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Manos Limpias exigió 2 millones a la Caixa para un amigo del pequeño Nicolás
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a cambio de salvar a la infanta cristina en nÓos

Manos Limpias exigió 2 millones a la Caixa para un amigo del pequeño Nicolás

Miguel Bernad ofreció a finales de 2015 al banco catalán la absolución de la infanta Cristina si pagaba dos millones a una empresa de seguridad relacionada con el caso Nicolás

Manos Limpias contactó con Caixa a finales de 2015 para negociar la retirada de su acusación contra la infanta Cristina en el caso Nóos a cambio de ayuda económica para una empresa vinculada con el pequeño Nicolás. La oferta fue presentada directamente por el secretario general del supuesto sindicato, Miguel Bernad, al director general de la fundación de la entidad catalana, Jaume Giró, pero las conversaciones no prosperaron y el pago nunca llegó a producirse, según han confirmado a El Confidencial fuentes cercanas al caso.

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional investiga ahora este nuevo presunto chantaje y rastrea la participación de otros abogados de Manos Limpias en las conversaciones. Fuentes próximas a la negociación aseguran que Bernad quería que el cobro por la retirada de la acusación contra la infanta Cristina, que actualmente trabaja en Ginebra como directora del Área Internacional de la fundación de Caixa, se camuflara como un pago a una empresa de seguridad y servicios de un amigo, Corporación LPM, una firma de Barcelona que llegó a tener 1.500 empleados pero que se vio abocada el pasado diciembre a presentar concurso de acreedores.

En un primer momento, Bernad ofreció a Caixa el pago directo a LPM de dos millones de euros a cambio de retirar su acusación contra la hermana de Felipe VI en el caso Nóos, un movimiento que habría provocado su exculpación automática, al tratarse de la única parte que la mantiene en el banquillo. Los dos millones formarían parte de un pago más amplio, pero Bernad explicó que serían un gesto decisivo para que Manos Limpias se planteara su salida definitiva de Nóos.

El ofrecimiento no encontró respuesta en Caixa. Sin embargo, Bernad realizó semanas después un nuevo acercamiento al director general de la fundación de la entidad catalana para hacer otra propuesta: que la retirada de la acusación se tradujera esta vez en la concesión de un crédito de dos millones a LPM que sería devuelto por la empresa, explican fuentes conocedoras de la investigación. Pero tampoco este segundo ofrecimiento surtió el efecto que esperaba el secretario general de Manos Limpias.

Reuniones con el pequeño Nicolás

LPM ya apareció conectada con Manos Limpias en el caso del pequeño Nicolás. Como reveló en su día El Confidencial, el joven impostor se reunió antes de su detención en octubre de 2014 con el propietario de LPM, Lorenzo González Díaz, para estudiar supuestamente los problemas de financiación que ya tenía entonces la empresa. El chico mantuvo al menos cinco encuentros con el propietario de la compañía durante el verano de 2014, en su mayoría, en el Hotel Meliá Castilla de Madrid. El pequeño Nicolás no acudió solo a las citas. Estuvo acompañado en todo momento por Juan Munguira, un alto directivo del Departamento de Relaciones Internacionales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Bernad admitió a este diario en ese momento su estrecha relación con Lorenzo González y, también, que fue él quién presentó el pequeño Nicolás al empresario para que le ayudara a conseguir financiación. Asimismo, Munguira reconoció su participación en esas negociaciones y confirmó que en ellas se habló de la difícil situación económica que atravesaba LPM. El estallido de la operación Nicolay detuvo los contactos del pequeño Nicolás con Lorenzo González pero, para entonces, ambos ya habían trabado amistad. El sumario de la investigación sobre Manos Limpias y Ausbanc revela ahora que el secretario general del supuesto sindicato de funcionarios volvió a recurrir a finales de 2015 a LPM para negociar el futuro judicial de la Infanta.

El instructor de la causa, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, ya mencionó esta presunta extorsión en el auto que dictó el pasado 18 de abril para enviar a prisión provisional al propio Bernad y al presidente de Ausbanc, Luis Pineda. Sin embargo, el dictamen no desveló la identidad de todos los protagonistas de las conversaciones y se limitó a hacer un descripción superficial de los hechos. Además, situó como víctima del chantaje a Sabadell, en lugar de a Caixa. “[El subdirector del Servicio Jurídico de Sabadell, Gonzalo Barettino] manifiesta también que hace aproximadamente seis meses recibió una propuesta por parte de Miguel Bernad y de otro, quien es propietario de una empresa de seguridad, para ayudar económicamente a esta empresa, la cual se encontraba en una grave situación económica, a cambio de interceder a favor de retirar la acusación popular de Manos Limpias contra la infanta Cristina. La cantidad solicitada para ayudar a la sociedad sería alrededor de dos millones de euros”, recoge el auto de Pedraz, atribuyendo por error la denuncia a Barettino en lugar de a Jaume Giró, que fue quien realmente sufrió este episodio y lo contó a la Policía Nacional.

Como adelantó este diario, el fracaso de ese intento de chantaje no evitó que Manos Limpias y Ausbanc volvieran a la carga los pasados meses de febrero y marzo. En esa siguiente ocasión, fue el presidente de la falsa asociación de usuarios de banca el que se dirigió a Caixa y Sabadell para ofrecerles la retirada de la acusación contra la hermana del Rey a cambio de un pago de tres millones de euros que se ocultaría como un contrato de publicidad con los medios de comunicación de Ausbanc. Las conversaciones telefónicas intervenidas a Pineda y Bernad demuestran que ambos se coordinaron para ejecutar esta nueva extorsión. Se trata de una de las pruebas más sólidas que maneja la Fiscalía de la Audiencia Nacional contra los dos acusados. Las negociaciones para cerrar un pago de dos millones de euros a LPM fueron su precedente inmediato.

Manos Limpias contactó con Caixa a finales de 2015 para negociar la retirada de su acusación contra la infanta Cristina en el caso Nóos a cambio de ayuda económica para una empresa vinculada con el pequeño Nicolás. La oferta fue presentada directamente por el secretario general del supuesto sindicato, Miguel Bernad, al director general de la fundación de la entidad catalana, Jaume Giró, pero las conversaciones no prosperaron y el pago nunca llegó a producirse, según han confirmado a El Confidencial fuentes cercanas al caso.

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