Caída libre: la población reclusa baja por sexto año consecutivo en España
En seis ejercicios, el número de presos en las cárceles se ha reducido un 19%. Hoy hay 14.500 reos menos que en 2009
Las cárceles españolas cada vez tienen menos presos. En 2015, por sexto año consecutivo, la secretaría general de Instituciones Penitenciarias ha vuelto a notar un notable descenso. En concreto, la población reclusa se ha reducido un 5,2%, según revela un informe realizado por el sindicato de prisiones Acaip. El pasado diciembre concluyó con 3.406 presos menos que el mismo mes del año anterior. La tendencia, que continúa durante los primeros meses de 2016, se alarga ya desde 2009, año que finalizó con 76.079 reos en los centros penitenciarios españoles.
De esa última cifra se ha pasadoa los 61.611 presos que albergaban las prisiones a 31 de diciembre de 2015. Es decir, que en seis años ha disminuido el número de reclusos en un 19% (14.468 menos). En este tiempo, la comunidad que más ha visto reducir su población carcelaria ha sido Andalucía, que ha perdido 3.122 reos (un 21,3%), seguida de Castilla y León (2.679, un 18,5% menos), Madrid (2.262, un 15,6% menos), Cataluña (1.720, un 11,9% menos) y Comunidad Valenciana (1.536, un 10,62% menos).
Esta tendencia contrasta con la vivida en España durante los años previos a 2009, en los que la población reclusa se incrementaba prácticamente cada año hasta llegar a la citada cifra récord de 76.079 presos. En concreto, el país pasó de los 8.440 reclusos que había en 1975 a los mencionados 76.079 de 2009. En realidad, el añosiguiente (2010) fue el ejercicio verdaderamente crítico, ya que el punto álgido de la población carcelaria se dio en mayo de 2010, con 76.951 reos.
En términos relativos, se pasó de 23,6 presos por cada 100.000 habitantes a 161,8 en 2009, casi siete veces más, lo que convertía España en el país europeo con la mayor tasa de encarcelamiento (excluyendo a Suiza y Luxemburgo). Este incremento, sin embargo, contrastaba con el número de delitos, uno de los más bajos del mundo.
Según un informe elaborado por el sindicato de prisiones Acaip, el aumento de la población reclusa hasta 2009se debió "principalmente al incremento de la duración de las penas" y no tanto al número de personas que ingresaban cada año. En concreto, han ido aumentando las penas por hurtos, robos, tráfico de drogas o lesiones, y esto ha incidido directamente en que haya más personas en prisión.
El cambio de tendencia, de hecho, tiene que ver con nuevas reformas del Código Penal que reducen los castigos para algunos delitos. Así lo explica Tomás Montero, experto en derecho penitenciario de la Universidad de Valladolid, quien asegura que las modificaciones de la normativa en 2010 provocaron que comenzaran a salir reclusos. En concreto, los pequeños narcotraficantes que se dedicaban al menudeo. El límite máximo de prisión pasó de nueve a seis años, y esto supuso la revisión de numerosas penas, además de la consiguiente salida de muchos internos casi de golpe. A 31 de diciembre de 2010, había 16.227 reclusos condenados por este delito en las cárceles españolas. Cincoaños después, hay menos de 13.000.
Montero también explica que la modificación de las penas para delitos contra la seguridad vial ha influido en el citado descenso. En concreto, el hecho de que la legislación permita a los jueces más posibilidades de elegir penas alternativas a la prisión ha influido decisivamente en que haya menos condenados por estos delitos. Añade también que la política preventiva en materia de violencia de género ha incidido, aunque matiza que este aspecto aún requiere un estudio pormenorizado con el fin de determinar con exactitud este extremo.
El descenso de la población reclusa extranjera también ha sido especialmente significativo. Según los datos de Instituciones Penitenciarias, a finales de 2015 había1.475 presos extranjeros menos que en el mismo momento del año anterior. La crisis, de hecho, también ha sido un aspecto a considerar en el marco de esta caída experimentada en el número de reos en los últimos seis años. Según Montero, ha incidido directamente en que haya menos delitos relacionados con la inmigración ilegal y que, por lo tanto, baje el número de internos extranjeros.
La caída de la población reclusa foránea ha sido incluso mayor que la española. Según Acaip, más de la mitad de los reos extranjeros que han salido de prisión se han acogido a la posibilidad de conmutar sus penas a cambio de ser expulsados de España. En concreto, desde 2009, los extranjeros han representado el 67,1% de la bajada total de presos, con 8.940 internos de los 14.468 reos menos en total.
"Vivimos una situación impensable hace solo unos años, cuando cada ejercicio aumentaba la población en casi 4.000 personas;20 años sin lograr frenar ese crecimiento,y ahora llevamos seis años de descenso imparable", destacan desde Acaip, que consideran que hemos vuelto a niveles de 2005, cuando la población reclusa se situó en 61.054 presos.
La reforma del Código Penal de 2015, sin embargo, aún no ha empezado a notarse en la población reclusa, añade. Desde Acaip ponen en duda esta última modificación. No entienden por qué España endurece su Código Penal cuando presenta una de las tasas de criminalidadmás bajas (45 por cada 1.000habitantes, cuando la media europea es de 62) y, sin embargo, la tercera tasa de estancia en prisión (19 meses), solo por detrás de Turquía y Rumanía.
Las cárceles españolas cada vez tienen menos presos. En 2015, por sexto año consecutivo, la secretaría general de Instituciones Penitenciarias ha vuelto a notar un notable descenso. En concreto, la población reclusa se ha reducido un 5,2%, según revela un informe realizado por el sindicato de prisiones Acaip. El pasado diciembre concluyó con 3.406 presos menos que el mismo mes del año anterior. La tendencia, que continúa durante los primeros meses de 2016, se alarga ya desde 2009, año que finalizó con 76.079 reos en los centros penitenciarios españoles.
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