Podemos, sobre los 425.000 € de Monedero: "Está fiscalmente mal, pero no lo digamos"
El Confidencial accede los documentos que elaboró Podemos para tratar de responder a la investigación de Hacienda sobre los fondos que recibió Monedero de Venezuela
Podemos afrontó en enero de 2015 su primera gran crisis cuando se descubrió que Hacienda estaba investigando al entonces número tres de la formación, Juan Carlos Monedero, por haber cobrado en 2013 a través de una sociedad 425.150 euros de Venezuela por supuestos asesoramientos. El caso no solo implicaba que Monedero había recibido un pago desmesurado por unos supuestos informes aparentemente inexistentes, sino que presentaba al dirigente de la formación como un defraudador que había cobrado a través de una mercantil para pagar menos impuestos.
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El Confidencial ha accedido a los dosieres internos que elaboró Podemos para tratar de tapar el escándalo de su supuesta financiación ilegal con ese pago. Los asesores de comunicación del partido barajaron utilizar como argumento que, aunque Monedero había optado por una sociedad para cobrar su teórico asesoramiento para la creación de un moneda común en la zona ALBA, en la práctica el tipo impositivo que iba a pagar por los 425.150 euros sería del 52% (por impuesto de sociedades y por el dividendo), idéntico al tipo máximo de IRPF que habría pagado si hubiera facturado como persona física, según la formación.
La otra opción que plantearon fue asumir la acusación de la Agencia Tributaria. “En este caso, entienden que se ha facturado por una sociedad al Banco Alba [la institución que hizo el pago], Juan Carlos debería haber facturado como persona física a su propia sociedad”. Los asesores preferían la primera versión, que evitaba tener que reconocer ante la opinión pública que Monedero había cometido un fraude fiscal, pero se vieron obligados a asumir las imputaciones de Hacienda, tras admitir que la sociedad no había abonado ningún dividendo en 2013. “Ante la duda, se ha optado por la postura de la Administración para minimizar riesgos, por eso se ha regularizado”, recoge uno de los documentos conseguidos por este diario.
El escándalo afectaba también a 2014
El argumentario distribuido a los dirigentes de Podemos se esforzó en negar que la sociedad usada por Monedero para canalizar el pago de Venezuela, Caja de Resistencia Motiva 2, fuera de tipo instrumental y les alertó de que podían preguntarles por qué el dinero no se convirtió automáticamente en dividendos en 2013. Según los informes, la respuesta podía ser que la sociedad iba a conseguir más dinero en 2014 y los dividendos se iban a repartir ese ejercicio de una tacada cuando llegaran esos otros ingresos, pero finalmente los estrategas del partido aconsejaron que no se hiciera ningún comentario sobre esta cuestión. “Eso está fiscalmente mal, pero es muy noble”, sugiere el documento a sus dirigentes, antes de advertirles de que, en cualquier caso, era preferible guardar silencio. “No hay que decirlo porque además estamos aún pendientes de estrategia de 2014”.
Esta última frase y otras similares de los informes internos a los que ha accedido El Confidencial revelan que Podemos tenía indicios de que el fraude de Monedero se había extendido al ejercicio 2014, aunque Hacienda se había limitado al año 2013. Los asesores de Podemos insistieron, por ello, en que se evitara “mencionar nada que tenga que ver con la sociedad de 2014 (ya veremos cómo gestionamos 2014)”; “intentar evitar decir que se ha estado financiando La Tuerka con ese dinero”; y recordó que “todo lo que se 'diga de más' puede atar las manos para maniobrar respecto a 2014”.
Para responder a las acusaciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, los expertos en comunicación del partido recomendaron remarcar la supuesta transparencia del partido. “Publicamos lo que nadie publica y nos ponemos las autolimitaciones que nadie se pone para ir a la vanguardia en transparencia, rendición de cuentas e independencia financiera”, propusieron los informes, el mismo argumento que utilizó el propio Pablo Iglesias para reaccionar a las informaciones sobre la investigación que está realizando la UDEF sobre la financiación de Podemos a través de la televisión de Irán en España. “Dedicamos un enorme esfuerzo a este aspecto para no acabar igual que los partidos viejos. Lo que se insinúa sin ninguna prueba de la vinculación de los ingresos de Juan Carlos con la financiación de Podemos sería acusarnos de financiación ilegal. Quien insinúa eso que se atreva a decirlo y nos veremos en los tribunales”, recomendaron decir los especialistas del partido.
