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La bandera, Pisarello y el lobby argentino que hace propaganda de Junts pel Sí
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los argentinos entran en la política catalana

La bandera, Pisarello y el lobby argentino que hace propaganda de Junts pel Sí

Un nutrido grupo de inmigrantes argentinos, en su mayoría independentistas, ha desembarcado en las dos principales candidaturas que concurren este domingo en las elecciones autonómicas catalanas

Foto: El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarelo (4i), durante los actos de la Mercé. (EFE)
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarelo (4i), durante los actos de la Mercé. (EFE)

Gerardo Pisarello es hoy más conocido en toda España. Este jueves impidió que los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona desplegaran la bandera española en el balcón del consistorio durante los actos del Día de la Mercé, patrona de la ciudad. Pisarello ya era relevante en algunos círculos, pero ha sido ese gesto el que ha terminado de catapultarlo al estrellato.

Nacido en Argentina en 1970, llegó a España en 2001 huyendo de su país como muchos otros compatriotas. Es doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y da clases de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona. En 2007 se convirtió en vicepresidente del Observatorio DESC (Derechos Económicos, Sociales y Culturales), una plataforma sin ánimo de lucro que integra a abogados, economistas y urbanistas y que tiene como principal objetivo la difusión y defensa de pensamiento crítica, asambleario y antisistema.

El pasado mayo dio oficialmente el salto a la política al concurrir como número dos en las listas de unidad popular de Barcelona en Común encabezada por Ada Colau. La victoria de Barcelona en Común convirtió a Pisarello en primer teniente de alcalde del Ayuntamiento. En las semanas siguientes, asumió por ejemplo un protagonismo especial durante la retirada del busto de Juan Carlos I del salón de pleno del Consistorio. Quiso presenciar en primera fila las maniobras de los operarios. “Se colocó en la época franquista”, declaró luego. “Es de sentido común retirarlo”.

Pisarello también mantiene un estrecho vínculo con Pablo Iglesias. Coincidieron en la Complutense (el líder de Podemos estudió Derecho antes de Ciencias Políticas) y han compartido amistades desde entonces. La relación se ha intensificado aún más en los últimos meses. Ambos aparecen juntos en las fotos que realizó Iglesias el pasado 26 de junio tras quedarse encerrado en un ascensor del Ayuntamiento de Barcelona junto a otros dirigentes de Barcelona en Común. El secretario general de la formación morada había acudido a la Ciudad Condal para reunirse con Colau, y el político de origen sudamericano fue uno de los que participó en ese encuentro de confluencia.

La escena de la bandera cuestiona las tesis que apuntan a que la declaración unilateral de independencia de Cataluña sólo será posible si las candidaturas de Junts pel Sí y las CUP suman los 68 escaños que les otorgarían la mayoría absoluta. No está tan clara la postura que adoptarían los diputados de Catalunya Sí que es Pot, la candidatura natural de Pisarello. Después de todo, el número 2 de Colau también se mueve en la órbita independentista. La negación de los símbolos españolistas por sus supuestas connotaciones franquistas ha forjado, al fin y al cabo, un hilo directo con el movimiento secesionista, que también combate la presencia de España en Cataluña aunque sea por otros motivos.

Intentan convencer a sus compatriotas equiparando la independencia de Cataluña a la supuesta legítima anexión de las Islas Malvinas a Argentina

Pisarello procede además de una comunidad de inmigrantes que ha forjado insignes independentistas. El pasado 4 de septiembre, se presentó en Barcelona la Plataforma Argentinaper la Independencia, una sección de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) promovida por dirigentes del Casal Argentino de la ciudad condal (CAB), una asociación que se creó en 2001 para ofrecer asistencia social y psicológica a los argentinos que llegaban a Cataluña huyendo de la crisis económica.

El pasado mayo, el Casal celebró que su compatriota Pisarello fuera designado para un cargo político de tanta relevancia. Estrictamente, el Casal carece de ideología. Se ha posicionado a favor del derecho a la autodeterminación pero ha preferido no opinar como institución sobre la independencia. Sin embargo, dos de sus responsables han decidido posicionarse abiertamente a favor de la ruptura con España y canalizar su labor de proselitismo a través de Argentins per la Independencia. Se trata del periodista argentino Diego Arcos, secretario y fundador del Casal, y de Andrés Luis Ravier, un técnico impresor y grafista de la misma nacionalidad que ocupa la dirección del Casal en la comarca del Llobregat.

