Dimite el número 3 de Presidencia por su presunta relación con el caso Acuamed

El subsecretario de Presidencia, Federico Ramos de Armas, ha presentado esta mañana su dimisión por su presunta relación con el caso Frontino, la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que este lunes desmanteló una trama de corrupción que habría estado operando en el seno de la empresa pública Acuamed desde el inicio de la legislatura.

Los investigadores sospechan que Ramos pudo colaborar de un algún modo con la red durante el tiempo que ocupó la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, la instancia del Ministerio de Agricultura del que dependía directamente Acuamed. De hecho, por su cargo, Ramos asumió en esa misma etapa la presidencia del ente público y de su consejo de administración. Abandonó esas responsabilidades en junio de 2015, cuando fue fichado por Soraya Sáenz de Santamaría para sustituir a Jaime Pérez Renovales en la Subsecretaría de Presidencia.

Formalmente, Ramos aún no está imputado, pero el instructor de la causa, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, dictó un auto el miércoles en el que involucra en la trama a los superiores inmediatos del presunto cerebro del caso, el exdirector genereal de Acuamed Arcadio Mateo del Puerto. El magistrado asegura en su resolución que el fraude contó con la cooperación necesaria de “la superioridad”.

Ramos es el más señalado por esas acusaciones e informaciones que han aparecido en las últimas horas, como su presencia en una reunión en la que se habría acordado un pago irregular a FCC, una de las constructoras implicadas, han terminado forzando su salida del Gobierno en un momento especialmente complejo para el Partido Popular. Fuentes cercanas al caso dan por seguro que el exsecretario de Estado de Medio Ambiente acabará siendo imputados por los indicios que existen contra él. Se sumaría a los 48 empleados públicos y empresarios que yan figuran como imputados en la causa.