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Sánchez, tras posar con la bandera y fichar a Sevilla, apela a la clase media
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Sánchez, tras posar con la bandera y fichar a Sevilla, apela a la clase media

Empieza su precampaña dispuesto a romper el discurso del PP sobre su entrega a una especie de frente de izquierdas, populista y de nacionalismos periféricos

Foto: Pedro Sánchez durante la reunión del plenario de los grupos socialistas del Congreso, Senado y Parlamento Europeo. (EFE)
Pedro Sánchez durante la reunión del plenario de los grupos socialistas del Congreso, Senado y Parlamento Europeo. (EFE)

Después del fondo de escenario con bandera nacional y de aparecer de la mano de su mujer en su presentación como candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez también se acuerda de las clases medias. El secretario general del PSOE sigue en campaña para darse un baño de imagen de moderación después de pactar con Podemos y los partidos nacionalistas e independentistas en cada rincón de la España autonómica y municipal. En el pleno del Congreso, ha acusado a Mariano Rajoy de haber “hundido” a “la clase media trabajadora” y se ha ofrecido para salvarla.

Sánchez empieza su precampaña dispuesto a romper el discurso del PP sobre su entrega a una especie de frente de izquierdas, populista y de nacionalismos periféricos para tomar el poder en las próximas elecciones generales. Patria, familia y corbata, al estilo de las carreras por la presidencia de los Estados Unidos, para centrarse ante su electorado más tradicional. Un sector social al que el dirigente socialista pretende cultivar con el fichaje de un economista del PSOE pero moderado como Jordi Sevilla y con una crítica directa y nueva al Gobierno por haber perjudicado a la clase media con las subidas de impuestos.

El jefe del principal partido de la oposición, que ya no cuestiona la recuperación económica, critica sus consecuencias porque, a su juicio, “perpetúa un modelo de desigualdad” en el que “la clase alta es cada vez más alta y la clase media, más baja". Sánchez se lió con las preposiciones en el remate final de su interpelación y remató con la frase “usted no tiene ninguna credibilidad respecto a los españoles” cuando se supone que llevaba escrito o aprendido que tenía que decir que el presidente del Gobierno carece de credibilidad ante los españoles.

Rajoy respondió a las nuevas preocupaciones de Sánchez con los datos de la herencia recibida del Gobierno socialista en diciembre de 2011: España al borde de la quiebra y condenada al rescate y 3,4 millones de empleos destruidos. Para el presidente del Gobierno la mayor crisis económica conocida en décadas sí que generó una gran desigualdad, por lo que propuso seguir con las políticas de su Gobierno y “no volver a las suyas”, las que trajeron el desastre de la anterior legislatura.

El jefe del Ejecutivo insistió en que los hogares lo han pasado "muy mal" como consecuencia de la crisis, pero que ahora la situación se está revirtiendo como demuestra que están disminuyan el número de familias con todos sus miembros en paro y el número de personas en situación de desempleo. No obstante, reconoció que "es verdad que queda mucho por hacer".

Después del fondo de escenario con bandera nacional y de aparecer de la mano de su mujer en su presentación como candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez también se acuerda de las clases medias. El secretario general del PSOE sigue en campaña para darse un baño de imagen de moderación después de pactar con Podemos y los partidos nacionalistas e independentistas en cada rincón de la España autonómica y municipal. En el pleno del Congreso, ha acusado a Mariano Rajoy de haber “hundido” a “la clase media trabajadora” y se ha ofrecido para salvarla.

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