Los hijos de la aristocracia árabe aprenden a volar en el aeropuerto fantasma de Huesca

El aviso aparece al inicio de la página web, en negrita: “Preséntate en el aeropuerto con suficiente antelación para evitar imprevistos. Recomendamos hora y media antes de la hora programada de salida”. Sin miedo a incurrir en la imprudencia, le aconsejamos no tomarse la advertencia al pie de la letra. Porque en ningún otro aeropuerto de España podrá aparcar con tanta facilidad (y gratis), tan cerca de la terminal (20 metros escasos) y luego hacer tan poca cola en el mostrador de facturación. En realidad, viajar desde Huesca-Pirineos es un chollo. Salvo por un pequeño detalle: no ha habido un solo vuelo comercial desde diciembre.

El Aeropuerto Huesca-Pirineos ha despachado en diez años los mismos pasajeros que Madrid-Barajas despacha en cinco horas

Pocos aeropuertos han levantado tanto clamor social como el de Huesca, y eso ya tiene su mérito. Una instalación que iba a costar 40 millones de euros para acoger a 160.000 pasajeros al año y que ha terminado costando 60 millones y recibiendo a 22.414 personas en diez años. O dicho de otro modo: ha despachado durante una década a los mismos pasajeros que Madrid-Barajas en cinco horas. Pero la debacle comercial de Huesca-Pirineos no le viene de nuevo a sus gestores. Es algo con lo que han tenido que lidiar casi desde el primer día. Porque ya no es solo el hecho de ser el aeropuerto con menos pasajeros de España: 242 durante 2015 y escasos 44 en lo que va de año, todos ellos procedentes de vuelos privados. Casi peor es ser la instalación más deficitaria de toda la red, con 25 millones de euros en pérdidas desde su apertura en 2006.

¿Qué hacer con semejante patata caliente? De entrada, e igual que con los otros 44 aeropuertos que pierden dinero (sólo cuatro dan beneficios), el reto de AENA es sacarle algo de rendimiento a una instalación que, por lo demás, está en perfecto estado. Y para ello la empresa ha alquilado parte de sus instalaciones a una escuela de pilotos con presencia global, la australiano-británica Airways Aviation, que además se compromete a invertir 700.000 euros en el acondicionamiento del recinto como zona de formación de pilotos. “Huesca tiene todo lo que una escuela internacional puede necesitar. Nosotros, de hecho, estamos tan contentos con este primer año que vamos a ofertar todo el curso de vuelo en España, con base operativa en Huesca”, indica Pedro Ortiz, instructor jefe de Airways Aviation. Sin duda, este aeropuerto es el sueño de cualquier escuela: una instalación de primera, buen clima y pistas vacías las 24 horas del día.

Los 26 alumnos, procedentes principalmente de Kuwait, Líbano y Emiratos Árabes, disfrutan casi en exclusiva de la terminal y de las pistas

En este primer año, Airways Aviation tiene a 26 alumnos realizando sus prácticas en la capital altoaragonesa. Casi todos muchachos procedentes de países de Oriente Medio, principalmente Kuwait y unos pocos de Emiratos Árabes y Líbano. Suya es la terminal de Huesca-Pirineos. Cuando no están subidos a una avioneta o en el aula tomando apuntes, hacen tiempo tirados en las butacas de la terminal, fumando fuera frente a la parada de taxis o tomando un café de la máquina expendedora que se ubica justo al lado de la cafetería, que obviamente no tiene ni camarero ni café. El aeropuerto es literalmente de estos aprendices árabes y de los 13 empleados con que cuenta la instalación.

“Lo que debemos hacer es buscar medios para que la infraestructura sea utilizada, no quedarnos en la historia de que esto no debería haberse construido”, se queja Miryam Laso, directora del Aeropuerto Huesca-Pirineos. “Ahora nos enfocamos en el tráfico de escuela porque hemos visto que hay potencial de escuelas de fuera de España que necesitan condiciones climatológicas que en Europa no se dan y que en España sí. Pues bien, es lo que hemos hecho: traer una escuela para que se formen aquí sus alumnos”.

"Debemos buscar medios para que la infraestructura sea utilizada, no quedarnos en la historia de que esto no debería haberse construido”, dice la directora

Los chavales están encantados con disponer de un aeropuerto para ellos solos. Tanto espacio tienen, y tan vacía está la terminal, que hasta llegan a aburrirse. “Entre horas nos quedamos por aquí sentados, hablando de cualquier cosa”, dice uno de ellos, de pelo engominado y gafas de sol de marca. El instructor jefe de la escuela destaca lo positivo que es para Huesca tener rondando durante seis meses a 26 árabes de familia rica, quienes han pagado 90.000 libras (116.000 euros) por el curso de piloto: “Son 26 chavales que alquilan habitaciones en un aparthotel, que alquilan coches, que van al supermercado, salen a cenar, hacen compras, tienen vida. Son beneficios para la comunidad que van más allá de los ingresos que pueda obtener el aeropuerto”.

