Fernández Díaz no convence a la oposición, que insiste en pedir su “irrevocable dimisión”

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no ha logrado convencer a la oposición. En la comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de este viernes, solicitada por el ministro pero también por otros grupos parlamentarios, ha mantenido la línea del comunicado de prensa enviado días después de que se hiciera pública la entrevista con el exvicepresidente y exbanquero imputado Rodrigo Rato. Y sólo ha dado un dato nuevo: Rato acudió para asegurarse de mantener su escolta, preocupado por al menos 400 tuits amenazantes.

Durante alrededor de una hora, Fernández Díaz ha enumerado las causas éticas que le llevaron a intentar tratar la reunión con Rato con “prudencia y confidencialidad” hasta que, debido a la irrupción de los medios y de los demás grupos políticos, tuvo que “romper sus máximas” y exponer los motivos del encuentro.

Según el ministro, el pasado 29 de julio recibió a Rato, acompañado sólo durante unos minutos por su jefe de gabinete, en la sede del ministerio en el madrileño Paseo de la Castellana con transparencia, “luz y taquígrafos”, y no en una “gasolinera ni en una cafetería” para tratar un tema que merecía su “prudencia y confidencialidad”, la seguridad del exvicepresidente. Y es que ante la reducción de 465 a 164 personas protegidas, a Rato le preocupaba la continuidad de su escolta, pues según ha contabilizado el ministro, ha recibido más de 400 tuits que amenazan su vida y la de su círculo íntimo.

“Perdía el tiempo yo pensando que los trabajadores del Ministerio iban a guardar la confidencialidad”, ha dicho el ministro, decepcionado ante la “desalentadora realidad” de sentir que con “voracidad electoral” se haya provocado una fuerte desconfianza hacia su labor. “Para nada” la reunión tenía como fin tratar sobre la situación procesal de su excolega de partido, ha dicho, al tildar de “irresponsables” las denuncias presentadas por el PSOE y de “erróneos” algunos datos de la información que reveló la reunión.

Para el ministro “parece mentira que alguien pueda mínimamente dudar” de su integridad y de que pudiera haber pensado que interferiría “en la situación procesal del señor Rato”, cuando las investigaciones que sigue la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre un supuesto blanqueo de dinero y su gestión al frente de Bankia se encuentran en una “pieza secreta”.

Una explicación "Increíble"

A su turno, los grupos parlamentarios han enumerado más de medio centenar de preguntas que a su juicio quedaban por responder después de una exposición que algunos, como el portavoz en esta comisión por el Grupo de Izquierda Popular, Ricardo Sixto Iglesias, han tachado de “milonga” y de “increíble”. Otros calificativos dedicados a la primera intervención de Fernández Díaz fueron de "ofensiva", "bochornosa" y "patética" a considerar que toma “por tontos y por idiotas” a los diputados y que parece “una broma”.

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha cuestionado al ministro por validar con su explicación que alguien con conocidos en altos puestos trate de acortar distancias para solucionar sus problemas, argumento que Xabier Errekondo, de Amaiur, ha llevado más allá al identificarlo como “un aviso a navegantes. O solucionáis mi caso, o tiro de la manta”.

Otros, como el portavoz socialista, Antonio Trevín, cuyo grupo ha elevado la reunión a la Fiscalía a través de una denuncia, han dudado de la verdadera preocupación de Rato, que ha sido visto “en su vespa azul” por Gijón en los últimos días. En el turno de réplica, Fernández Díaz no ha querido entrar a detallar la naturaleza amenazante de los tuits. “Cuando estoy hablando de amenazas, estoy hablando de amenazas, y me tengo que quedar ahí porque ya he ido demasiado lejos”, ha insistido.

Pero en la Comisión se ha cuestionado que la persona indicada para solucionar la situación de seguridad de Rato fuese el ministro, puesto que en otras ocasiones el interlocutor es el director de la Policía. Y las bromas no han tardado en aparecer tanto en las intervenciones como en los pasillos, al punto de que algunos diputados han dicho estar dispuestos a instalarse de manera permanente en la sede del Ministerio del Interior, a juzgar por los tuits que reciben con frecuencia. "No ridiculicen", ha condenado el ministro.

Comunicación con Rajoy y Rato

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, advirtió esta semana de que la explicación de Fernández Díaz no tendría "nada de particular", predicción que ha sido confirmada por algunos diputados en sus exposiciones. Según ha relatado el ministro, él mismo se puso en contacto con el presidente nada más conocer la información publicada por el diario El Mundo el pasado 8 de agosto para darle las explicaciones pertinentes. También en turno de réplica ha reconocido que después de la reunión del pasado 29 de julio no ha vuelto a tener trato con Rato con quien, ha enfatizado, hacía "mucho mucho tiempo" que no hablaba personalmente, sin llegar a saber si "meses o años". Tampoco tiene constancia de haber hablado recientemente con otro imputado, "podría ser", ha dudado.

Fernández Díaz ha concluido su exposición sin hablar de Rato y con un repaso de sus 36 años de trayectoria política para lamentarse: "Creer demasiado en la buena fe del adversario político no es una uestradeconfianza, sino una muestra de ingenuidad".