Caso Púnica: la trama intervino hasta para amañar contratos de recogida de ropa usada

La investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el caso Púnica ha permitido descubrir que la presunta trama corrupta intervino incluso en la adjudicación de contratos para la recogida de ropa usada, una actividad delictiva desconocida hasta ahora. Así consta en uno de los informes elaborados por la UCO e incluso en el sumario del procedimiento, al que ha tenido acceso El Confidencial.

En el presunto amaño estaría implicado el exalcalde de Moraleja de Enmedio, Carlos Estrada, detenido el pasado mes de junio por su presunta implicación en la adjudicación irregular de un contrato energético multimillonario al gigante francés Cofely. Pero el dirigente del Partido Popular también habría cometido otros delitos en calidad de presidente de la Mancomunidad de Municipios del Suroeste de Madrid.

En concreto, la Guardia Civil señala que, en diciembre de 2011, Estrada firmó un convenio para la colocación de contenedores dedicados a recogida de ropa usada en las localidades de la Mancomunidad con la mercantil Recuperaciones Oasis SL. La UCO aprecia que en ese primer acuerdo pudieron producirse irregularidades, pero desvela a continuación que, tres años después, en octubre de 2014, el propio Estrada mantuvo conversaciones telefónicas posteriormente con uno de los presuntos cerebros de Púnica, el constructor David Marjaliza, para conseguir que el Ayuntamiento de Valdemoro firmara un convenio idéntico de recogida de ropa con Recuperaciones Oasis.

Los investigadores concluyen en el informe que, “a la vista de los hechos”, se considera al exalcalde del Partido Popular de Moraleja de Enmedio “presunto autor de un delito de tráfico de influencias al ejercer presión o insistencia sobre un tercero, en este caso David Marjaliza, al objeto de que éste último hable con el alcalde del municipio de Valdemoro, José Carlos Boza [también imputado], para que se adjudique el contrato 210/2013 a la mercantil Recuperaciones Oasis SL con la finalidad de beneficiar a Olga Fernández, gerente de dicha sociedad”.

Hasta ahora habían trascendido los presuntos pelotazos de la trama en el mercado inmobiliario, el amaño de contratos municipales para eficiencia energética y el pago con fondos públicos de campañas de imagen en internet y redes sociales para dirigentes políticos, pero se desconocía que Púnica también había tratada de corromper la adjudicación de contenedores para ropa usada.

En el registro de la vivienda de Carlos Estrada, los agentes de la Guardia Civil localizaron “una pistola marca Glock modelo 26 (9 milímetros Parabellum) con número de serie KGA965, dos cargadores y munición de 9 milímetros Parabellum (50 cartuchos)”.