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Los santuarios del PSOE más obrero, nuevos lugares de peregrinaje para Podemos
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EL ‘CINTURÓN ROJO’, DOS HERMANAS O VISTALEGRE

Los santuarios del PSOE más obrero, nuevos lugares de peregrinaje para Podemos

La formación liderada por Pablo Iglesias se ha apropiado de las plazas más simbólicas del socialismo, una estrategia sobre la que pivotan razones discursivas, estéticas y sociológicas

Foto: Pablo Iglesias, durante la asamblea ciudadana de Podemos en Vistalegre, el pasado mes de octubre. (Daniel Muñoz)
Pablo Iglesias, durante la asamblea ciudadana de Podemos en Vistalegre, el pasado mes de octubre. (Daniel Muñoz)

Una de las grandes potencialidades del mensaje de Podemos reside en apelar a “los de abajo”, esas nuevas clases medias empobrecidas por la crisis que se identificaban en el plano ideológico tanto con la izquierda como con la derecha. Sociológicamente son la clase obrera de antaño, el tradicional caladero electoral del Partido Socialista Obrero Español, con todas las letras, hasta que se convirtió en el PSOE, a secas. En coherencia consu discurso, la formación liderada por Pablo Iglesias, tocayo del padre del socialismo español, se ha apropiado de las plazas más mitineras de Felipe González: Vistalegre en Madrid, Dos Hermanas en Sevilla, el ‘cinturón rojo’ en Barcelona… Los santuarios del PSOE más obrerista, situados en las periferias metropolitanas, a los que han dejado de peregrinar los dirigentes socialistas.

“Podemos tiene elementos de anclaje con el pasado, con la vieja izquierda, sobre todo en lo que se refiere al lenguaje y a la estética”, apunta Inma Aguilar, experta en comunicación política y campañas electorales que asesora a Entesa en el Senado. Como ejemplo alude a la utilización de L’Estaca, himno de las luchas antifranquista, que ha sonado en el cierre de los actos del partido. Unos simbolismos de la izquierda clásica que no se perciben negativamente entre su electorado potencial, y a los que, recuerda, tampoco renunció el 15M, combinando viejo sindicalismo y moderna tecnopolítica.

Las pretensiones de fagocitar al PSOE como alternativa de los de abajo, recuperando para sí al elevado porcentaje de votantes desencantados con el bipartidismo, tiene un gran componente coyuntural: el malestar. Un estado de ánimo generalizado, tras siete años de Gran Recesión que, según subraya el sociólogo Salvador Cardús, es transversal pero “lógicamente se identifica mejor en los barrios populares”, donde Podemos ha localizado escenarios electorales. No en vano, el partido eligió un pabellón en Val D’Hebron para su puesta de largo en Cataluña. “Yo soy de Vallecas, y cuando voy a L’Hospitalet o Cornellá me siento como en casa”, aseveró Pablo Iglesias a los 3.000 militantes que lograron entrar al acto. Ninguna afirmación sobre el escenario es producto de la improvisación.

El ‘cinturón rojo’ de Barcelona

Estos poblados municipios del denominado cinturón rojo, feudos históricos del PSC, de la izquierda no independentista (mucha clase trabajadora emigrada de otras comunidades, principalmente de Andalucía), están ahora en el punto de mira de Podemos. Según las encuestas, el trasvase de votos del PSC a Podemos en estas localidades de la periferia ya es una realidad.

Un fenómeno en el que entra otro de los factores sociológicos que mejor explican el éxito de Podemos según Cardús: “Las escasas expectativas de futuro de las clases medias”. Desde su punto de vista, el fenómeno electoral de esta nueva formación “tiene más que ver con los horizontes de futuro que con el presente, con la falta de perspectiva para ver que las cosas van a mejorar”.

Badalona, Santa Coloma, Sant Boi o Viladecans, además de los ya citados L’Hospitalet o Cornellá, son importantes plazas con las que el independentismo no es capaz de conectar y a las que el PSC ha dejado huérfanas. Como se encargó de recordar la secretaria general de Cataluña, Gemma Ubasart, en el mitin de Val D’Hebron, “Zapatero nos falló. Toda aquella esperanza puesta el 13-M con el ’no nos falles’ se vino abajo con una llamada de Berlín”. La alternativa, pues, la única de momento, parece estar en Podemos.

El velódromo de Dos Hermanas, Sevilla

El partido de los círculos “robará” al PSOE el velódromo de Dos Hermanas para cerrar su campaña de las elecciones andaluzasel próximo viernes. El secretario general, Pablo Iglesias, y la cabeza de lista, Teresa Rodríguez, se subirán así al estrado en un escenario en el que cogen 18.000 personas, como hace cuatro años lo hicieron Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba, en la campaña de las generales.

La localidad, situada en el área metropolitana de Sevilla ygobernada por el socialista Francisco Toscano, se convertirá en el reflejo de los que piden el cambio. “Las encuestas no muestran tanto que la ciudadanía quiera algo nuevo, sinoalgo diferente, que genere la sensación de votar otra cosay que al mismo tiempo sirva de castigo”, matiza Aguilar. Justamente lo que Podemos trata de ofrecer al electorado andaluz, donde el PSOE lleva gobernando ininterrumpidamente durante las últimas tres décadas.

El Palacio de Vistalegre, Madrid

El Palacio de Vistalegre, situado en el castizo barrio de Carabanchel, es ya uno de los principales símbolos de Podemos, tras haber celebrado allí su asamblea constituyente, el pasado mes de octubre. Antes había sido el amuleto deJosé Luis Rodríguez Zapatero, tanto en las generales de 2004 como en las del 2008. Un icono del socialismo desde que el expresidente se hizo allí con las riendas del partido. El “espíritu de Vistalegre” no murió con la derrota del zapaterismo en 2011, sino que ha estado invernando para transmutarse ahora en Podemos.

Los distritos y municipios del sur de Madridse han identificado tradicionalmente con la izquierda, aunque en las últimas municipales han perdido algunos feudos importantes, como Móstoles. En este sentido, y coincidiendo con la emergencia electoral de Podemos, Aguilar remarca que la formación de Pablo Iglesias hará más hincapié en el eje derecha e izquierda.

“Ciudadanos ha arrinconado a Podemos hacia un electorado más de izquierda al reposicionarse ellos en el centro-derecha. Al margen de la agregación de voto que buscan, tendrá que ir rectificando porque la mayor parte de la agregación la van a encontrar, principalmente, en todo el área de la izquierda”, añade la experta electoral.

Una de las grandes potencialidades del mensaje de Podemos reside en apelar a “los de abajo”, esas nuevas clases medias empobrecidas por la crisis que se identificaban en el plano ideológico tanto con la izquierda como con la derecha. Sociológicamente son la clase obrera de antaño, el tradicional caladero electoral del Partido Socialista Obrero Español, con todas las letras, hasta que se convirtió en el PSOE, a secas. En coherencia consu discurso, la formación liderada por Pablo Iglesias, tocayo del padre del socialismo español, se ha apropiado de las plazas más mitineras de Felipe González: Vistalegre en Madrid, Dos Hermanas en Sevilla, el ‘cinturón rojo’ en Barcelona… Los santuarios del PSOE más obrerista, situados en las periferias metropolitanas, a los que han dejado de peregrinar los dirigentes socialistas.

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