El lío de competencias judicial amenaza con parar varias semanas el caso Rato
A medida que pasan los días, la fulgurante y temporal detención de Rodrigo Rato se complica como un galimatías judicial en el que jueces y fiscales se cruzan miradas mientras se estanca el caso
El último movimiento de la Fiscalía Anticorrupción provoca una desaceleración en el ‘caso Rato’ que desde el jueves pasado ha vivido tiempos frenéticos. El inesperado hecho deque el juez de Madrid Antonio Serrano-Arnal se deshiciera del asunto prácticamente a la vez que abría diligencias previas ha provocado que el Ministerio Público haya solicitado la intervención de un órgano colegiado, lo que genera obligatoriamente un ralentí en la investigación.
La Fiscalía presentó ayer mismo, dos días después de la decisión del instructor de remitir la causa a la Audiencia Nacional, un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid para que obligue a Serrano-Arnal a quedarse con el caso y, por el contrario, no sea el juez Fernando Andreu,que investiga la fusión y salida a Bankia –en la que también está imputado el exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato–, quien lo asuma.
Según fuentes jurídicas, la resolución de un recurso de este tipo puede tardar entre uno y dos meses o incluso más tiempo, dependiendo de la carga de trabajo de la Sección a laque le toque el asunto.Estas fuentes aclaran que, mientras el tribunal acuerda una resolución, el instructor madrileño sigue al frente de la investigación y no puede dejar en suspenso el caso por el que se investiga a Rato de cinco delitos fiscales, uno de blanqueo de capitales y otro de alzamiento de bienes.
Es más, Anticorrupción, a la vez que recurría su inhibición, le solicitaba la práctica de nuevas diligencias y que Serrano-Arnal debaresponder si las admite y las acuerda. Sin embargo, en la práctica, el magistrado no va a liderar una investigación que considera que no es competente, sino que debe ser su compañero de la Audiencia Nacional quien estudie la causa por la sencilla razón que desde el principio se relacionó la detención de Rato y entrada y registro de su domicilio y varios despachos con un posible alzamiento de bienes en el caso Bankia.
El asunto se relaja en busca de pruebas
Por su parte, Andreu no se da por enterado del asunto y se considera totalmente ajeno al caso hasta que la Audiencia Provincial adopte la decisión de qué magistrado debe investigar al expresidente de Bankia. Este nuevo escenario relaja el asunto que se fraguó con mucha fuerza y celeridad el jueves pasado por parte de la Agencia Tributaria y con el apoyo de la Fiscalía de Madrid.
El pasado jueves, la Fiscalía madrileña solicitó al juzgado de guardia que ordenara de inmediato la entrada y registro en el domicilio de Rato ante las sospechas presentadas por la AEAT de que estaba ocultando su patrimonio para no hacer frente a las fianzas en el caso Bankia. Durante esa entrada se acordó su detención, que duró siete horas. Al día siguiente, el mismo juez acordó el bloqueo de todas sus cuentas mientras que la causa se asignaba por reparto a otro Juzgado.
En paralelo, la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, opta por que sea la Fiscalía Anticorrupción y no la madrileña la que lleve a partir de ese momento el caso ante el hecho de que dos meses antes la Agencia Tributaria había confiado la investigación a la primera. Al serle devueltas las pesquisas por encontrarse en un estado demasiado embrionario, decide puentearla e irse a otra Fiscalía. Por reparto, el caso recae en el Juzgado número 31 de Madrid, que el mismo lunes abre diligencias y se desprende del asunto.
A todo esto se añade que la causa se encuentra bajo secreto de sumario y ni el propio Rato sabe fehacientemente de qué se le acusa. El juez Serrano, al leer la denuncia del Ministerio Público, interpreta que, si lo que se persigue es evitar que el exministro de Economía eluda sus obligaciones pecuniarias en el caso Bankia, tendrá que ser su juez quien lo asuma.
El blanqueo, sin “aquilatar”
Sin embargo, los datos ofrecidos no son del todo claros. El delito más grave del que se le acusa a Rato es el blanqueo de capitales y la propia Fiscalía Anticorrupción ha señaladoque no está “mínimamente” aquilatado. En línea con lo que comunicó a la Agencia Tributaria hace aproximadamente dos meses, hay que seguir investigando para ver si efectivamente hay indicios de que el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) intentó blanquear dinero en el extranjero de procedencia delictiva.
Otras fuentes jurídicas explican que tampoco puede vincularse un posible alzamiento de bienes al caso Bankia por la sencilla razón de que en este asunto a día de hoy no existe por parte de Rato ninguna deuda fiscal que deba ser investigada por la Agencia Tributaria. Esto quiere decir que en el marco de esta instrucción, al expresidente de Bankia se le han impuesto dos fianzas: una de tres millones de euros en la pieza separada de las ‘tarjetas black’, que hizo frente con un aval del Banco Sabadell, y otra de 800 millones de euros a pagar entre Bankia, Rato y otros tres directivos. Al ser una fianza solidaria, procesalmente lo único que interesa es que esa cantidad se deposite, como así ha ocurrido.
Es ciertoque la totalidad de los 800 millones la ha asumido la propia entidad, pero ahora es esta por la vía civil la que se lo debe reclamar al resto de los imputados. Por tanto, dentro del caso Bankia, a día de hoy, Rato no tiene ninguna deuda y por tanto no es el momento procesal, según diversas fuentes, para investigar un posible alzamiento de bienes.
La otra pata de la investigación, los delitos fiscales, es decir, el impago a Hacienda de sus obligaciones tributarias, se definirán en el momento que se conozcan exactamente los bienes que Rato ha acumulado y que ha ocultado al fisco. Aun así, una vez que se determine no tiene por qué vincularse al caso Bankia. Como bien dice la fiscal encargada del asunto en su recurso contra la inhibición, “es obvio que si en un proceso con multitud de imputados, del tipo que se vienen en llamar ‘macroprocesos’, introdujéramos, además, los eventuales delitos fiscales u otros cometidos también por los imputados, la instrucción del procedimiento devendría inmanejable y, desde luego, carente de la eficacia que debe tener una investigación judicial”.
El último movimiento de la Fiscalía Anticorrupción provoca una desaceleración en el ‘caso Rato’ que desde el jueves pasado ha vivido tiempos frenéticos. El inesperado hecho deque el juez de Madrid Antonio Serrano-Arnal se deshiciera del asunto prácticamente a la vez que abría diligencias previas ha provocado que el Ministerio Público haya solicitado la intervención de un órgano colegiado, lo que genera obligatoriamente un ralentí en la investigación.