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División en Podemos ante la negativa de Iglesias a sumarse con IU a la unidad popular
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LA CORRIENTE CRÍTICA ABRE EL DEBATE EN VALENCIA

División en Podemos ante la negativa de Iglesias a sumarse con IU a la unidad popular

En Cataluña y Galicia las bases ya trabajan por la confluencia en la Marea Galega y Catalunya en Comú, respectivamente, al margen de la dirección, y a nivel estatal los críticos ganan peso

Foto: Encuentro entre Alberto Garzón (IU) y Pablo Iglesias (Podemos). (EFE)
Encuentro entre Alberto Garzón (IU) y Pablo Iglesias (Podemos). (EFE)

El no rotundo de Pablo Iglesias al candidato de IU Alberto Garzón, junto a la condición de mantener las siglas de Podemos en los únicos territorios donde estaría dispuesto a confluir (Galicia, Cataluña y Valencia, pues es donde menos músculo tiene) ha generado división entre las bases que ya trabajaban en común con otras fuerzas de cara a articular una candidatura de unidad popular en las generales. No solo entre los militantes que conformaron las exitosas candidaturas municipalistas en Madrid, Barcelona, A Coruña o Zaragoza, sino entre corrientes autonómicas y a nivel estatal. Entre estos últimos destacan los impulsores de Abriendo Podemos, sector crítico conformado por diputados y miembros fundadores del partido cercanos a Anticapitalistas.

Su principal pretensión se centra en abrir el debate sobre la necesidad de articular un frente amplio, sin líneas rojas de partida y contando con todos los actores del cambio. Una propuesta que está recabando apoyos en diferentes territorios, y que para aglutinarlos y diseñar una hoja de ruta conjunta ya están preparando una agenda de encuentros con diferentes fuerzas. La primera cita se producirá este fin de semana en Valencia, y bajo el lema “unidad popular y elecciones generales” participarán miembros de Abriendo Podemos, Compromís, Esquerra Unida, de las candidaturas municipalistas Guanyem Alacant o Guanyem Valencia y plataformas como Frente Cívico o Ahora en Común.

El objetivo de este primer encuentro pasa por discutir con fuerzas afines su proyecto para las generales y que cada una exponga “su modelo y concepto de unidad popular, así como el método” para articularla, explican desde Abriendo Podemos. En las próximas semanas se reproducirán estos mismos debates en otros lugares que se irán confirmando sobre la marcha en función de las disponibilidades. En Galicia, por ejemplo, la corriente Podemos Cambiar Galicia ya está participando activamente en la Marea Galega, junto a otras fuerzas como Esquerda Unida, Anova y Equo, además de movimientos sociales, para reproducir en el ámbito autonómico la experiencia de las mareas locales. El BNG, que en los últimos comicios se presentó en solitario, también ha dado pasos orgánicos para sumarse a la denominada marea autonómica.

La participación de los círculos e incluso cuadros dirigentes de Podemos en este proceso se visibilizó en los encuentros del pasado fin de semana, en los que participó Alberto Garzón junto a algunos alcaldes auspiciados por candidaturas populares. Todos estos sectores coinciden en diluir las siglas y favorecer el protagonismo ciudadano en las candidaturas. “El clima sobre la unidad popular es total en Galicia, y coincide plenamente con nuestra idea porque no se quiere una sopa de siglas ni que ninguna fuerza política lidere el proceso”, resume el diputado y candidato de IU. “Tuvimos mucho apoyo de los círculos de Podemos”, añade. Un apoyo que contradice las líneas rojas defendidas por su secretario general, que antepone la unidad popular a que lleve las siglas de Podemos y cuente con su liderazgo.

Dos pretendientes para una novia

Tanto Garzón como Iglesias se disputan las mismas “novias” en estos territorios para ir de la mano a las generales. Si bien las condiciones que impone el secretario general de Podemos para dar el sí quiero han provocado que a día de hoy las mareas se sientan más cómodas con IU. En Cataluña, ICV y Procés Constituent, el partido liderado por Teresa Forcades, también tienen más coincidencias de partida con Garzón que con Iglesias respecto al modo de articular un hipotético Catalunya en Comú, donde desaparecerían las siglas de Podemos (línea roja de la dirección para sumarse a la confluencia).

Una buena parte de las bases de Podem, además de su propio candidato Albano Dante, cofundador de Procés Constituent y cercano a las CUP, con las que llevó casos de corrupción al Parlament, apuestan por candidatura conjunta en la que no tenga porque ir el nombre de Podemos en su papeleta. De hecho, la elección de Dante, apoyada por la dirección en Madrid, fue un guiño de generosidad y predisposición al entendimiento con el resto de fuerzas rupturistas en Cataluña.

Histórico activista y firme defensor de las candidaturas unitarias, en su manifiesto de presentación como candidato de Podem, titulado “abrir un proceso constituyente desde abajo”, apostaba por aglutinar una mayoría del cambio. Un escenario que por ahora rechazan las CUP, principalmente porque ICV-EuiA y Podem, dicen, tienen una apuesta estratégica que no es la independencia de Cataluña. Sin embargo, no han querido cerrar totalmente la puerta y no descartan por completo que esta alianza sea posible, incluso de cara al 27-S. De materializarse, las CUP darían el empujón definitivo a un hipotético Catalunya en Comú que, según el último sondeo de GSOP para El Periódico, serviría para desempatar con la lista liderada por el president Artur Mas.

La minigira de Pablo Iglesias por Cataluña, que remata hoy en Barcelona, tiene como telón las próximas elecciones catalanas y, por tanto, las negociaciones para articular el frente amplio, tanto de cara al 27-S como a las generales. La formación de Alberto Garzón estará sí o sí en las candidaturas de unidad popular, según reiteran, pero todavía está por ver la postura final que adopte Podemos. El debate está abierto entre sus bases, divididas a nivel del Estado pero más próximas a la confluencia sin condiciones en Galicia y Cataluña.

El portazo de Iglesias a Garzón en el encuentro mantenido por los líderes de ambas formaciones este miércoles, sumado a las duras declaraciones contra IU en diversos medios de comunicación que le precedieron, ha levantado más críticas que aplausos internamente. Por su parte, el candidato de la coalición de izquierdas admite las diferencias, pero no tira la toalla: “Hay que salvar las distancias de cara a las generales porque la unidad popular debe estar por encima de las siglas".

Para Garzón, el clima de la calle "es favorable a que nos entendamos, y nosotros vamos a seguir dialogando, no solo con Podemos, sino con todo el mundo, y dejarnos la piel en construir la unidad popular”. De no cumplirse este objetivo, advierte a la dirección de la formación morada, “sería un drama porque ninguna de las dos fuerzas será un instrumento útil para el cambio, ya que la ley electoral nos penaliza”.

El no rotundo de Pablo Iglesias al candidato de IU Alberto Garzón, junto a la condición de mantener las siglas de Podemos en los únicos territorios donde estaría dispuesto a confluir (Galicia, Cataluña y Valencia, pues es donde menos músculo tiene) ha generado división entre las bases que ya trabajaban en común con otras fuerzas de cara a articular una candidatura de unidad popular en las generales. No solo entre los militantes que conformaron las exitosas candidaturas municipalistas en Madrid, Barcelona, A Coruña o Zaragoza, sino entre corrientes autonómicas y a nivel estatal. Entre estos últimos destacan los impulsores de Abriendo Podemos, sector crítico conformado por diputados y miembros fundadores del partido cercanos a Anticapitalistas.

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