Los 700.000 euros en tres cuentas
El escándalo experimentó un nuevo pico el 9 de febrero de 2015 después de que 'El Mundo' publicara el día antes que Monedero tenía 700.000 euros en sus tres cuentas en España. El cofundador de Podemos reaccionó mostrando documentos que supuestamente demostraban que en realidad solo tenía 205.769 euros, pero los responsables de comunicación del partido enviaron a sus dirigentes un documento con posibles respuestas al que también ha accedido El Confidencial.
El dosier sugirió las siguientes frases de distracción: “El mismo día que aparece la lista Falciani con las cuentas en Suiza de muchos españoles [este diario publicó la noticia ese mismo día], algunos llevan en su portada el dinero que tiene Monedero en España”; “Ahora parece ser delito tener dinero en la cuenta, pero no lo es llevarse el dinero a Suiza, ¿Qué criterio periodístico hace que lo primero sea portada y lo segundo no aparezca en ninguna parte?”; “Estamos ante algo de extrema gravedad: el partido de Gobierno, el partido de Rajoy, está utilizando las instituciones públicas para perseguir a ciudadanos particulares”, y “Tenemos un Gobierno carcomido por la corrupción, un partido que paga las reformas de su sede en negro, un partido que monta entramados de corrupción que rodean a la cúpula del partido”.
La fidelidad con la que siguieron esas recomendaciones los dirigentes de Podemos revela el grado de control que ejerce el partido sobre cada una de sus intervenciones y su dominio de la comunicación de masas. Sin embargo, la estrategia diseñada por los asesores de la cúpula no fue suficiente para enterrar el escándalo. El 20 de febrero, Monedero se vio obligado a ofrecer una rueda de prensa para ofrecer sus propias explicaciones. Presentó la supuesta factura al Banco Alba por la que recibió 425.150 euros, pero no mostró los trabajos que supuestamente había realizado para esa institución ni convenció con sus explicaciones sobre por qué un politólogo como él había sido seleccionado para realizar un asesoramiento sobre una unión monetaria. De hecho, a día de hoy, Podemos aún no ha ofrecido ninguna explicacións sobre esas dos grandes incógnitas, y la sombra de la financiación ilegal sigue gravitando sobre sus responsables.
La renuncia de Monedero en plena campaña
Monedero solo tardó dos meses en provocar otro dolor de cabeza a los expertos en 'marketing' de la formación. El de 30 de abril, en plena campaña de las municipales, comunicó públicamente que abandonaba la dirección del partido por discrepancias con la estrategia que estaban marcando Iglesias y su equipo. Los asesores de Podemos tuvieron que improvisar otro argumentario con frases prefabricadas para tratar de sortear esa grave crisis interna en un momento crucial. “Monedero está pasando por un mal momento, pero Podemos nunca había estado tan activo, tan en marcha”; “La crisis que nos preocupa es la crisis que se sigue viviendo en este país”; “Hay que tener en cuenta que Juan Carlos es un intelectual, un escritor, no un político profesional acostumbrado a los ritmos vertiginosos de la política. Y en los últimos meses ha soportado tal presión mediática que es natural que esté atravesando una profunda crisis”; “Él es así, siempre ha sido, es y será un verso suelto”, y “La dirección de Podemos sigue siendo un equipo plenamente cohesionado que solo está pensando en dar lo mejor de sí para la batalla electoral que viene”, fueron algunas de las sugerencias.
Los responsables del partido se limitaron a repetir estas frases como autómatas, pero el caso Monedero afectó a sus aspiraciones. Así lo reconoció Podemos en otros informes internos publicados por El Confidencial, que además de admitir ese obstáculo en la campaña también confirman que el gran objetivo del partido es arrebatar al PSOE la hegemonía de la izquierda y desvelan la asombrosa importancia que concede su cúpula al control de los medios de masas y la difusión de su argumentario.
Podemos afrontó en enero de 2015 su primera gran crisis cuando se descubrió que Hacienda estaba investigando al entonces número tres de la formación, Juan Carlos Monedero, por haber cobrado en 2013 a través de una sociedad 425.150 euros de Venezuela por supuestos asesoramientos. El caso no solo implicaba que Monedero había recibido un pago desmesurado por unos supuestos informes aparentemente inexistentes, sino que presentaba al dirigente de la formación como un defraudador que había cobrado a través de una mercantil para pagar menos impuestos.