“Antes iba a las 'manis' y ahora me han puesto de concejal de Policía. ¿Qué hago?”

Hace cuatro años estaban en las plazas del 15M o estudiando en la universidad. Desde el pasado 24M ocupan las instituciones municipales, ya sea gobernando o ejerciendo la labor de oposición. En total, un tercio de los concejales que tomaron posesión de sus actas hace ahora tres meses son nuevos. En su mayoría portan con orgullo la etiqueta de “ciudadano” y rechazan la de “político profesional”. Representan lo que se ha dado en llamar “nueva política”, pero su día a día se desarrolla en “viejas instituciones”, por lo que los cursos acelerados sobre procedimientos administrativos y derecho básico son una urgencia para la mayoría de ellos. Al menos, “hasta que cambiemos las dinámicas burocráticas”, anticipa con sorna Francisco Garrobo, activista vecinal y miembro de CUP Capgirem en el Ayuntamiento de Barcelona.

Las segundas jornadas para formación de nuevos concejales y candidaturas del cambio, que acogió este sábado el Colegio de Abogados de Madrid, se organizaron precisamente con el objetivo de ofrecer soluciones actuales a los principales problemas de la administración pública, tanto en los ámbitos económicos y de financiación, como en los ámbitos de seguridad y control de la aplicación idónea de la fuerza pública, todo en relación con las nuevas herramientas de administración electrónica y gobierno abierto. La iniciativa surge del grupo de juristas del 15M en Barcelona, coordinados por Josep Jover, auditor, gestor de conflictos y abogado especialista en Derechos humanos de tercera generación.

“Cuando nuestros chicos, los perrofalutas de ayer a los que asesorábamos, entraron en las instituciones decidimos disolvernos porque ya no teníamos razón de ser”, recuerda. Sin embargo, todo se reactivó cuando recibió una llamada de uno de esos “chavales”, que entre la ingenuidad y el SOS le espetó: “Yo estaba hace nada en la calle haciendo manifestaciones y ahora me han puesto de concejal de policía. ¿Cómo debo tratarlos?”, recuerda jocoso Jover. Ayudar y asesorar en los conflictos diarios con los que se topan los 'concejales del cambio' es la labor de estos especialistas, que a modo de curso intensivo repasaron en estas jornadas.

Como resume este abogado barcelonés, se trata de “ofrecerles un kit de lo que se debe hacer y lo que no para evitar cometer errores”. Los debates entre los concejales venidos de diferentes municipios de Madrid, pero también de Barcelona y otras provincias límitrofes a la capital, se suceden atropelladamente. Comparten y confrontan posturas con los especialistas, al tiempo que toman notas sin parar, intecambian teléfonos y, en definitiva, crean redes de “apoyo mutuo y colaboración”, siguendo los principios quincemayistas.

Brianda Yáñez es concejal de Transparencia en Alcalá de Henares por Somos Alcalá, una agrupación de electores apoyada por Podemos y Equo que gobierna en coalición con el PSOE en este municipio de más de 200.000 habitantes. El mitin de arranque de Podemos el pasado 24M, con Pablo Iglesias y toda la plana mayor del partido, se celebró allí. Centra sus preguntas en temas de financiación, para paliar la emergencia social que vive el municipio y luchar contra el desempleo. Expone su proyecto de implantar una moneda social y el especialista en financiación de iniciativas locales, Marcelo Abbad, le ofrece sus consejos y advertencias sobre las limitaciones de su funcionamiento.

“Es verdad que la moneda social tiene sus riesgos, de ahí la labor del Ayuntamiento de guiar los procesos, hacer pedagogía económica y utilizarlas no como finalidad sino como herramienta transversal para facilitar las cosas”, comenta la edil. Tras el breve intercambio deciden quedar, hablar más sosegadamente y estudiar a fondo esta y otras iniciativas. La red se va tejiendo.

La nueva edil de Alcalá dio el paso para presentarse, dice, “después de que me insistiesen mucho y no fue fácil la decisión”. Entre los conflictos con los que tiene que lidiar a cotidiano, y que entorpecen su labor, cita que “cuando entramos nos encontramos todo como el paleolítico en cuanto a la gestión. Yo también llevo la parte informática y hay un gran desfase y obsolescencia porque no se ha apoyado la formación de los profresionales, son muy poquitos, y a nivel administrativo la burocracia es muy pesada, además de que apenas había nada digitalizado”.

Garrobo reconoce que “estamos aún verdes, pero es cuestión de tiempo”, y ensalza la labor de los funcionarios: “Son los que marcan los tiempos. Antes no se les hacía ni casa y se colocaban a dedo, pero ellos son los que saben y deben realizar el trabajo técnico, mientras que el Gobierno debe hacer política”. Este reconocimiento, así como el nuevo papel protagonista que se les ha dado, es también una de las máximas más repetidas por la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena.

El militante de Pirates Catalunya, para quien la Fiscalía pide cuatro años de prisión por liderar un piquete en Barcelona durante la última huelga general, se muestra optimista sobre el futuro y la evolución de estos meses: “Los que vengan detrás ya no van a tener los mismos problemas que nos encontramos nosotros”. Esperanzando y relantando con una pasión impropia entre la clase política todos los proyectos que están llevando a cabo, anticipa que esta primera legislatura servirá para formarse mucho más, aprender y que “en cuatro años se puedan conseguir muchos más ayuntamientos”.

El pasado fin de semana, el alcalde de A Coruña por la Marea Atlántica, Xulio Ferreiro, reivindicaba la ingenuidad en política. "Somos inexpertos y todavía pisamos algunas trampas. No pasa nada. Al contrario, ojalá conservemos esta ingenuidad hasta el último día", arengó en un encuentro en Barcelona entre regidores que lideraron listas de unidad popular, entre ellos los de Madrid, Barcelona, Badalona, Santiago, A Coruña, Cádiz, Pamplona y Zaragoza.

Dosis de ingenuidad mezcladas con ganas de aprender y hacer bien las cosas, siempre apeándose de la etiqueta de políticos profesionales. Así son los concejales del cambio, que han saltado de las calles a las instituciones. Eso sí, no se olvidan de donde vienen, pues tras las jornadas, muchos de ellos pensaban acudir a una manifestación celebrada en Madrid en apoyo a las personas refugiadas.