Los argumentos que esgrimen para unirse a la causa independentista y apoyar expresamente la lista de Junts pel Sí son, sobre todo, de tipo histórico. Aseguran que Cataluña tuvo un papel fundamental en la independencia de su país a principios del XIX. “Cuando empezamos a rascar nos dimos cuenta de que el papel de los catalanes en la construcción de Argentina fue mucho mayor de lo que nos habían explicado”, sostiene Diego Arcos. “Sin ir más lejos, nuestra concepción republicana y federalista es la traslación a América de lo que eran los Fueros catalanes. El máximo exponente del federalismo en el continente es José Artigas, que proviene de una familia de la Franja de Ponent”, la comarca de Aragón que linda con Cataluña. Andrés Ravier es aún más contundente: “El problema es que la Constitución española fue hecha por la continuidad de la dictadura. ¿Ahora hay que respetarla? ¡Y un huevo!”.

Las justificaciones parecen endebles (también intentan convencer a sus compatriotas equiparando la independencia de Cataluña a la supuesta legítima anexión de las Islas Malvinas a Argentina, un proceso completamente opuesto), pero han sido utilizados por algunos inmigrantes de esta comunidad para emprender un viaje hacia el secesionismo en el que han pasado por encima a familias con una larga trayectoria de militancia en esa corriente.

El proceso no ha sido tan casual. Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) ha hecho un esfuerzo en los últimos años por conseguir apoyos entre los inmigrantes suramericanos. Su Fundación Nous Catalans, encargada de la difusión de su programa entre la población extranjera, dispone de una sección latina (Espai Latino) que se ha dedicado en los últimos meses a introducir el mensaje soberanista en las celebraciones del día de la independencia de las comunidades ecuatoriana, bolivariana y hondureña, entre otras. El dinero de Nous Catalans sale de CDC y de otra fundación del partido, CatDem, implicada por la Guardia Civil en el cobro de comisiones ilegales del 3% a cambio de obras públicas. El máximo responsable de Nous Catalans, Angel Colom, militante de CDC, también estuvo implicado en el cobro de comisiones del caso Palau, pero eso no impidió que Artur Mas le encomendara la captación de votos entre la población inmigrante. Se da la circunstancia de que la mano derecha de Colom es otro argentino, Rodrigo Roco, responsable de Espai Latino para la comunidad de inmigrantes de esa nacionalidad y alineado también con Convergencia.

Con todo, son otros los argentinos que más han contribuido al procés. La independentista más célebre de esa nacionalidad es la monja Lucía Caram, habitual de las tertulias de televisión y abiertamente defensora de Artur Mas, aunque ha preferido no participar en actos de Junts pel Sí. Eso no ha impedido que la lista que lidera Raul Romeva haya utilizado su tirón mediático para tratar de sumar respaldos. La otra argentina independentista que arrastra multitudes es la periodista Patricia Gabancho, que llegó a España con 22 años y ha acabado convirtiéndose en una firma defensora de la cultura y lengua catalanas. De hecho, publica en ese idioma. Es tertuliana habitual de TV3.

Pisarello culminó con su gesto en el balcón del Ayuntamiento el idilio que una nutrida representación de la comunidad argentina asentada en Cataluña mantiene con el proceso independentista, pero no es el único de esa nacionalidad que tiene un puesto relevante en los nuevos partidos. Otro argentino, Álvaro Dante Fachín, fue elegido candidato de Podemos a las elecciones del 27-S. Finalmente, tras la integración de Podemos en Catalunya Sí que es Pot, ha pasado a ocupar el quinto puesto de esta lista.

Gerardo Pisarello es hoy más conocido en toda España. Este jueves impidió que los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona desplegaran la bandera española en el balcón del consistorio durante los actos del Día de la Mercé, patrona de la ciudad. Pisarello ya era relevante en algunos círculos, pero ha sido ese gesto el que ha terminado de catapultarlo al estrellato.

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