El nuevo informe del BdE salva al PP y culpa a Mafo del escándalo Banco Madrid

El informe que han elaborado inspectores del Banco de España (BdE) sobre la compra de Banco Madrid denuncia que nunca se acreditó el origen de más de 30 millones de euros que la familia Cierco inyectó en su entidad de cabecera, Banca Privada de Andorra (BPA), para cerrar la adquisición del banco de la capital en 2011. Pero ese informe, desvelado por este diario, también ha servido para salvar la controvertida gestión del Gobierno del PP en el escándalo Banco Madrid y atribuir todas las responsabilidades a la anterior Administración socialista, como se desprende desde la primera a la última línea de ese documento elaborado por funcionarios del supervisor bancario.

La mayor parte del informe, al que ha tenido acceso El Confidencial, se centra en revisar los protocolos que aplicaron en su día tanto el BdE como el Sepblac para autorizar a BPA a comprar Banco Madrid. Según se dijo entonces, la operación fue sometida a los controles más exhaustivos por las dudas e implicaciones que conllevaba el desembarco de la primera entidad andorrana en el mercado bancario nacional. Sin embargo, el trabajo elaborado ahora por funcionarios del Servicio de Inspección del BdE y remitido al Sepblac concluye que estos dos mismos organismos no realizaron en 2011 las comprobaciones necesarias para garantizar la legalidad de los 160 millones de euros que abonó BPA a Kutxabank por el traspaso de Banco Madrid.

Como reveló este diario este lunes, entre las pruebas que utilizan los inspectores del BdE para sostener que no se aplicaron los controles que exigía una venta de esa envergadura se encuentra la supuesta ausencia de trazabilidad de los fondos que los accionistas mayoritarios de BPA, el clan Cierco, inyectaron primero en su sociedad familiar (Sucesors de Higini Cierco) y luego utilizaron para cubrir la ampliación que tuvo que llevar a cabo el banco andorrano para poder quedarse con el 100% de Banco Madrid.

Crítica a la etapa socialista

Ese es uno de los ejemplos en los que se apoyan las conclusiones, pero el documento se detiene en cada uno de los pasos de supervisión de la compra y lo cruza con lo que establece la legislación sobre la materia. El resultado es demoledor. En conjunto, lo que se desprende del informe es que ni el BdE de la etapa de Miguel Ángel Fernández Ordoñez ni tampoco el Sepblac que dependendía del Ministerio de Economía de Elena Salgado actuaron con la diligencia que debían, y que autorizaron la adquisición sin disponer de toda la información necesaria.

Ni el BdE de la etapa de Mafo ni tampoco el Sepblac que dependendía del Ministerio de Economía de Salgado actuaron con la diligencia que debían

El documento de los inspectores del BdE no solo desplaza la responsabilidad a la época socialista, sino que también echa un capote a la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy en esta crisis. El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, compareció en abril en el Congreso de los Diputados para defender el modo en que el Ministerio de Economía y Competitividad había respondido al escándalo Banco Madrid. Aseguró que, antes de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtiera públicamente de la posible colaboración de la matriz BPA con mafias internacionales, el Sepblac ya había detectado irregularidades en Banco Madrid, aunque sorprendentemente estas no trascendieron ni fueron remitidas al Banco de España (BdE) hasta después de la demoledora declaración del Tesoro estadounidense.

Un informe hecho por encargo

Fernández de Mesa no solo no convenció a los diputados de la oposición, sino que optó por echar balones fuera asegurando que todos los problemas de Banco Madrid se remitían al momento de su adquisición, durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. El secretario de Estado cuestionó explícitamente que la compra contara en su día con la autorización del BdE y el Sepblac, y anunció que pediría un informe a este último organismo para averiguar si ambas instituciones habían actuado correctamente.

El informe conocido ahora es el resultado de ese encargo y avala punto por punto, al menos de forma preliminar, las sospechas que manifestó Fernández de Mesa en la Cámara Baja, una circunstancia que añade más dudas que certidumbres sobre las circunstancias en las que funcionarios del regulador bancario han revisado durante los últimos meses el trabajo que realizaron varios de sus propios compañeros solo cuatro años antes.

Remitido a la Fiscalía

Según las fuentes consultadas por El Confidencial, el informe ha generado una profunda división tanto en el Servicio de Inspección del BdE como en el Sepblac por su clara intencionalidad. Sobre esta revisión también gravita la sombra de un ajuste de cuentas con dos altos cargos vinculados al PSOE que ocuparon puestos directivos en Banco Madrid tras la entrada de BPA en el accionariado de la entidad. Se trata del presidente del banco en el momento de la intervención, José 'Pepe' Pérez Fernández, subdirector general de Supervisión del BdE hasta 1995 y perteneciente al selecto círculo de Intermoney (Carlos Arenillas, David Vegara, Miguel Sebastián…), y la consejera de la entidad Soledad Núñez, que en 2011 era directora general del Tesoro, el departamento del que dependía en ese momento el Sepblac.

La Fiscalía será la encargada de determinar si, de las presuntas irregularidades detectadas por los inspectores del supervisor bancario, se desprenden verdaderas responsabilidades penales o solo se trata de consideraciones encaminadas a desplazar el peso de la culpa. El Sepblac ya ha remitido el informe al Ministerio Público.