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Interior detecta planes del Estado Islámico para atentar con bombas químicas
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teme un ataque en españa con cloro

Interior detecta planes del Estado Islámico para atentar con bombas químicas

Las Fuerzas de Seguridad han interceptado planes del grupo terrorista para atacar en suelo europeo con armas químicas fáciles de elaborar que desatarían el pánico entre la población

Foto: La policía forense francesa ya intervino en busca de armas químicas y bacteriológicas tras los atentados de París en noviembre de 2015. (EFE)
La policía forense francesa ya intervino en busca de armas químicas y bacteriológicas tras los atentados de París en noviembre de 2015. (EFE)

Las fuerzas de la lucha antiterrorista han detectado que el Estado Islámico está planeando ejecutar un ataque químico en suelo europeo para dar otro salto en su escalada de terror contra Occidente. Según fuentes de los cuerpos de seguridad, se han interceptado comunicaciones en las que miembros de ese grupo terrorista hablan sobre cómo adquirir y manipular productos químicos de fácil acceso en el Viejo Continente para confeccionar un artefacto que provoque el mayor número posible de víctimas y propague el pánico. La amenaza se ha tratado en foros de seguridad internacionales y, según aseguran miembros de las Fuerzas de Seguridad, España figura entre los países señalados por el Estado Islámico para llevar a cabo esos planes y se han tomado medidas específicas para tratar impedirlos.

Los temores se centran en el uso de agentes químicos como el cloro, precisan las fuentes consultadas, por tratarse de un producto barato y sumamente estable, que además se comercializa en grandes cantidades y sin controles especiales por las diferentes aplicaciones que tiene. Su utilización como arma se remonta a la Primera Guerra Mundial, pero el yihadismo también lo ha empleado por su enorme impacto psicológico, al ser un elemento invisible. Una vez que se dispersa, provoca irritación en el sistema respiratorio, sensación de asfixia y, en dosis elevadas, incluso la muerte.

En marzo de 2007, durante la guerra de Irak, Al Qaeda lanzó en un solo día tres ataques suicidas con camiones cargados de cloro en la provincia de Al Anbar. Los terroristas siguieron empleándolo durante los meses siguientes, aunque con resultados dispares. No hubo nuevas noticias sobre esta arma hasta marzo de 2015. Las autoridades kurdas denunciaron que sus soldados habían sido atacados por el Estado Islámico con misiles cargados con cloro. En los siguientes meses volvió a ser detectado.

Las fuentes consultadas advierten de que, además de cloro, los yihadistas también barajan el empleo de gas mostaza o ácidos corrosivos. En 2011 se descubrió que Al Qaeda en Yemen había construido un laboratorio con la única intención de hacer ensayos con ricina, una de las toxinas más potentes que existen. La amenaza es tan evidente que las autoridades han optado por hacerla pública. El pasado 9 de febrero, el director de la CIA, John Brennan, confirmó en una entrevista en la cadena CBS News que el Estado Islámico ha aprendido a fabricar artefactos con cloro y que ya es capaz de generar pequeñas cantidades de gas mostaza. También advirtió de que el grupo tiene el potencial necesario para trasladar esas armas a Occidente. Solo un mes después, el Parlamento Europeo reconoció el peligro y pidió a todos los Estados que se mantengan en “alerta”.

Fuentes de la lucha antiterrorista añaden a este diario que el riesgo no solo es real. También encaja al milímetro en los nuevos planes del Estado Islámico. Los ataques de esta organización empiezan a ser tan sofisticados como los que llegó a confeccionar Al Qaeda. Busca métodos sencillos y baratos que le garanticen un elevado número de víctimas y la mayor repercusión posible en internet y redes sociales. El atentado de este jueves en Niza en el que un solo terrorista acabó con la vida de 84 personas con un simple camión de mercancías cumplió todos esos requisitos, y un ataque químico añadiría otro tirabuzón a esa macabra estrategia, señalan los expertos preguntados.

Lo que sí se ha descartado es la posibilidad de que se produzca en Europa un atentado de tipo bacteriológico, por el grado de destreza y sofisticación que exigiría llevarlo a cabo. Según las fuentes consultadas, el Estado Islámico no está en estos momentos en condiciones de diseñar una bomba sucia con ántrax, peste o viruela, los virus y bacterias más utilizados en los artefactos bacteriológicos.

La organización busca métodos sencillos y baratos que le garanticen un elevado número de víctimas y la mayor repercusión posible en internet y redes sociales

Con todo, las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas disponen cada vez de mayor número de profesionales preparados para hacer frente a esas nuevas amenazas. A los expertos en desactivación de explosivos se han sumado en estos últimos años las unidades específicas NRBQ (nuclear, radiológico, biológico y químico), que realizan constantemente entrenamientos y simulacros para afrontar un desafío sobre el que apenas hay experiencia en las sociedades del primer mundo. Después de todo, la reacción que tendría la población de una gran ciudad ante un ataque químico es impredecible.

Las fuentes preguntadas añaden que también se teme que el yihadismo combine el uso de armas químicas con otras innovaciones. En los últimos meses se ha detectado que el Estado Islámico está dedicando recursos para disponer de aviones comerciales y de menor tamaño con el presunto objetivo de emplearlos en sus ataques. Libia, que se ha convertido en el mayor refugio de los yihadistas que están huyendo de Siria e Irak por el avance de la coalición internacional y el Ejército de Damasco, es uno de los escenarios en los que el grupo terrorista está tratando de conseguir medios aéreos.

La cercanía de la amenaza, a apenas 1.000 kilómetros de Menorca, ha provocado también que se extreme la vigilancia en las costas españolas ante el riesgo de un ataque en barco como el que sufrió Túnez en junio de 2015. Según ha podido saber El Confidencial, las patrulleras de la Guardia Civil y las embarcaciones de la Armada que están navegando en el Mediterráneo han recibido la orden de prestar especial atención a este nuevo peligro. El pasado verano ya se reforzó la presencia policial en las zonas turísticas y en las grandes aglomeraciones por el precedente inmediato de Túnez, pero el Ministerio del Interior anunció este viernes que ha decidido incrementar aún más los controles después del ataque de Niza, dirigido precisamente contra uno de los destinos veraniegos más importantes de Europa. Por ahora, Interior mantendrá el nivel 4 de alerta antiterrorista, indicado para situaciones de “riesgo alto” y solo un escalón por debajo del nivel máximo, reservado para escenarios de ataque inminente.

Las fuerzas de la lucha antiterrorista han detectado que el Estado Islámico está planeando ejecutar un ataque químico en suelo europeo para dar otro salto en su escalada de terror contra Occidente. Según fuentes de los cuerpos de seguridad, se han interceptado comunicaciones en las que miembros de ese grupo terrorista hablan sobre cómo adquirir y manipular productos químicos de fácil acceso en el Viejo Continente para confeccionar un artefacto que provoque el mayor número posible de víctimas y propague el pánico. La amenaza se ha tratado en foros de seguridad internacionales y, según aseguran miembros de las Fuerzas de Seguridad, España figura entre los países señalados por el Estado Islámico para llevar a cabo esos planes y se han tomado medidas específicas para tratar impedirlos.

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