La trata ‘revienta’ los tribunales: los jueces triplican las condenas en sólo un año

La trata de seres humanos es un delito perseguido en España desde 2010, cuando la reforma del Código Penal introdujo elartículo 177 bis, que castiga a los autores con entre cinco y ocho años de prisión. Tras el cambio legislativo, el Ministerio del Interior inició en abril de 2013 una campaña policial para concienciar a la sociedad y promover la colaboración ciudadana contra el tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual.

El plan dio resultado y la gente respondió. El correo electrónico trata@policia.es y el teléfono 900 105 090 ardieron durante la primera fase de la iniciativa, que duró un año y ocho meses. En diciembre de 2014, la Policía dio por concluida esta fase, que se saldó con 463 operaciones, 1.450 detenidos y 11.751 víctimas potenciales detectadas. En los apenas cuatro meses que lleva la segunda fase (desde enero de este año), la Policía ya ha desarrollado 76 operaciones, ha detenido a 264 sospechosos. Es decir, que los agentes realizan una operación cada dos días.

El Ministerio del Interior decidió pasar a una segunda fase para abrir una nueva y más amplia estrategia que aprovechara la reforma legislativa que mejoraba las condiciones de las víctimas como testigos protegidos. Esta nueva concepción jurídica en torno a las esclavas sexualespermite también a las oenegés que se encargan de su cuidado facilitarles una residencia y encontrarles trabajo con el fin de que rehagan su vida del modo más digno y libre posible.

La segunda fase, por lo tanto, busca incrementar la colaboración con las víctimas y con estas oenegés para que las primeras colaboren con más garantías jurídicasy las segundas puedan hacer mejor su trabajo, explican fuentes policiales.

Los resultados del plan, sin embargo, no comenzaron a notarse inmediatamente en el plano judicial, que es el que al final da sentido a la investigación policial. Jueces y fiscales también tenían que adaptarse a la nueva idiosincrasia del delito, las exigencias que impone la ley o las especiales características de las víctimas, anuladas por el miedo a todo lo que les rodea y dominadas por la desconfianza como pocas.

Conforme las diligencias judiciales avanzaban, las investigaciones se iban transformando poco a poco en sentencias condenatorias. De hecho, según fuentes judiciales, hasta el momento todas las resoluciones emitidas por los tribunales españoles en torno a este nuevo delito han sido condenatorias y el número aumenta casi exponencialmente conforme pasa el tiempo.

Las mismas fuentes aseguran, de hecho, que durante 2014 se triplicó el número de sentencias condenatorias respecto al año anterior, lo que hace concluir que el plan policial contra la trata está encontrando el respaldo buscado en el ámbito judicial a pesar de la juventud del tipo penal.

La colaboración ciudadana, explican fuentes policiales, también está resultando clave para sacar adelante las investigaciones. Los 2.000 avisos de la población que la Policía recibió durante la primera fase permitieron liberar a 44 víctimas y arrestar a 56 personas, además de iniciar decenas de diligencias.

La Policía recibe informaciones clave para avanzar en las pesquisas tanto procedentes de víctimas como de vecinos que han visto u oído cosas sospechosas en su zona de residencia, aunque también provenientes de clientes, que probablemente son los que más elementos de juicio pueden llegar a tener sobre si la prostituta que han contratado es o no una esclava sexual.

En este último puntoel Ministerio no aporta datos, pero no son pocos los clientes que han colaborado con la Policíay cuyo testimonio ha servido para condenar a los tratantes de personas.De hecho, el inspector jefe de la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif), José Nieto, asegura que se trata de una pieza clave, ya que pueden optar entre convertirse en cómplices del tráfico de seres humanoso en colaboradores de las fuerzas de seguridad.