El limbo de 4.000 jóvenes abogados que no pueden trabajar (porque falta una nota)

Los 4.081 graduados en Derecho que el pasado 27 de febrero se presentaron al examen del Máster de Acceso a la Abogacía esperaban ansiosos su nota este jueves. Un "apto" les habría permitido iniciar el trámite para colegiarse e ingresar en el mercado laboral inmediatamente pero esta tercera convocatoria -de una prueba polémica desde sus inicios- les tenía reservada una sorpresa.

El Ministerio de Justicia no pudo publicar unas calificaciones que ya conocía porque "una parte importante de los centros de formación" no había enviado el documento que certificaba los estudios de los alumnos. Así lo indicó esta cartera en una nota informativa sin aclarar cuándo podrán hacer efectiva la entrega de notas.

En consecuencia, critica uno de los afectados que ha pedido el anonimato a El Confidencial porque está arrancando su carrera, "se está limitando la entrada al mercado laboral a 4.000 personas cuando hay una tasa de paro del 46,2% para menores de 25 años y cuando ya se han puesto suficientes trabas" para convertirse en abogado.

"Yo estoy en un despacho y mi retribución puede ser mucho menor por no estar colegiado", explica. También quedan congelados los procesos de selección

"Para mí lo peor de todo es que justamente los centros educativos, que son los que te preparan para la vida laboral, sean los que pongan impedimentos", critica indignado. Y con mayor motivo, porque a este estudiante de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia le consta que su institución se ha tomado la molestia de enviar "los 15 o 20" certificados de los candidatos y en su caso "pagan justos por pecadores". En cualquier caso es "inconcebible" que "la dejadez profesional de universidades" que no han tenido "tiempo suficiente en dos meses para enviar 150 papeles" conduzca a un nuevo limbo profesional a tantas personas.

Si en el papel esta consecuencia es molesta, en la práctica es todavía peor. "Yo estoy en un despacho y mi retribución puede ser mucho menor por no estar colegiado", explica. Pero también se queda con las manos atadas el abogado que quiere abrir su propio bufete o el que tiene la posibilidad de trabajar en un negocio familiar, así como los que se encuentran en un proceso de selección.

Todo esto ha ocurrido porque el Ministerio accedió a hacer una prueba semestral en esta ocasión y con el fin de agilizar los trámites decidió que en lugar de que fuesen los propios alumnos los que presentasen personalmente su información curricular se encargaran directamente las universidades. "A priori, algo que iba a ser mucho más fácil ha desembocado en un camino más tortuoso", concluye este joven graduado.