Airways Aviation quiere formar a 100 alumnos simultáneamente en cuestión de dos años, para lo que ya ha previsto la ampliación de su flota de aviones monomotor, bimotor y la instalación de un segundo simulador de vuelo en el aeropuerto. “El 'feedback' que están dando de Huesca los chicos es excelente, y además la demanda de nuevos pilotos está creciendo, en especial en países de Oriente Medio. Hemos tenido que parar la incorporación de alumnos porque estamos sobrepasados, pero nuestra apuesta por Huesca es muy seria y a largo plazo”, indica Ortiz.

"Huesca es súper aburrido, no hay nada que hacer. Tampoco podemos ligar por el idioma. Nos pasamos las tardes en el döner-kebab", dicen los alumnos

La directora de Huesca-Pirineos coincide en que la consolidación de la escuela de pilotos “es una solución excelente para la comunidad”. Aunque, por desgracia, los aludidos no terminan de ver a Huesca como el mejor lugar donde gastar sus petrodólares. “Aburrido no, es súper aburrido. No hay nada que hacer, ni siquiera podemos ligar porque no hablamos español. Nos pasamos las tardes en el döner-kebab. En Huesca hay dos. El otro día nos gastamos 59 euros en uno para cenar, los estamos haciendo ricos”, comentan los alumnos en corrillo. ¿Dónde gastan entonces? “Nos escapamos a Barcelona cuando podemos, nos encanta. O a Zaragoza si no tenemos mucho tiempo”.

AENA prefiere no hacer públicas las cifras de su contrato con Airways Aviation, pero sí reconoce que tiene la mano abierta a otras escuelas internacionales para revitalizar sus ruinosos aeropuertos secundarios. Un buen ejemplo es Jerez, que acoge a la mayor escuela de pilotos de Europa, Flight Training Europe. “El que sepa un poco de este negocio sabe que el potencial de España es brutal. Hoy, las escuelas europeas mandan a sus alumnos a Estados Unidos porque es el primer mundo de la aviación, por el buen clima y porque los costes operativos son más baratos. Pero España también tiene unas condiciones idóneas: buena meteorología y una red de aeropuertos con poco tráfico. ¿Por qué no explotarlo y convertir a España en la Florida del mundo de la aviación?”, lanza Ortiz. Su escuela, por ejemplo, se ahorra en Huesca "entre un 30% y un 40%" de los costes que tendría en el Reino Unido.

"El potencial de España es brutal. ¿Por qué no explotarlo y convertirnos en la Florida del mundo de la aviación?", propone el instructor jefe de la escuela

Ningún avión, ni comercial ni privado, ha solicitado pista en todo el mes de mayo, pero el aeropuerto tiene la obligación de tener toda la documentación al día. Un trabajo en vano que no desanima a la directora, al frente de este aeropuerto desde el día que se inauguró. “El aeropuerto debe de estar siempre operativo, haya aviones o no haya aviones. Otra cosa es que en estos aeropuertos pequeños los directores tenemos una labor comercial, de estar buscando clientes. Y creo que hemos sabido reorientar la infraestructuras hacia estos nuevos usos”, afirma Laso. Además de Airways Aviation, opera en el aeropuerto la empresa de drones Escuadrone Táctico Aéreo no Tripulado, que también tiene perspectivas de ampliar su actividad de formación.

“Yo creo que como están las cosas en España, en vez de tener una actitud tan sumamente negativa y mezquina deberíamos alegrarnos de que una compañía quiera poner a Huesca en el panorama aeronáutico”, argumenta Ortiz sobre el presunto fracaso que supone que, después de 60 millones de inversión y muchas alharacas, Huesca-Pirineos termine siendo una carísima escuela de pilotos. “Habría que preguntar a los responsables qué beneficio y rédito político iban a sacar de este aeropuerto. Pero como eso no se puede hacer y sería un sinsentido cerrarlo, demolerlo y hacer un campo de golf, vamos a sacar beneficio de algo que ya está, funciona perfectamente y encima es positivo para la comunidad”, sentencia el responsable de Airways Aviation.

"Lo que sería un sinsentido es demoler el aeropuerto y hacer un campo de golf, así que vamos a sacar beneficio de algo que es positivo para la comunidad"

"Lo importe es ver las tendencias, y en Huesca son muy positivas”, se defiende por su parte Laso. En efecto, el número de operaciones ha aumentado exponencialmente en 2015 y 2016, a ritmos superiores al 300%. Gracias, obviamente, al continuo uso de las pistas por parte de los alumnos. "A la gente de Huesca este aeropuerto no le cuesta dinero, creo que eso lo tienen claro. Y si llegamos al umbral de rentabilidad el tiempo lo dirá. Ahora tenemos que centrarnos en potenciar actividades alternativas que generen dinero no sólo para el aeropuerto, sino también para la comunidad autónoma. Y que la gente entienda que un aeropuerto no sirve solo para llevar pasajeros a Canarias en verano; hay más actividades comerciales que necesitan aeropuertos para desarrollarse, como es el tránsito de mercancias o la gestión de evacuaciones y de trasplantes", insiste la directora.