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'Breaking Bad': la policía interviene seis laboratorios caseros de testosterona
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'Breaking Bad': la policía interviene seis laboratorios caseros de testosterona

Fueron montados por aficionados pero conseguían poner en el mercado un gran número de medicamentos para realzar la musculatura, adelgazar o curar la disfunción eréctil

Foto: Aaron Paul y Bryan Cranston en una imagen promocional de 'Breaking Bad'. (AMC)
Aaron Paul y Bryan Cranston en una imagen promocional de 'Breaking Bad'. (AMC)

Algunos de ellos se habían dedicado a otras cosas en su vida, honrados menesteres la mayoría. Sin embargo, en un momento dado, cambiaron radicalmente de rumbo. En al menos dos casos, lo hicieron influidos por haber visto reducidos considerablemente sus ingresos por la crisis económica. Casi todos eligieron la elaboración clandestina de los denominados medicamentos de la vergüenza, que se venden con facilidad en el mercado negro y que sirven para incrementar la masa muscular, adelgazar o luchar contra la disfunción eréctil (efecto secundario directo del consumo de anabolizantes), entre otras finalidades.

La Sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje, incardinada en la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, ha intervenido desde finales del año pasado media docena de laboratorios clandestinos puestos en marcha en su mayor parte por aficionados, que tenían toda la parafernalia para fabricar las sustancias en sus propios domicilios o en la trastienda de locales de su propiedad.

Los seis fueron encontrados por la policía en el transcurso de la rama española de la denominada operación Clandestino, puesta en marcha por Estados Unidos en 2013. En concreto, la agencia antidroga norteamericana (DEA) recibió ese año una información procedente de una empresa que suministraba material de laboratorio a particulares y que había detectado que esos compradores compraban a China principio activo para elaborar medicamentos.

Los detenidos habían creado incluso su propia marca de distribución de los medicamentos, Biogenic, que se distribuía a través de una web y una tienda

Los agentes de la DEA se personaron en los domicilios y desmantelaron medio millar de laboratorios caseros. A raíz del hallazgo, investigaron a qué particulares más suministraba la misma empresa de material de laboratorio fuera de Estados Unidos. Fue entonces cuando localizaron 20.000 facturas relativas a otras tantas ventas a personas que estaban adquiriendo el material en otros países. De ellas, alrededor de 18.000 habían sido firmadas en Europa.

La DEA trasladó la información a Europol, que repartió cada factura entre los países de la UE en los que se habían registrado compras. A España le correspondieron 14, que recayeron en la UDEV, que se puso a trabajar. Fruto de la investigación, la policía puso en marcha cuatro minioperaciones. Una en Miranda de Ebro, otra en Madrid, una tercera en Murcia y la última en Palma.

Los agentes detuvieron a tres personas en la localidad burgalesa el pasado junio. Los apresados habían creado incluso su propia marca de distribución de los medicamentos, Biogenic, que se distribuía a través de una web y en una tienda de venta de productos deportivos que los investigados tenían en Miranda de Ebro. En la llamada operación Mirandilla, la policía se incautó de dos millones de dosis de medicamentos de 30 tipos diferentes que estaban calificados bien como ilícitos (eran legales en otro país pero no en España), como ilegales (los fabricaban ellos mismos sin control de la Agencia Española del Medicamento) o como falsificados (imitaban una marca comercial pero el producto carecía del principio activo).

Fuentes de la investigación explican que el material que los detenidos adquirían a la empresa norteamericana para montar el laboratorio casero costaba unos 200 dólares y que un kilo de testosterona se puede comprar a China por unos 800 dólares. Con esa inversión, los delincuentes podían hacer 350 viales de 50 mililitros que en el mercado se venden por 50 dólares cada uno. Es decir, que con cada kilo de testosterona (a apenas 800 dólares) podían obtener 17.500 dólares de ingresos, lo que representa un beneficio neto de 16.700 dólares.

Cuatro meses después la policía encontró el segundo laboratorio en la segunda minioperación que puso en marcha: operación Clandestino Madrid. La intervención fue la única que no se incautó de medicamentos de la vergüenza. Los agentes interceptaron medio kilo de cocaína, ya que los seis detenidos en este caso se dedicaban a cortar la droga y distribuirla.

En noviembre del año pasado, los funcionarios de la UDEV sí volvieron a toparse con la fabricación ilegal de medicamentos. En la denominada operación Espuña, centrada en varias localidades de la Región de Murcia, la policía detuvo a 15 personas que habían levantado dos laboratorios caseros. Algunos de los arrestados eran empresarios de la construcción frustrados por la crisis económica, que habían decidido reconvertirse en fabricantes y traficantes de sustancias ilegales.

Se incautaron 120.000 dosis de medicamentos y 450 plantas de marihuana que los detenidos cultivaban 'indoor' como derivada del negocio principal

Los detenidos habían montado un gimnasio tras la caída de sus negocios, al que unieron una tienda nutricional. Se metieron en internet para aprender a montar el laboratorio y a fabricar los medicamentos, pidieron a China los principios activos y comenzaron su camino por el mal. Generaban 32 tipos diferentes de sustancias, que comercializaban. La policía se incautó de 120.000 dosis de medicamentos, además de 450 plantas de marihuana que los detenidos cultivaban 'indoor' como derivada del negocio principal.

Por último, ya a primeros del presente mes de marzo, los agentes de la Sección de Medio Ambiente y Dopaje impulsaron la cuarta operación: Clandestino Palma. Fruto de esta, los policías hicieron una redada que conllevó 21 registros e intervinieron un elevado número de sustancias anabolizantes. Esta última investigación se encuentra actualmente bajo secreto de sumario.

El trabajo de los funcionarios en este campo ha sido un ejemplo para el resto de fuerzas de seguridad europeas, que en contraste con España no han logrado interceptar ningún laboratorio casero tras recibir la información facilitada por la agencia norteamericana antidroga.

Algunos de ellos se habían dedicado a otras cosas en su vida, honrados menesteres la mayoría. Sin embargo, en un momento dado, cambiaron radicalmente de rumbo. En al menos dos casos, lo hicieron influidos por haber visto reducidos considerablemente sus ingresos por la crisis económica. Casi todos eligieron la elaboración clandestina de los denominados medicamentos de la vergüenza, que se venden con facilidad en el mercado negro y que sirven para incrementar la masa muscular, adelgazar o luchar contra la disfunción eréctil (efecto secundario directo del consumo de anabolizantes), entre otras finalidades.

Adelgazar Policía Nacional
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