La dirección de Podemos descarta una refundación, como plantean bases y críticos

Casi la mitad de la ejecutiva de Podemos en Madrid, varios de los padres fundadores del partido y, sobre todo, los círculos y bases más activas apuestan por un cambio de rumbo en la formación, por una refundación que permita reactivar los mecanismos de participación interna. El eurodiputado Miguel Urbán incluso ha puesto fecha a la apertura formal de este “debate”: tras las elecciones autonómicas del 24 de mayo. Sin embargo, la dirección del partido ha descartado esta posibilidad: “Ni siquiera se nos pasa por la cabeza”, ha asegurado tajante el secretario de Organización, Sergio Pascual.

La dimisión de Juan Carlos Monedero, que visibilizó el cisma entre las bases y la cúpula, cada vez más alejadas entre sí, ha acelerado los tiempos del debate interno, provocando una toma de posiciones de cara la posibilidad de forzar un congreso extraordinario. La secretaria general en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha sido la última en reconocer lo “razonable” que sería abrir este debate, para avanzar hacia “la ruptura con el régimen del 78 y sus políticas de austeridad”, además de recuperar “el estilo del 15M”, parafraseando al recién dimitido número tres del partido.

El secretario de organización ha insistido esta mañana en qué “no hay ningún vínculo entre ambas cuestiones”, refiriéndose a la apertura de dicho debate y el abandono de Juan Carlos Monedero de sus cargos en la dirección. “Se trata de una decisión personal, que leemos con total normalidad porque ha decidido participar en Podemos de forma distinta. Entendía que se sentía más útil trabajando con las bases, por lo que respetamos su salida sin mayores debates internos”, según ha aclarado.

El giro ideológico de la formación, reculando en el programa para vender moderación (renta básica universal, jubilación a los 60 o auditoría ciudadana de la deuda), tampoco es una cuestión que la dirección del partido interprete como problemática para su relación con las bases. Más aún, el secretario de Organización ha negado que Podemos esté intentando moderar su línea política: “Si hay un adjetivo que identifique a Podemos no es el de la moderación, sino la firmeza y la contundencia en la denuncia sobre las prácticas de los Gobiernos que nos han traído hasta aquí. Esa es nuestra seña de identidad”.

Tras evitar definir el programa marco para las generales que la formación presentará mañana, el dirigente de Podemos ha apeladoque su proyecto político gira en torno a “ideas transversales de sentido común y que comparte una mayoría social”. “No voy a poner etiquetas, nuestro programa es el programa del sentido común, de los grandes consensos sociales y contra el ‘austericidio’”, ha añadido.

El puesto que ha dejado vacante Juan Carlos Monedero en el consejo de coordinación, ocupado por diez personas a propuesta del propio secretario general, todavía no tiene nuevo ocupante ni se trata de una cuestión prioritaria para el partido. Su explicación es que la secretaría de programa, que ocupaba el ex número tres, ya ha finalizado su trabajo con la presentación del programa marco. Algo similar a las funciones de la secretaría de Proceso Constituyente, que también ocupaba Monedero, y que se han relacionado con un tema de programa para las generales que ahora no toca.

Asamblea extraordinaria

Los estatutos del partido recogen que “cualquier persona, grupo de trabajo o círculo puede solicitar la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria”, siempre y cuando sean promovidas, al menos, por el 3% del censo (a través de los formularios telemáticos habilitados al efecto). En ningún caso podrá transcurrir menos de un año entre Asambleas Ciudadanas Generales Extraordinarias.

Las propuestas que, en el plazo de 3 meses, obtengan el apoyo de un 25% de los inscritos o el 30% de los círculos validados serán sometidas a votación. Un proceso que se encargará de pone en marcha el Consejo Ciudadano “garantizando la difusión pública suficiente para asegurar la máxima participación posible así como habilitar todos los medios técnicos para asegurar el correcto desarrollo de las votaciones”.

Por otra parte, la Asamblea Ciudadana también podrá convocar su propia legitimidad (convocarse a sí misma) para cuestiones que estime de especial trascendencia, incluida la convocatoria completa de una Asamblea Ciudadana Extraordinaria en la que sería posible replantear la estructura de la organización en su conjunto.