Auge y caída del 'verso suelto' de Podemos
Los fontaneros de Podemos siempre señalaron la fuerte personalidad de Monedero como su principal punto débil. Protagonista de las grandes crisis del partido, repasamos su trayectoria y su futuro
¿Conservar la esencia del partido o virar hacia el centro para ganar más votos? La dimisión de Juan Carlos Monedero ha abierto una crisis de identidad en el seno de la formación a escasas tres semanas de las elecciones autonómicas. El exnúmero tres del partido se repliega para ser un militante más, pero el mayoritario apoyo de la milintacia a sus opiniones sobre “recuperar el frescor del 15M” y abrir el partido a la participación de las bases, con un mayor protagonismos para los círculos (era el nexo de facto entre la dirección y los círculos), han profundizado la división entre afiliados y cúpula dirigente.
La encrucijada no es fácil de afrontar por la cercanía de los comicios, y aunque Pablo Iglesias compartía parte de los análisis de Monedero, ha decidido apostar la estrategia diseñada y que enarbola Íñigo Errejón, jefe de campaña junto a Carolina Bescansa. Las divisiones siempre son castigadas por el electorado. Monedero se vuelve con los de abajo, pero ha dejado una bomba de relojería a los pies de la dirección. El “verso suelto” de Podemos ha vuelto a ser el protagonista de la segunda gran crisis que afronta el partido, después de su caso con Hacienda.
El verso suelto de Podemos, como reconocen sus compañeros de filas de puertas hacia adentro, es también el más cuestionado por propios y extraños. No solo por la dudosa procedencia de los fondos con los que financia proyectos en la órbita del partido o sus encontronazos con Hacienda, sino también por su fuerte personalidad, poco dada a sucumbir a la estrategia marcada por el resto de la dirección. Tanto es así que no dudó en postularse por su propia cuenta y riesgo a la alcaldía de Madrid, o que en plena campaña de desprestigio hacia Podemos por sus vínculos con el chavismo, espetase a un periodista de ‘El Confidencial’ al inicio de una entrevista: “Por cierto, he venido en una bici que me compró Chávez, eso lo puedes poner”. Maneras de ser, no en vano, es el dirigente de la formación que más confrontación despierta entre ‘haters’ y ‘believers’.
Los fontaneros de Podemos siempre señalaron la fuerte personalidad de Monedero como su principal punto débil. Las salidas de tono eran previsibles y el plan para sortear la hemeroteca chavista había funcionado, pero las artimañas fiscales de dudosa ética no habían formado parte de su análisis DAFO de debilidades y fortalezas. Como solución de urgencia, el recurso de la vieja política: negar la mayor y cerrar filas cuando aparecen las pruebas. Esta fue la primera prueba, o el primer tiro en el pie de la formación.
Cuando "le robaron el alma"
Las explicaciones aportadas entonces por el dirigente de Podemos,Juan Carlos Monedero, para acallar las acusaciones sobre un posible fraude al Fisco,dejaron varias incógnitas abiertas. El docente no aportó el contrato firmado con el Banco del ALBA, por cláusulas de confidencialidad y ofreció una factura redondeada, de 425.000 euros, en lugar de los 425.150 que ingresó. El que era número tres de Podemos también aseguró ante las preguntas de la prensa que la parte contratada era su empresa Caja de Resistencia Motivados2 S.L. Una sociedad constituida, según figura en el Registro Mercantil, el 23 de octubre de 2013. La factura aportada por la empresa de la que es administrador único está fechada el 31 de octubre de 2013, por lo queel lapso de tiempo entre ambos hitos estan solo de una semana. Un extremo factible, pero que contradice la versión oficial de que el alto montante recibido respondía a que dichos trabajos se desarrollaron durante los tres últimos años.
Más allá de las incoherencias y contradicciones, la agencia tributaria sigue investigando si suregularización con el Fisco, tras el pago de los200.000 eurosque Monedero realizó el jueves 29 de enero a la Agencia Tributaria, correspondientes al IRPF de sus ingresos en 2013, lo exime de un posible delito fiscal. Luego diría, sobre la "caza de brujas" a la que fue sometido, que la prensa y los adversarios políticos intentaron "robarme el alma".
