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El terrible diario de la joven china obligada a ejercer la prostitución en un piso de Madrid
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la uco libera a 28 mujeres sometidas a trata

El terrible diario de la joven china obligada a ejercer la prostitución en un piso de Madrid

La mujer relata ocho meses de cautiverio: pide ayuda a Dios, lleva una contabilidad detallada del dinero que ingresa y se da constantes ánimos a sí misma para aguantar

Foto: La joven mantuvo el diario escondido durante ocho meses. (EC)
La joven mantuvo el diario escondido durante ocho meses. (EC)

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aún están impactados. Durante los registros que llevaron a cabo en el marco de la operación Gavelo, que desmanteló una trama que captaba jóvenes asíáticas menores de 25 años para explotarlas en España y otros países de Europa, encontraron un diario. El libro, escrito a bolígrafo en cuidadas letras chinas, fue hallado por los agentes escondido entre las pertenencias de una de las víctimas.

Según se desprende de lo escrito en el cuaderno, sus captores la tenían atrapada en un sótano que servía de dormitorio para varias compatriotas suyas, en pésimas condiciones de higiene. Desde que fue engañada, subida a un avión y trasladada a Dubái, primero, y a España, después, decidió escribir todo lo que vivía. Al principio no contaba, sin embargo, con cuaderno alguno donde hacerlo. Fue ya cuando aterrizó en Madrid cuando consiguió hacerse con uno. Tenía las tapas gruesas y de color pastel con un título paradójico: The beautiful is life. La joven se daba ánimos continuamente a sí misma a través de la escritura. Ánimo, de hecho, es la palabra que más se repite en el pequeño libro de tapas rosadas.

"Pido a Dios que me ayude a pagar las deudas", rogaba la chica, que utilizaba el diario tanto para automotivarse como para rezar o llevar las cuentas de lo que ingresaba con los 'servicios' sexuales que la obligaban a realizar. El cuaderno se ha convertido, de hecho, en una de las principales pruebas de la investigación, ya que hace detalladas descripciones de las barbaridades que sufrían las mujeres cada día. Los pormenores, sin embargo, los mantienen bajo secreto los responsables de las pesquisas, ya que la operación continúa abierta y los escritos servirán para seguir avanzando.

La mujer reconoce en el cuaderno que lo estaba pasando mal, que aquello no era lo que le habían prometido, pero que, a pesar de todo, estaba consiguiendo tener ingresos y mandar dinero de vez en cuando a su familia. "Llegué el 9 de agosto de 2015 a España, debería estar muy contenta, pero me decepciona lo que veo a mi alrededor, me quedo sin palabras", relata la joven. A pesar de que la organización se quedaba con la mayor parte de lo que obtenía, la chica asegura en el libro que conseguía ahorrar y que en una ocasión llegó a mandar hasta 10.000 euros a sus familiares. "En diciembre he ganado 5.500 euros, espero que 2016 marche bien y se cumplan mis deseos", añade en otra ocasión.

Del relato de la víctima la Guardia Civil ha podido deducir que las chicas que captaba la trama procedían de zonas muy pobres de la China profunda, que solían tener deudas contraídas en su país y que por ello necesitaban dinero para pagarlas. Luego, según ha podido concluir el Departamento de Delincuencia Organizada de la UCO, se volvían a endeudar con la trama, que las traía engañadas. En concreto, sus captores les prometían un trabajo como cuidadoras de hijos de chinos adinerados instalados en España que luego no existía.

Al llegar, las encerraban en sótanos y las explotaban sexualmente. Las obligaban a hacerlo para pagar esa nueva deuda que habían firmado engañadas. Según calculan los investigadores, el dinero que debían se duplicaba cuando pasaban por Dubái o Guinea Ecuatorial, donde ejercían la prostitución unos meses -allí eran consideradas 'material nuevo' para los clientes ricos de la zona-, y se volvía a duplicar al viajar a España.

Los agentes esperan demostrar gracias al diario que las chicas eran víctimas de trata de seres humanos, pues viajaron confundidas, fueron forzadas a saldar una deuda desmesurada y obligadas a ejercer servicios sexuales drogadas. En el marco de la operación Gavelo, los investigadores han liberado a 28 mujeres, todas de origen chino, y han detenido a 29 personas, fundamentalmente en Valencia y Madrid, aunque la organización estaba distribuida por gran parte de España.

