Granados ayudó a su amante brasileña a montar una agencia de azafatas en Madrid
Las grabaciones del sumario de la ‘Púnica’ revelan que el exconsejero madrileño tenía una buena amiga con la que compartía negocios y vivienda, y a la que confesó que iba a separarse de su mujer
Las transcripciones de los pinchazos telefónicos que la Guardia Civil hizo a los principales implicados en el caso 'Púnica', recogidas en el sumario judicial, revelan no solo el nivel de infiltración e influencia que la trama tenía en el poder político y en la capacidad para amañar contratos públicos, también reflejan los aspectos más íntimos y personales de los principales protagonistas. Por ejemplo, esos pinchazos sirvieron a los investigadores para poner nombre y apellidos a una mujer muy cercana a Francisco Granados, exsenador y exconsejero madrileño, y uno de los cerebros de la trama junto a su amigo el empresario David Marjaliza.
Los pinchazos dejan entrever que Granados tiene una amiga íntima, de nacionalidad brasileña, y que pudo ayudarla económicamente para montar la agencia de modelos y azafatas que la mujer dirige en Madrid, una agencia que tiene su sede en la calle Porvenir de la capital. El sumario judicial presenta a Cristiane Jucar Guimaraes Pinto como la presunta amante del otrora poderoso político madrileño. Cristiane es la administradora única de la empresa New Oe Personal Events SL. La sociedad fue constituida en abril de 2013 y según la información del registro mercantil solo tiene cuatro empleados, tres de ellos temporales. En 2013 la agencia tuvo ventas por valor de 120.000 euros.
Entre los clientes de la agencia, el Atlético de Madrid (Granados es seguidor de este equipo y buen amigo de su presidente, Enrique Cerezo). A pesar de tener solo cuatro empleados, la gama de trabajos que la agencia de Cristiane ofrece en su web es amplísima: desfiles de moda, ferias, conciertos, seminarios, actos deportivos, entregas de premios, actos protocolarios, turismo, publicidad, relaciones públicas e incluso dietética y nutrición...
A pesar de que no es uno de los focos de la investigación, las grabaciones recogen varias llamadas entre Granados y Cristiane en agosto y septiembre de 2014, semanas antes de la detención del expolítico madrileño, actualmente en prisión. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que centralizó los pinchazos, no recoge muchas de las conversaciones tras catalogarlas como “temas íntimos”. Pero los agentes sí transcribieron conversaciones que la UCO reflejó por considerarlas importantes.
Abandonar a su mujer
Al parecer la pareja lleva cuatro años de relación. El 30 de agosto de 2014, Granados le indica a Cristiane que tiene intención de separarse, “que en cuanto tenga su situación un poco enderezada lo hace”. Ella responde que está cansada de la situación que tienen. Granados está casado con Nieves Alarcón, también imputada en el caso. La pareja hablan también de dinero y negocios. "Granados dice que él paga 2.000 euros del alquiler, que ya le ha dado 3.000 euros, que 1.000 euros eran para un vestido. Hablan de que el acuerdo era que él le pagaba el piso y ella pagaba a la sirvienta, que son 400 euros. Granados dice que la empresa les está costando mucho dinero, que todo lo hace como si fuera una inversión, que espera que algún día ella le pueda mantener a él”, recoge el informe de la UCO.
La empresa de la que hablan y parece que comparten es la agencia de azafatas, según fuentes solventes. Y el piso del que hablan se refiere a una casa donde ella vive y que él visitaba con frecuencia, situada en la calle Castelló de Madrid, según las mismas fuentes. Otra de las grabaciones recoge que “Cristiane dice que estuvo hablando con la mujer del responsable de Mahou en Granada, que está interesada en su agencia para un evento que próximamente va a realizar". Al parecer, entre los clientes de la agencia están dos marcas de cerveza, Mahou y San Miguel. También un centro social de Boadilla del Monte.
Las llamadas entre ambos son frecuentes. En otra grabación, la UCO también refleja que Cristiane le dice a Granados que "ella se va a ir un mes de vacaciones y él le dice que no, que ella se tiene que quedar atendiendo el negocio”. De otras conversaciones se puede deducir que Granados estuvo ayudando a Cristiane a conseguir la nacionalidad española, para lo cual pidió ayuda al comisario de Barajas, Carlos Salamanca, con quien mantiene una buena relación. Este comisario estuvo imputado por su relación con la mafia china desarticulada en la ‘Operación Emperador’, aunque finalmente su acusación quedó archivada. El Confidencial se ha puesto en contacto con Cristiane Jucar, que ha declinado hacer declaraciones.
Las transcripciones de los pinchazos telefónicos que la Guardia Civil hizo a los principales implicados en el caso 'Púnica', recogidas en el sumario judicial, revelan no solo el nivel de infiltración e influencia que la trama tenía en el poder político y en la capacidad para amañar contratos públicos, también reflejan los aspectos más íntimos y personales de los principales protagonistas. Por ejemplo, esos pinchazos sirvieron a los investigadores para poner nombre y apellidos a una mujer muy cercana a Francisco Granados, exsenador y exconsejero madrileño, y uno de los cerebros de la trama junto a su amigo el empresario David Marjaliza.