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La Policía española asesora a Ameripol en el nuevo centro contra el cibercrimen
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La Policía española asesora a Ameripol en el nuevo centro contra el cibercrimen

Funcionarios especializados en crimen organizado y ciberdelincuencia asesoran a Ameripol en la implantación del tercer centro policial más importante del mundo, tras los de Interpol y Europol

Foto: Una agente de la Policía Nacional escribiendo en la cuenta de Twitter @policia. (EFE)
Una agente de la Policía Nacional escribiendo en la cuenta de Twitter @policia. (EFE)

El mundo de los delincuentes y sus perseguidores cambia al ritmo de los procesadores informáticos. Las persecuciones callejeras entre policías y cacos ya no son como las ha pintado Hollywood durante décadas. Ni como las han retratado las televisiones americanas en sus telediarios. Las autovías y las avenidas de Nueva York han sido sustituidas por pantallas y cables. Los retratos robot se han convertido en números de IP y las pistolas se manejan a golpe de ratón.

Los criminales ya no son una banda de amigos que se conocen como hermanos, que se ponen las caretas de presidentes del Gobierno y que atracan con fusiles la caja fuerte del banco más conocido de la ciudad. Ahora, muchos de ellos no se han visto en su vida cuando deciden conformar una banda organizada para traficar con drogas, estafar a usuarios o hackear una empresa.

Lejos queda la imagen de los hombres de Ocean reunidos en la habitación de un hotel de Las Vegas preparando el golpe. Los nuevos ladrones están cada uno en su casa en calzoncillos y con patatas fritas. Se reúnen en la deep web –el internet al que no accede Google– para planear e incluso ejecutar sus atracos y se esfuerzan en sembrar pistas falsas que hagan a la Policía rastrear ordenadores remotos localizados en Rusia o en la Patagonia como si estuvieran en España.

La Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) de la Policía Nacional conoce bien las últimas técnicas de los ciberdelincuentes. Su plantilla se ha duplicado en el último año y el departamento cada vez presta más servicios de apoyo a otros departamentos del cuerpo, como la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) o la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco). Su prestigio incluso ha traspasado fronteras y los agentes ahora juegan un importante papel en el desarrollo de la investigación contra el cibercrimen en países con menos experiencia en este campo.

En concreto, la UIT está asesorando a las policías y fiscalías de América en el plan de implantación de un centro contra la ciberdelincuencia en el marco de Ameripol, la red homóloga a Europol del nuevo continente. En concreto, se trataría del tercer centro de ciberseguridad más importante del mundo a nivel policial, tras el que Interpol tiene en Singapur y el que Europol desarrolla en La Haya.

El futuro centro de Ameripol estará previsiblemente ubicado en Colombia, aunque aún está por determinar de forma oficial, ya que es en Bogotá donde actualmente se encuentra la Secretaría Ejecutiva de Ameripol, ubicada en un edificio cedido por la policía del país, donde ya operan oficiales de enlace de las fuerzas de seguridad españolas, holandesas, brasileñas, ecuatorianas, colombianas o dominicanas.

Durante esta semana, una docena de policías y fiscales de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú, Costa Rica, El Salvador, México y República Dominicana se han dado cita en Madrid con el fin de intercambiar información e ideas en torno al desarrollo del mencionado centro contra el cibercrimen y la lucha contra la delincuencia informática. Los policías y fiscales han visitado la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, la Fiscalía contra la Ciberdelincuencia, el complejo policial de Canillas, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) y la Dirección General de la Guardia Civil de la mano de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP).

De este encuentro saldrá previsiblemente un documento que marcará las líneas maestras del centro contra el cibercrimen, las recomendaciones logísticas para ponerlo en marcha y los profesionales de cada cuerpo que figurarán como personas de contacto, según explican fuentes del proyecto, que contará con lafinanciación de la Unión Europea en su futurasegunda fase.

La puesta en marcha del centro contra el cibercrimen será posible también gracias a que el pasado 27 de febrero se pusieron los verdaderos cimientos del proyecto. Ese día se inauguró el Sistema de Intercambio de Información Policial de Ameripol (SIPA), una iniciativa también financiada por la Unión Europea en la que participa activamente el Centro de Proceso de Datos de la Policía española y que representa un punto básico para el intercambio de información de forma segura entre los distintos cuerpos de seguridad involucrados.

Las mismas fuentes aseguran que este año Bolivia, Perú, Colombia, Panamá, Ecuador y Brasil firmarán un convenio por el que autorizarán el intercambio de información sobre delincuentes y potenciarán el SIPA. En la misma línea, está previsto que Ameripol cierre un acuerdo de colaboración con la Escuela Iberoamericana de Policía para formar a agentes iberoamericanos en tareas relacionadas con el crimen organizado, donde se encuadra también la ciberdelincuencia.

El mundo de los delincuentes y sus perseguidores cambia al ritmo de los procesadores informáticos. Las persecuciones callejeras entre policías y cacos ya no son como las ha pintado Hollywood durante décadas. Ni como las han retratado las televisiones americanas en sus telediarios. Las autovías y las avenidas de Nueva York han sido sustituidas por pantallas y cables. Los retratos robot se han convertido en números de IP y las pistolas se manejan a golpe de ratón.

Policía Nacional
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