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El fiel secretario Revenga sale 'rana': denuncia laboral tras 22 años en Zarzuela de funcionario
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SORPRESA EN LA INSTITUCIÓN

El fiel secretario Revenga sale 'rana': denuncia laboral tras 22 años en Zarzuela de funcionario

Su contrato se terminó el 31 de diciembre con la reestructuración de la Casa Real dirigida por Felipe VI y la extinción de la secretaría de las infantas. Ahora quiere recurrir su despido

Foto: Carlos García Revenga. (Efe)
Carlos García Revenga. (Efe)

La imagen de Carlos García-Revenga reprochando a la Casa Real algo parecido a un despido improcedente es difícil de creer. El conocido secretario de las infantas Elena y Cristina que trabajó en Zarzuela durante 22 años demandó el miércoles a Patrimonio Nacional con la intención de recurrir su despido y pedir una indemnización. Pero el organismo vinculado a la Monarquía que depende del Ministerio de la Presidencia se desmarcó rápidamente emitiendo un comunicado para explicar que nunca “han mantenido una relación laboral o funcionarial con él” instándolo a que se dirigiera a “otras instituciones” porque allí no tenía nada que hacer. En Zarzuela de momento “no han recibido nada”, según confirmó un portavoz oficial.

Con el relevo en la Corona, la Casa del Rey comunicó la reestructuración de su organigrama después de que Felipe VI decidiera apartar a sus hermanas de cualquier actividad oficial y quedando por tanto la secretaría de García Revenga fuera del tablero real. “Tras esa decisión, se estipuló que su contrato terminaría el 31 de diciembre de 2014 y después dejaría de trabajar allí al no existir ya la secretaría de las infantas”, confirman fuentes de la Casa Real.

Ante este sorprendente conflicto laboral, Zarzuela dispone de un convenio con la Abogacía del Estado, que sería el órgano encargado de representar a la institución ante los tribunales en el que pasaría a ser el primer contencioso de este tipo entre un alto cargo de la institución y la Casa del Rey, al menos que se conozca públicamente. Pero la situación no deja de ser particular. Revenga estaba contratado como funcionario eventual en calidad de “asesor de sus Altezas Reales las infantas Elena y Cristina”, al no ser funcionario de carrera ni pertenecer a la carrera militar. Eso sí, fue contratado como funcionario de nivel 30, cuyo sueldo anual oscilaría entre 50.000 y 60.000 euros). Como muchos de los empleados en la Casa Real, está adscrito al Ministerio de Administraciones Públicas.

Por tanto, se trataría a todas luces de un funcionario de una institución española, cuyo despido en principio no conllevaría una indemnización económica, sino en todo caso, una reubicación en otra administración del Estado. Por eso, fuentes internas de la Casa Real consideran muy sorprendente una exigencia económica por parte del exsecretario.

Primero, y además de su situación laboral, por la amistosa despedida que dedicó a toda la institución en un correo electrónico, en el que habló del “honor quesuponía haber trabajado en la Casa de S.M. el Rey” y en el que dio “las gracias por la ayuda prestada todos estos años” deseando “mucha suerte” por el trabajo “tan importante” que realiza cada uno de ellos “por el bien de España”. E incluso aprovechó para admitir errores, rogando “perdón” si “había ocasionado alguna situación incómoda” mientras ejercía su trabajo “debido a su conocida vehemencia”.

Y, segundo, por la posición ciertamente ‘privilegiada’ que el confidente y amigo íntimo de Elena y Cristina de Borbón ha tenido durante estos años, desde que aterrizó en la Zarzuela en 1993 dejando atrás su trabajo de profesor de inglés en el colegio Santa María del Camino. La relación con las hijas de don Juan Carlos se remonta a tiempo antes. Corría el año 1980 y la primogénita de la Familia Real tenía 13 años y estudiaba en el citado colegio madrileño. Revenga era un joven profesor que impartía clases de Gimnasia, después lo hizo de lengua inglesa y acabó por convertirse en una especie de tutor de doña Elena.

En aquel momento comenzó una estrechísima relación con la Infanta, que después se extendió a su hermana Cristina, hasta el punto de que en su empeño de no separarse de él, ambas lo integraron en la plantilla de Zarzuela. Entonces comenzaron las verdaderas relaciones con la Casa del Rey que, aunque en calidad de asesor, se volvieron profundas con el círculo más íntimo de la familia, incluso con el marido de Cristina, Iñaki Urdangarin (de ahí su involucración en el caso Nòos) y con los Reyes eméritos.

Carlos García Revenga siempre fue un hombre ‘mimado’ en la Corona. El hombre de confianza de las Infantas: oídos que escuchaban sus confidencias y labios de los que salían consejos. Ahora, con mayor o menor intención, el fiel secretario podría poner en un brete a la nueva institución en manos de Felipe VI.

La imagen de Carlos García-Revenga reprochando a la Casa Real algo parecido a un despido improcedente es difícil de creer. El conocido secretario de las infantas Elena y Cristina que trabajó en Zarzuela durante 22 años demandó el miércoles a Patrimonio Nacional con la intención de recurrir su despido y pedir una indemnización. Pero el organismo vinculado a la Monarquía que depende del Ministerio de la Presidencia se desmarcó rápidamente emitiendo un comunicado para explicar que nunca “han mantenido una relación laboral o funcionarial con él” instándolo a que se dirigiera a “otras instituciones” porque allí no tenía nada que hacer. En Zarzuela de momento “no han recibido nada”, según confirmó un portavoz oficial.

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