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Seis días de permiso para el asesino de Juan María Jáuregui por "buen comportamiento"
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está condenado a casi 500 años de cárcel

Seis días de permiso para el asesino de Juan María Jáuregui por "buen comportamiento"

La Audiencia Nacional argumenta que Carrasco Asenguinolaza -condenado a casi 500 años de prisión por varios atentados- ya no pertenece a ETA, ha pedido perdón y realiza un curso de yoga

Foto: Imagen del monumento en honor a Juan María Jáuregui. En la imagen, el exetarra Ibon Exezarreta, quien participó en el asesinato, deja unas flores en el monumento (EFE)
Imagen del monumento en honor a Juan María Jáuregui. En la imagen, el exetarra Ibon Exezarreta, quien participó en el asesinato, deja unas flores en el monumento (EFE)

El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, concedió el pasado martes un permiso de seis días al etarra Luis María Carrasco Asenguinolaza por "buen comportamiento". El recluso, que cumple condena en el centro penitenciario alavés de Nanclares de Oca -donde el Ministerio del Interior agrupa a los presos de la banda terrorista arrepentidos-, ha cumplido más de una cuarta parte de la pena, está clasificado en segundo grado y, como subraya el magistrado, ya se desvinculó de ETA y pidió perdón a las víctimas.

La Fiscalía apoya la decisión de Castro después de que la solicitud del preso fuera rechazada por la Junta de Tratamiento de la prisión. El Ministerio Público y el propio juez, sin embargo, se opusieron hace un año y medio a que este mismo etarra saliera de la cárcel para presentar un libro (Los ojos del otro) sobre los encuentros de justicia restaurativa que se vienen produciendo entre víctimas y verdugos.

Según el juez, el recluso pasa sus días entre rejas en un módulo de respecto, cumpliento estrictamente las normas y participando en ocupaciones auxiliares. "Su actitud es positiva, su conducta es buena y colabora en las actividades que se le proponen", argumenta el magistrado de la Audiencia Nacional, quién también destaca que actualmente el reo "está realizando un curso formativo de panadería" e incluso imparte él mismo sesiones "de yoga a sus compañeros de forma desinteresada".

placeholder Imagen de un monolito en honor a Juan María Jáuregui (EFE)

Carrasco Asenguinolaza, ex jefe del comando Buruntza -conformado también por Patxi Makazaga e Ibon Etxezarreta-, asesinó de dos tiros en la espalda al exgobernador civil de Guipúzcoa del último gobierno de Felipe González, Juan María Jáuregui, el 29 de julio de 2000. El dirigente socialista llevaba tiempo en la mirilla de los asesinos, que de hecho intentaron acabar con su vida en 1995 -el comando Donosti le puso un coche bomba que no lo logró- e incluso días antes de conseguirlo, cuando el propio Carrasco Asenguinolaza vio frustrado su plan, ya que al entrar en la cafetería donde estaba su objetivo le reconocieron unos amigos.

El segundo intento, sin embargo, no encontró obstáculo a su determinación y provocó que su esposa, Maixabel Lasa, se quedase viuda. La mujer de Jáuregui, que luego sería nombrada directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco, años después miraría cara a cara al verdugo de su marido en un encuentro de justicia restaurativa que ahora el juez utiliza como argumento para conceder el permiso solicitado por el etarra.

Estuvo reunido con ella durante tres horas, recuerda el magistrado, en 2011. "Por las opiones recabadas de los dos protagonistas al grupo de control y seguimiento, parece ser que fue satisfactorio para ambos", asegura Castro, quien también pone de relieve que el recluso se comprometió a abonar la responsabilidad civil derivada de los delitos que cometió y, de hecho, "está realiando ya un pago mensual" para afrontarla.

El juez de Vigilancia Penitenciaria también recuerda en su auto firmado el pasado lunes que Carrasco Asenguinolaza emitió un escrito de contrición hace cinco años (el 29 de marzo de 2010). "Quiero en esta instancia pedir perdón a las víctimas de los atentados en los que participé y por extensión a todas las víctimas del terrorismo así como a los familiares de las mismas; quería expresar mi arrepentimiento y decirles que lamento haber llevado la tragedia a sus vidas y haberles llevado a ellos a una amargura irreparable; les pido honradamente perdón por todo ello", señaló entonces el interno.

placeholder A la derecha, Maixabel Lasa, viuda de Jáuregui (EFE)

Asimismo, Castro subraya en su auto que Carrasco Asenguinolaza ya no pertenece a ETA desde 2010. En concreto, saca a colación el escrito que el recluso suscribió cuatro meses después de pedir perdón: el 20 de julio de 2010. "Con esta instancia quiero poner en conocimiento de esta administración, y para que así conste y se haga constar donde fuese necesario, de mi total desvinculación tanto de la organización terrorista ETA como del colectivo de presos de ésta o cualquier red vinculada a la influencia de ETA", afirmó el interno.

El historial de este arrepentido durante su etapa terrorista resulta especialmente sangriento. Además de matar a Jáuregui (por lo que fue condenado a 39 años de cárcel), Carrasco Asenguinolaza asesinó al exdirector financiero del Diario Vasco, Santiago Oleaga, el 24 de mayo de 2001, delito por el que le cayeron 47 años de prisión, y al mando de la Ertzaintza Mikel Uribe el 14 de julio de 2001 en Learburu (Guipúzcoa), que le añadió otros 36 años a su mochila de condenas. Por otra parte, fue condenado a 43 años, junto al resto de miembros del comando Buruntza, por pertenencia a banda terrorista, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos y falsificación de documentos; y a 10 años más por robar una troqueladora para cambiar matrículas de coche a la empresa Recambios Egido, de Mondragón (Guipúzcoa), asalto en el que secuestraron también a un empleado. La Audiencia Nacional también le condenó a 290 años de prisión por hacer estallar una bomba en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo (San Sebastián), que hirió a 16 funcionarios (10 guardias civiles, tres policías y tres ertzainas) el 11 de noviembre de 2000.

Carrasco Asenguinolaza fue absuelto, sin embargo, por falta de pruebas del atentado con coche bomba contra el concejal de Ordizia (Guipúzcoa) Iñaki Dubreuil el 22 de febrero de 2001 en San Sebastián, que costó la vida a dos trabajadores de la empresa Elektra que pasaban por allí, José Ángel Santos Laranga y Josu Leonet Azkune, e hirió de gravedad a otras seis personas. El edil, sin embargo, resultó herido leve. El fiscal pedía 143 años de cárcel, pero el tribunal entendió que los indicios no eran suficientes.

El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, concedió el pasado martes un permiso de seis días al etarra Luis María Carrasco Asenguinolaza por "buen comportamiento". El recluso, que cumple condena en el centro penitenciario alavés de Nanclares de Oca -donde el Ministerio del Interior agrupa a los presos de la banda terrorista arrepentidos-, ha cumplido más de una cuarta parte de la pena, está clasificado en segundo grado y, como subraya el magistrado, ya se desvinculó de ETA y pidió perdón a las víctimas.

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