Tras la asamblea de Vistalegre, fue nombrado Secretario de Proceso Constituyente y Programa, siendo el más veterano de la guardia de corps de Pablo Iglesias (Madrid, 1963) aunque también el más docto en lo que a asesoría política se refiere. A parte de su periplo por distintos despachos de gobierno venezolano (Presidencia, Ministerio de Planificación y Centro Internacional Miranda), el politólogo asesoró al excoordinador federal de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, entre los años 2000 y 2005, ocupando también el puesto 73 de la lista que presentó al Consejo Político del partido.
Supasado como asesor del Gobierno venezolano de Hugo Chávez nunca ha dejado de acompañarlo, ni siquiera el resto de la formación decidió correr un tupido velo con esta experiencia y volcarse por vender una imagen que se relacionase con las socialdemocracias nórdicas. “En Venezuela también sufrí un fracaso: tuve una gran discusión con el presidente Hugo Chávez. Solamente dos años después, ya enfermo, me reconoció que había tenido razón, peromi sensación era que había fracasadoporque no había sido capaz de llevar a buen puerto los dos o tres grandes objetivos que me había marcado: crear el Instituto Nacional Bolivariano de Administración Pública, ayudar a montar un Estado más eficaz y capaz de luchar contra la corrupción, que fuera más eficiente, y haber sido capaz de formar cuadros, para que hubiera no un Chávez sino cien o mil Chávez y, a poder ser, más de la mitad mujeres”, reconoce en la obra en la obra Conversación con Juan Carlos Monedero (Turpial), recientemente publicada por el periodista Ramón Lobo.
"A mi amigo Pablo"
Hace algunas semanas, comenzaron a surgir las primeras diferencias con el secretario general, con quien mantiene una gran amistad desde hace años, pero que no ha impedido su confrontación en el plano estratégico. Como el mismo apunta en el libro de conversaciones antes citado: “Puedo discutir intelectualmente con Pablo (Iglesias) sobre cosas, y de hecho lo hago. Si alguien lee los últimos libros en los que hemos colaborado se va a encontrar con que tenemos concepciones diferentes de la política: él tiene una concepción de la política más vinculada a lo que llamamos nosotros la autonomía de lo político, que viene deMaquiavelo, es decir, que la política tiene unas reglas propias que hay que cumplir, mientras que yo pertenezco a una tradición que entiende queno existe la política al margen de lo socialy que, por lo tanto, no puedes analizar la política sacándola de lo social, al igual que hacen los economistas o los juristas, y en el caso de que lo hagas para tu análisis luego tienes que reintegrarla”.
El portazo se ha resuelto sin ofrecer una rueda de prensa, ni junto al secretario general ni en solitario. Ni siquiera se dirigió a las bases para comunicarle sus intenciones ni explicar sus argumentos. Toda la información ha sido una pregunta a Pablo Iglesias previamente pactada por la prensa, coincidiendo con su presencia en un acto del candidato autonómico. Por parte de Monedero, la cuestión se zanjó con un tuit en el que se podía leer, en menos de 140 caracteres: “Le he presentado a mi amigo Pablo la dimisión en la dirección. Siguen firmes mi amistad con alguien tan grande y el compromiso con Podemos”.
El punto y final de Juan Carlos Monedero solo es un capítulo más. Replegarse para volver a dar la batalla cuando la situación sea más favorable a sus intereses. Al menos, eso es lo que se desprende de la carta abierta "Parami amigo Pablo" que publicó, ya de madrugada, en su blog personal: "Hoy he dejado los cargos de dirección de Podemos con una sola intención: empujar con mucha más fuerza este proyecto. Sin los frenos de los órganos colegiados; sin las penurias de las organizaciones (también, y eso me lo pierdo, sin sus grandezas); sin el dogal de las urgencias electorales. Sin la ponzoña de los medios ni sus enredos que envilecen. Recupero una voz que sólo me representa a mí mismo. Que no compromete sino a quien esté de acuerdo con mis errores y con mis aciertos, y que le quita a los que viven del infundio la posibilidad de achacar a nadie que no sea yo mismo mis opiniones.
¿Conservar la esencia del partido o virar hacia el centro para ganar más votos? La dimisión de Juan Carlos Monedero ha abierto una crisis de identidad en el seno de la formación a escasas tres semanas de las elecciones autonómicas. El exnúmero tres del partido se repliega para ser un militante más, pero el mayoritario apoyo de la milintacia a sus opiniones sobre “recuperar el frescor del 15M” y abrir el partido a la participación de las bases, con un mayor protagonismos para los círculos (era el nexo de facto entre la dirección y los círculos), han profundizado la división entre afiliados y cúpula dirigente.