaba mal o mantenía una relación de riesgo, etc.

Quintana pone como ejemplo un caso que la Guardia Civil acaba de esclarecer en Torrevieja (Alicante), el de Johana Palma González. "La mujer fue encontrada encerrada en una especie de sarcófago" y los miembros de la Sección de Homicidios comenzaron a investigar. Ya les indicó alguna pista el hecho de que no fuera el marido, sino la señora de la casa donde ella trabajaba quien denunciara. Esta, además, les dio información, a los agentes, muy relevante que había ocurrido en los últimos días. La señora reveló que no había buena relación entre el matrimonio.

Este dato, unido a los recientes episodios de desencuentros que narraron los hijos (que fueron interrogados por un equipo de psicólogos del instituto armado), pusieron el foco en el esposo, a quien la Guardia Civil señala como presunto autor de los hechos. En concreto, los agentes consideran que el hombre discutió con la mujer por la noche, cuando los niños estaban acostados, la mató y se llevó el cuerpo esa misma madrugada.

Así como son importantes las 48 horas previas, explica Quintana, también lo son los primeros dos días tras la desaparición. "Hay que denunciar cuanto antes", insiste el capitán de la Guardia Civil, que califica de "mito de las películas" las recomendaciones que circulan por ahí de esperar al menos 24 horas. "No, hay que ponerlo en conocimiento de las fuerzas de seguridad cuanto antes", subraya el responsable de Homicidios y Desaparecidos, quien explica que la rapidez en la actuación policial es clave para el buen término de las diligencias.

Quintana pone como ejemplo el trabajo sobre un teléfono móvil. "El tiempo es primordial, porque en pocas horas se le acaba la batería", recuerda el capitán, quien cuenta que, en cuanto la Guardia Civil recibe una denuncia, abre lo que se denomina un señalamiento. A continuación, funcionarios especializados evalúan la "calidad" de los hechos que les han narrado, los califican como alto riesgo o riesgo limitado y los suben a las bases de datos policiales que pueden consultar todos los cuerpos que actúan en Europa.

Cada año hay unas 6.000 denuncias de desapariciones, de las cuales la Guardia Civil esclarece el 90%. "Algunos años incluso localizamos a más personas que denuncias recibimos, debido a que vamos encontrando gente cuyo caso conocimos el año anterior", explica el capitán, que pone como ejemplos los ciudadanos cuyo paradero se descubre en el extranjero, donde se han ido voluntariamente, o los cuerpos de gente mayor que se hallan en el campo, donde fueron a pasear días o semanas atrás sin decírselo a nadie y les sobrevino la muerte.

La Guardia Civil, explica Quintana, abre unos 14 casos al día de desaparecidos. Entre 12 y 13 de ellos se solucionan en las primeras 24 o 48 horas. El resto tardan más o se mantienen abiertas durante semanas, asegura el capitán, que pone como ejemplo la chica desaparecida el pasado julio.

En algunas ocasiones, las desapariciones tardan años en esclarecerse o se encuentran pistas mucho tiempo después, como es el caso de Yeremi Vargas, el niño canario del que no se sabe nada desde 2007. Nueve años después, el pasado junio, la Guardia Civil encontró nuevos indicios que apuntaban a un sospechoso. Porque los investigadores nunca dan un caso por perdido: resolvieron el asesinato de Eva Blanco casi 20 años después de que se produjera.

No ha pasado tanto tiempo como en estos dos casos, pero aún sigue sin conocerse el paradero de Manuela Chavero, la mujer de 42 años que desapareció la madrugada del 4 al 5 de julio en Monesterio (Badajoz). Al principio parecía uno de esos asuntos que apuntan a una huida voluntaria. "Nos encontramos la puerta de su casa con la llave puesta pero el móvil dentro y la tele encendida", recuerda Quintana, quien añade que enseguida se determinó como un caso de alto riesgo porque realmente no había indicios que apuntaran claramente a que ella quería irse.

También en este asunto, como en el de Diana Quer López-Pinel, la joven desaparecida en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) el pasado 22 de agosto, se han involucrado las unidades centrales del instituto armado, tanto la Unidad Técnica de Policía Judicial como la UCO, que prestan apoyo constante a la Guardia Civil de Badajoz, responsable de las pesquisas.

No tienen claro los investigadores, sin embargo, si ha sido voluntaria o no la desaparición de una madre y su niño, originarios de Kenia, que vivían en Córdoba y cuyo caso acaba de ser sobreseído provisionalmente. Tras someterse a un trasplante y hacerse las consiguientes revisiones, "cuando se acerca el momento de regresar a su país", ambos se esfuman, recuerda Quintana. "Estaban en una oenegé y la cosa apuntaba a que la desaparición podía ser voluntaria, pero no se llevaron dinero ni alguna documentación que tenían, lo que nos hizo calificarlo como alto riesgo", explica.

El capitán admite que no son pocos los casos en los que, tras reconstruir esas últimas 48 horas previas, los investigadores localizan a la persona y esta les confiesa que no quiere volver a su casa, "por el motivo que sea". En ese caso, "si se trata de un mayor de edad, le tomamos los datos y le comunicamos a la familia lo que ha pasado", asegura Quintana. "Si es un menor, se le devuelve a casa con sus padres o se le lleva a la Fiscalía o los servicios sociales, depende de cada situación", añade el responsable de la Sección de Homicidios, a quien le viene a la cabeza el último caso esclarecido.

"Ayer localizamos a una menor extranjera, de 17 años, que había desaparecido y se había dejado el móvil en casa", cuenta el guardia civil, quien recuerda que todos pensaron que esto último "era raro y hacía pensar en que podía tratarse de un caso voluntario". "La encontramos deambulando por la calle", agrega. "Estaba a punto de caducarle el visado y ella decidió que estaba mejor aquí que en su país", revela el capitán de la Benemérita.

La repentina desaparición de Diana Quer López-Pinel en un pequeño pueblo A Coruña ha puesto en vilo a toda la zona, a las fuerzas de seguridad e incluso a España entera, que asiste asombrada al desarrollo de una investigación hermética que la Guardia Civil lleva con la más absoluta discreción. Los responsables de las pesquisas consideran que en este momento no es conveniente informar a la opinión pública para no dar pistas a quien no debe conocer los planes de los agentes, que sin embargo sí cuentan a El Confidencial cómo trabajan estos asuntos tan delicados.

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