Interior condecora a Antonio Banderas pero niega medallas a policías que salvaron vidas

El Ministerio del Interior condecora cada año a miles de miembros de la Policía y personas ajenas al cuerpo que hayan colaborado en los fines de la institución. Esta pasada semana, con motivo de la celebración del patrón de la corporación, el departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz ha concedido alrededor de 4.000 medallas. De ellas, 458 han sido entregadas a profesionales externos a la Policía.

El actor Antonio Banderas, la periodista Ana Rosa Quintana, el presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, varios diputados de PP y PSOE, políticos, empresarios, jueces, fiscales e incluso altos cargos del Ministerio del Interior y de Vicepresidencia han recibido la medalla al mérito policial por colaborar con el cuerpo de algún modo.

Los motivos para conceder los galardones no se hacen públicos, por lo que en algunos casos se intuyen y en otros simplemente se desconocen. Es evidente, por ejemplo, por qué se le ha concedido este año la medalla roja a título póstumo al policía Jesús Javier Oliveros Cordones, que se enfrentó a unos delincuentes en el metro de Sevilla hace dos años y recibió una brutal paliza por ello.

Este caso, de hecho, es un buen ejemplo de aplicación de la normativa que regula la concesión de las medallas al mérito policial, que indica claramente que estos galardones deben concederse a los funcionarios que hayan realizado algún tipo de acto heroico o hayan puesto en riesgo su vida en sus tareas profesionales.

Algunos policías que han solicitado una medalla en reconocimiento a su labor entregada han recibido un portazo en las narices

Sin dudar de los que están, lo cierto es que no están todos los que son en la larga lista de premiados. Algunos policías que han solicitado una medalla en reconocimiento a su labor entregada han recibido un portazo en las narices. Es el caso de los agentes que rescataron a varias personas en un hotel que se incendió el pasado 4 de septiembre en Madrid. Los funcionarios de la Policía Nacional llegaron los primeros y sacaron a una mujer y a sus hijos. Posteriormente 'aterrizaron' los Bomberos. Entre todos lograron rescatar a cerca de medio centenar de personas. Algunos agentes tuvieron que ser trasladados al hospital por problemas respiratorios después de su actuación, pero ninguno ha recibido el reconocimiento adecuado.

También sería el caso de otro incendio, aunque de características muy diferentes, ocurrido en la calle Ramón Luján de Madrid el pasado 20 de septiembre. En este caso, las llamas fueron provocadas por un perturbado que quería quemar a su hermano y que se atrincheró entre el humo. Los agentes que llegaron nada más ser requeridos entraron a por el hombre y lo liberaron del fuego a pesar incluso de que éste se revolvió, les amenazó y les atacó en varias ocasiones con un cuchillo.

En ambos casos, los superiores de estos agentes rechazaron la propuesta por entender que estaba fuera de plazo. La Dirección General de la Policía, sin embargo, sí ha planificado una junta de gobierno extraordinaria para imponer medallas también a los investigadores que resolvieron el crimen de Astorga, cuya investigación concluyó con la detención de Miguel Ángel Muñoz el pasado 10 de septiembre.

Pero no son los únicos casos controvertidos. El 25 de febrero pasado -con tiempo de sobra para entrar en las actuales condecoraciones-, un policía que interceptó un vehículo conducido por narcotraficantes cayó a una alcantarilla destapada mientras trataba de retirar un dispositivo de seguimiento. Se rompió siete costillas y tres cartílagos. Aún hoy continúa sometido a una lenta y dolorosa recuperación. Interior no atendió su reclamación de recibir una condecoración.

ElSindicato Unificado de Policía asegura tener siete casos documentados de agentes que han salvado vidas en incendios y han resultados intoxicados a consecuencia de sus intervenciones a lo largo del pasado año. Ninguno de ellos ha recibido la medalla al mérito policial ya sea roja o blanca, que son las dos modalidades.

Más de la mitad de las condecoraciones con distintivo rojo -que conlleva una pensión de por vida- han ido a parar a funcionarios de despacho, comisarios e inspectores jefe que difícilmente pueden poner en riesgo su integridad sentados frente a un ordenador. En concreto, Interior ha entregado 27 medallas a comisarios, 47 a inspectores jefe y 41 a inspectores. En total, si se suman otras 11 que han recibido comisarios e inspectores jubilados, la cifra asciende a 126 distinciones que han ido destinadas a jefes de la corporación. En el lado contrario, tan sólo 64 funcionarios de las escalas inferiores han sido premiados con la medalla roja.