La crecida del Ebro coincide con la menor inversión en la cuenca de los últimos 7 años

Las inversiones estatales en la Confederación Hidrográfica del Ebro tocaron su nivel mínimo desde el comienzo de la crisis en el año 2014. Los presupuestos Generales del Estado del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente han ido rebajando año tras años la cantidad destinada al total de inversiones en esta partida en un 42% en siete años.Las inversiones, así como en el organismo que gestiona el caudal protagonista de las crecidas de los últimos días,cayeron en todos los nueve organismos autónomos que gestionan las cuencas de los ríos españoles.

Los medidores en las estaciones de Zaragoza nunca habían recogido un nivel tan alto del río en los últimos diez años, hasta donde permite remontarse la serie histórica. Unaabundancia de agua que llega así en el primer año tras la sequíaeconómica de la Confederación.

Es por ello que el Ministerio de Agricultura ha anunciadoun paquete de inversiones de emergenciapara paliar los daños causados por la crecida. Céntimo más céntimo menos, la cifra rondará los 60 millones de euros, según ha anunciado la ministra del ramo. La cifra supera lo que se invirtió en la Confederación que gestiona la zona en los últimos tres años. En 2014, a esta Confederación se dedicaron inversiones por 15 millones de euros.

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Los presupuestos de este año 2015 de hecho ya incluían un repunte en las dotaciones de la cuenca. Una montaña rusa presupuestaria que el gabinete de Ministerio no ha explicado ante las reiteradas peticiones de este periódico.

A la vista de los datos presupuestarios, se debe sobre todo a las inversiones en reposición de infraestructuras. Es decir, en sustituir materiales e instalaciones obsoletas. Los trabajos para la mejora de la calidad de las aguas del río, a cambio, reciben sólo un 15% de las nuevas inversiones.

Récord histórico

El río, sin embargo, no sabe de repuntes presupuestarios. Y este año, según los datos de la Confederación, en Zaragoza ha alcanzado los 6 metros de media diaria, llegando a rozar los 8 metros. Para encontrar un dato parecido hay que ir hasta abril de 2007, cuando alcanzó los 5,9 diarios.

Varios sectores en los últimos días han reclamado la necesidad de "limpiar"el río para mejorar su aforo. Un tipo de actuación en los cauces que es de las que más inversiones se llevó este año en contraposición, por ejemplo, con los programas de restauración del hábitat fluvial. Un aspecto sobre cuyas consecuencias han insistido en los últimos días desde Ecologistas en Acción:

"Estas medidas [de limpieza] resultan de muy escasa utilidad para la lucha contra las crecidas impetuosas de los ríos, las avenidas. Ya se han realizado puntualmente en los últimos años, con muy pobre resultado", señala la sección aragonesa de este colectivo. La denominada "limpieza"de cauces consiste en la eliminación de la vegetación de ribera y enel dragado del río, algo que"puede llegar a agravar notablemente los efectos de las inundaciones: el bosque de ribera ayuda a paliar los efectos negativos de las avenidas, al ralentizar la velocidad del agua. Cuando se elimina el agua discurre sin obstáculos a bastante mayor velocidad, produciendo por ello daños materiales mayores y mayor riesgo para las personas", advierte Ecologistas.