Los padres de Asunta Basterra, declarados culpables por unanimidad
Así lo han determinado de forma unánime los miembros del jurado tras una deliberación que se ha prolongado durante cuatro jornadas y en la que han tenido que responder hasta a 21 preguntas
Alfonso Basterra y Rosario Porto asesinaron a su hija adoptiva Asunta. La tarde del 21 de septiembre de 2013 sedaron a la pequeña con lorazepam adquirido por el padre “para que no tuviera la posibilidad de defenderse”, y la asfixiaron horas después en la casa familiar de Montouto, cerca de Santiago, para abandonar su cuerpo en el camino próximo donde fue hallado. Así lo considera probado el jurado popular del caso Asunta, que ha emitido este viernes su veredicto: los dos acusados son culpables y actuaron “de común acuerdo”.
La decisión del jurado, tomada por unanimidad después de cinco días de deliberaciones, incide especialmente en la culpabilidad del padre, contra el que pesaban pruebas menos firmes que contra la madre. Según el jurado, aquel fatídico 21 de septiembre la familia comió junta en casa del padre. Fue entonces cuando Asunta ingirió el fármaco, que sus padres le administraban desde hacía tres meses. Salieron juntos a la calle, donde Rosario se trasladó en coche junto a la víctima hasta la casa de Montouto. Aunque las cámaras de vigilancia ubicadas en la calle no registraron la presencia del padre en el vehículo, esa circunstancia no tiene especial valor para el jurado. “No se ven con claridad los asientos traseros, por lo que no se puede descartar” que el padre viajara con ellas. [Lea aquí: Quién es quién en el caso Asunta]
Asunta fue asesinada entre las 18 y las 20 horas. La muerte se produjo por sofocación, tal y como prueba el informe del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). El jurado también resuelve a favor de la culpabilidad de los padres una de las pruebas más controvertidas del juicio: la coincidencia de la cuerda de color naranja con la que estaba atada de pies y manos la pequeña con la que fue hallada en la casa de Montouto, y que Rosario intentó ocultar a los agentes de la policía cuando registraron la vivienda.
Los acusados siguieron con gesto impasible la lectura del veredicto, que establece la culpabilidad de ambos “del hecho delictivo de haber dado muerte a Asunta Basterra Porto sin posibilidad de defenderse”. El jurado, que ha respondido a las 21 cuestiones que les planteó el magistrado presidente el pasado lunes, se ha declarado en contra de la posibilidad de indulto y de reducción de pena. El fiscal pide 18 años de cárcel para los culpables, en tanto que la acusación particular, ejercida en representación de la Asociación Blanca Amor, reclama el máximo que establece el Código Penal: 20 años de prisión. La sentencia se conocerá en las próximas semanas.
“Si no se cumple el máximo penal en el caso del asesinato de una hija preparado durante tres meses, que me cuente alguien cuándo se va a aplicar”, ha reclamado Blanca Estrella, presidenta de la Asociación Clara Campoamor, que se ha felicitado por el veredicto. “Tenía mis dudas sobre la posibilidad de que se aprobara por unanimidad”, ha admitido en declaraciones a TVE. Estrella, que se ha mostrado especialmente satisfecha por la implicación del padre en el asesinato en el mismo grado que Rosario Porto, uno de los asuntos que más dudas levantaban del juicio.
El abogado de la madre ha anunciado su intención de llegar “hasta la última instancia” con sus recursos, ya que “el veredicto y la prueba son discordantes y no encajan”. “Hay pruebas inexistentes”, ha lamentado, antes de denunciar que las instrucciones del juez a los nueve miembros del jurado “no fueron las mejores”. “No ha sido capaz de transmitirles la explicación de la prueba indiciaria. Se ha quedado corto”, ha agregado. El veredicto en todo caso es firme, por lo que los acusados solo podrán recurrir la sentencia. [Lea aquí toda la información sobre el caso Asunta Basterra]
Las defensas piden al juez que la pena para Porto sea de 17,5 años, la mínima para asesinato, y de 12,5 para Basterra, por un delito de homicidio, al entender que no hubo alevosía sino abuso de superioridad por su parte. La abogada Belén Hospido, que defiende a Alfonso Basterra, ha rechazado la circunstancia agravante de alevosía y ha matizado que no se puede hablar de asesinato. Según su opinión, en todo caso tendría que dirimirse un homicidio, cuya pena estaría entre los 12 y 12,5 años de prisión.
La implicación de Basterra establecida por el jurado va más allá de la que le atribuyó el fiscal, Jorge Fernández de Aranguiz, quien ha mantenido durante todo el proceso que la muerte de Asunta fue “cosa de dos”, pero modificó el último día de juicio sus conclusiones a la vista de que ninguna prueba directa permitía situar a Alfonso Basterra en la casa de Montouto en el momento de la muerte. Aranguiz no descartó que efectivamente Basterra estuviese allí, como ha considerado finalmente el jurado, y dejó la puerta abierta a que fuese Rosario Porto la única responsable de la asfixia, si bien de forma supeditada a un plan acordado previamente con Basterra
Tras la lectura del veredicto, el fiscal ha precisado que la calificación del crimen como asesinato implica la circunstancia de alevosía y ha recordado que, si los hechos fuesen cometidos hoy en día, podrían ser castigados con “prisión permanente revisable” al ser la víctima menor de 16 años.
El jurado popular inició sus deliberaciones la tarde del pasado lunes en una sala aislada ubicada en el último piso de los juzgados de Santiago. Sus nueve integrantes han vivido incomunicados de sus familias hasta la lectura del veredicto, momento en el que el juez ha decretado su cese como jurado. Durante todo este tiempo han dormido en un hotel de la capital gallega sin poder utilizar sus teléfonos móviles, que permanecieron custodiados en el edificio judicial.
Alfonso Basterra y Rosario Porto asesinaron a su hija adoptiva Asunta. La tarde del 21 de septiembre de 2013 sedaron a la pequeña con lorazepam adquirido por el padre “para que no tuviera la posibilidad de defenderse”, y la asfixiaron horas después en la casa familiar de Montouto, cerca de Santiago, para abandonar su cuerpo en el camino próximo donde fue hallado. Así lo considera probado el jurado popular del caso Asunta, que ha emitido este viernes su veredicto: los dos acusados son culpables y actuaron “de común acuerdo”.