La operación ha conllevado por primera vez una estrecha colaboración de la Guardia Civil con la policía china. Este trabajo conjunto, que se ha desarrollado tanto durante la fase de investigación como en la del análisis de la información, es "muy importante", según explica el comandante Robles, jefe del Departamento de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil, para acabar con estas organizaciones desde el origen.

La trama captaba a las chicas en poblaciones rurales desfavorecidas de la China rural. Ellas accedían, pero pronto se daban cuenta de su error. "Las trataban como mercancía", explica el comandante, quien añade que los servicios que hacían variaban, desde un masaje a bajo precio hasta pasar toda una noche con un cliente por 300 euros. Cada chica permitía que la trama facturara hasta 6.000 euros al mes.

La Guardia Civil no descarta que la organización las sometiera a violencia física, pero en todo caso de modo puntual, ya que estaban todo el día drogadas, lo que el comandante Robles califica como "violencia psicológica". En España las obligaban a ejercer la prostitución en pisos y en karaokes, donde también les daban sustancias estupefacientes. Los investigadores han registrado locales y viviendas en Parla, Getafe, Leganés, Valencia, Soria, Madrid, Lleida o Girona, entre otras localidades. "Muchas chicas iban a Andorra a ejercer la prostitución y luego volvían a Lleida a dormir", asegura Robles.

Las mujeres vivían en condiciones insalubres, con bastante suciedad alrededor de la cama, en los sótanos de los locales, sin iluminación ni aire, las casas tenían circuitos de cámaras para vigilarlas y las 'madames' las controlaban 24 horas al día. En la planta primera estaban los dormitorios donde las forzaban a ejercer la prostitución. La Guardia Civil se ha incautado de documentos que las chicas firmaron y que decían que se prostituían voluntariamente.

La organización estaba conformada por estas 'madames', que vigilaban a las chicas, pero también por taxistas, que las llevaban a pisos de clientes y luego las traían, y otros responsables. Tenían libretas de recepción con todos los teléfonos de los taxistas y de las chicas, por si algún cliente pedía a una en concreto. Había carteles con el precio de los servicios y con los productos que dispensaban, entre ellos metanfetaminas o viagras.

Las chicas estaban dadas de alta en la Seguridad Social para dotarlas de permiso de residencia y poder seguir en España. Todos los ingresos se hacían en metálico, lo que permitía eludir el control del fisco. No declaraban todas sus ganancias a la Agencia Tributaria y por lo tanto por eso también se les investiga por blanqueo.

La operación de investigación ha durado cerca de un año y ha conllevado la detención de 29 personas, aunque aún se está analizando información para arrestar a más personas en los países de origen y de paso, como Dubái. Gracias a Andorra y Francia, por ejemplo, explica el comandante Robles, se sabe que hay también ramificaciones en otros estados europeos.

La Guardia Civil tiene identificadas a entre 50 o 60 mujeres captadas, aunque ha podido liberar apenas a 29 de ellas. "Ahora comienza una segunda fase que seguramente será más larga para investigar a todas las chicas que han venido a España y al resto de Europa por esta ruta para poder determinar el número exacto de mujeres que han sido tratadas", relata el responsable de la investigación, que añade que la operación ha sido posible gracias a la colaboración de Europol y la Policía Nacional francesa, entre otros cuerpos de seguridad, además de la mencionada policía china.

La mayoría de detenidos son chinos, aunque también había un español. Se investiga a otros españoles por colocar carteles y dar publicidad, aunque a estos no se les considera miembros del núcleo de la trama. Las chicas son todas nacidas después del año 90.

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aún están impactados. Durante los registros que llevaron a cabo en el marco de la operación Gavelo, que desmanteló una trama que captaba jóvenes asíáticas menores de 25 años para explotarlas en España y otros países de Europa, encontraron un diario. El libro, escrito a bolígrafo en cuidadas letras chinas, fue hallado por los agentes escondido entre las pertenencias de una de las víctimas.

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