"Pedimos a Europa y al Papa que presionen a Pakistán para salvar la vida de Asia Bibi"

Asia Bibi lleva casi cinco años en el corredor de la muerte. La paquistaní fue condenada a la horca en noviembre de 2010 por un delito de blasfemia contra el profeta Mahoma tras su negación a convertirse al islam como condición para ser liberada. La corte del distrito de Nankana así lo sentenció y el caso de Asia continúa ahora en manos del Tribunal Supremo, que ya desestimó su recurso de apelación en una ocasión. Esta es la penúltima oportunidad que tiene para seguir viviendo. Si el Alto Tribunal ratifica la condena, sólo puede salvarla el indulto presidencial.

El caso saltó a la palestra mediática en 2009 tras su detención. Asia Bibi trabajaba en un campo de la región de Lahore, como tantas otras mujeres campesinas. Sus compañerasacudieron al imán local para acusarla de ser cristiana y haber blasfemiado a Mahoma en una discusión. El artículo 295 del Código Penal paquistaní pena con la muerte ese delito. Desde entonces permanece aislada en la cárcel deSheikhupura. El Papa Benedicto XVI pidió su indulto y dos miembros del Gobierno de Pakistán -el ministro de Minorías Shabhaz Bhatti y el gobernador de la región del Punjab, Salman Tasser- fueron asesinados por intentar defenderla y clamar contra la legislación de su país.

El marido de Asia, Ashiq Masih, y una de sus cinco hijas, Eisham, cuyo nombre significa ‘Esperanza’, han viajado a Europa en estos días para seguir luchando por su esposa y madre, y reivindicar más apoyo internacional. Ambos participaron el sábado en el Congreso Internacional sobre la Libertad Religiosa que reune por primera vez en la capital española a víctimas cristianas de la persecución yihadista. El Confidencial habla con ellos para conocer el calvario por el que siguen pasando después de cinco años. Junto a Ashiq y Eisham están sus dos personas inseparables en este viaje: el abogado de la familia,Joseph Nadeem, que traduce el kurdo a un clarísimo inglés, y una amiga de la niña que ya ha cumplido 15 años, que es capaz de traducir sus palabras directamente al castellano.

Pregunta: ¿Cuándo es la última vez que vieron a Asia?

Respuesta: (Eisham) El día 12 de abril, antes de emprender el viaje. Sólo podemos visitarla un día al mes. Aprovechamos para despedirnos y contarle que veníamos a Europa a pedir ayuda. Ella está muy preocupada pero es fuerte.

P: Hace tres días visitaron Roma. ¿Qué les dijo el Papa Francisco?

R: (Eisham) Nos dio su bendición en El Vaticano y nos pidió que tuviéramos fe. Dijo que mi madre estaría pronto en libertad.

P: ¿Cómo es la vida de un cristiano en Pakistán?

R: (Ashiq ) Muy dura. En el pueblo donde nosotros vivíamos sólo éramos dos familias cristianas. Es difícil convivir con ataques constantes. Hace unas semanas quemaron dos iglesias. Cada cierto tiempo hay atentados violentos. No tenemos ningún apoyo dentro de nuestro país. (Eisham): No podemos vivir en paz. Me da miedo mi propia casa.

P: Si Asia quedara libre, ¿se podrían quedar en su país?

R: (Ashiq) No. Muchos musulmanes, incluidos nuestros antiguos vecinos, ya han advertido que si la Justicia la perdona, ellos mismos tomarán la ley por su mano y mantendrán la fatwa(la condena a muerte). Han prometido que la ejecutarán por haber ofendido al islam. Por eso, si Asia queda libre, las autoridades nos dan tres días para salir de Pakistán e irnos a otro lugar más seguro.

'Si Asia queda libre, no podríamos quedarnos en Pakistán. Muchos musulmanes han advertido que si la Justicia la perdona, ellos la matarán'

P: ¿Dónde se irían?

R: (Ashiq) Europa es lo más seguro. Nos gustaría que España nos diera asilo internacional.

P: Han comentado que el recurso que ahora estudia el Supremo es la penúltima oportunidad para Asia. ¿Cuál es la situación jurídica?

R: (Ashiq) El Supremo ya rechazó nuestro primer recurso. Ahora sólo falta que se pronuncie una vez más, aunque podría tardar meses en hacerlo. Si no acepta la apelación y ratifica la condena de Asia, sólo quedaría el indulto del presidente del Gobierno. Sólo él podría salvar la vida de mi mujer.

P: ¿Creen que la comunidad internacional, que Europa, podría hacer más por ustedes?

R: (Ashiq) Sí. Lo necesitamos. Es fundamental que las potencias internacionales ejerzan mucha más presión ante el Gobierno paquistaní, precisamente porque el caso puede acabar en sus manos y ser él quien decida sobre la liberación de Asia. Los países europeos no pueden permitir que una persona muera en la horca por ser cristiana.

P: ¿Les asusta volver a casa?

R: (Eisham) Sí, mucho. (Ashiq) Va a ser difícil regresar. Sobre todo porque hay demasiado publicado en los medios paquistaníes sobre nuestras visitas a Europa. Les hemos pedido que dejen de escribir noticias sobre Asia en medios locales porque lo que realmente nos da miedo son las reacciones que puede provocar esta difusión en los extremistas.