La gira 'lobbista' de Zapatero y Moratinos: petróleo, mercancías y mobiliario urbano
La vertiente del viaje a Cuba de José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos que más ha trascendido ha sido la política, pero el desplazamiento responde en realidad a intereses comerciales
El viaje a Cuba de José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos ha generado un profundo malestar en el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que considera una deslealtad que los exdirigentes socialistas se hayan reunido con las autoridades del castrismo pese al distanciamiento que existe en estos momentos entre ambos países. La foto del encuentro que mantuvieron Zapatero y Moratinos y con el presidente cubano, Raúl Castro, fue publicada el pasado miércoles por Granma, el diario oficial de la dictadura, provocando una enorme sorpresa en el departamento de JoséManuel García-Margallo, que no tenía constancia de la cita.
Pero los verdaderos motivos de la visita de Zapatero y Moratinos no son de carácter político, sino comerciales. El expresidente del Gobierno y, sobre todo, el exministro de Asuntos Exteriores llevan meses actuando como asesores e intermediarios de grandes compañías españolas, según fuentes empresariales consultadas por El Confidencial. El entorno de Zapatero ha desmentido tajantemente hasta ahora que desempeñe alguna actividad diferente de la que tiene como integrante del Consejo de Estado por su condición de exjefe del Ejecutivo. Sin embargo, el exsecretario general del PSOE ha tenido que admitir estos días que su estancia en Cuba tiene una vertiente claramente económica. En el caso de Moratinos, su labor como lobbista no sólo es conocida desde hace tiempo, sino que el exministro nunca se ha molestado en negarla.
Las fuentes consultadas aseguran que la presencia de ambos al otro lado del Atlántico tiene por objeto sondear posibles oportunidades de negocio en la isla aprovechando el escenario aperturista que ha provocado la relajación del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. La cita con Raúl Castro no sólo ofreció una coartada política al desplazamiento. También le proporcionó a Zapatero y Moratinos un respaldo imprescindible para su labor de interlocución comercial con los empresarios y el resto de autoridades de la isla.
Polémica reunión con Obiang
No es el primer viaje supuestamente privado que realizan ambos en busca de mercados incipientes. En julio del año pasado, Zapatero y Moratinos ya protagonizaron una polémica visita a otro régimen autoritario estrechamente vinculado con la historia de España: Guinea Ecuatorial. En aquella ocasión, Zapatero también mantuvo una reunión con el dictador de la antigua colonia, Teodoro Obiang, pero su agenda pasó más desapercibida, aunque fue recogida con todo detalle por este diario. En aquella curiosa expedición contaron con la compañía de otro exministro de Zapatero, José Bono, que también atesoraría experiencia como intermediario profesional.
Según fuentes empresariales, el exministro de Defensa y expresidente de Castilla-La Mancha tenía previsto participar en el viaje a Cuba pero acabó cambiando de opinión a última hora. Su decisión no alteró los planes de Zapatero y Moratinos, que escogieron para alojarse en La Habana el lujoso Hotel Nacional de Cuba, un establecimiento de cinco estrellas situado junto al Malecón, que fue sede de la IX Cumbre Iberoamericana de 1999. La noche en la habitación doble más barata cuesta 192 euros.
El puerto del Caribe
Con todo, los intereses de Zapatero y Moratinos no se encontraban en ese hotel ni tampoco en La Habana. En los círculos empresariales españoles se sigue con atención desde hace mesesun ambicioso proyecto que han puesto en marcha las autoridades de la Isla y que podría acabar siendo uno de los negocios más rentables de Cuba si desaparecen por completo las sanciones comerciales que sufre el régimen.
El castrismo ya ha dado los primeros pasos para convertir el puerto de la localidad de Mariel, situado a 60 kilómetros al oeste de La Habana, en una zona franca o libre de impuestos al estilo del Puerto de Colón de Panamá. Las inversiones extranjeras en esta región de la isla tienen todo tipo de facilidades y la dictadura quiere convertirla en la punta de lanza de sus políticas liberalizadoras. Sin embargo,la situación económica del país seguía generando grandesconfianza en los mercados internacionales. El relanzamiento de las relaciones entre La Habana y Washingtondibujaun escenario completamente diferente. Por su situación estratégica, en pleno centro del Caribe, a mitad de camino de las dos Américas, Mariel puede convertirse en el centro logístico más importante del continente. Y Zapatero y Moratinos querían conocer de primera mano qué planes tiene el castrismo para esta infraestructura.
Hay una segunda ocasión de negocio en la isla que, según las fuentes consultadas, también ha centrado las gestiones sobre el terreno delos exdirigentes socialistas. Las carencias tecnológicas del régimen le han impedido explotar los 4.600 millones de barriles de petróleo que según el Servicio Geológico de Estados Unidos se encuentran almacenados en sus aguas territoriales. En las aguas del Golfo de México, las reservas se elevan a 15.000 millones de barriles. El castrismo no ha podido rentabilizar ese tesoro. De hecho, sólo es capaz de producir 55.000 barriles diarios, un tercio de los 155.000 que consume su economía. El resto lo ha cubierto hasta ahora con la ayuda de Venezuela. La entrada de tecnología extranjera resolvería el problema energético de Cuba y convertiría a un país devastado en el nuevo rico de América. Las compañías energéticas españolas no quieren quedarse fuera del reparto cuando llegue el momento.
Un viajero con pasaporte diplomático
Las fuentes consultadas revelan que es la tercera vez que Moratinos visita Cuba en un viaje de contenido puramente comercial desde que abandonó sus responsabilidades de Gobierno. Para sus desplazamientos utiliza el pasaporte diplomático que tiene por su condición de miembro de carrera del cuerpo de funcionarios exteriores del Estado. El documento no sólo le evita tener que solicitar visados y hacer colas en los aeropuertos, sino que en ciertos Estados también le otorga protección, cierta inmunidad y mayor estatus. No obstante, la mejor credencial de Moratinos son los contactos que hizo durante sus seis años como ministro de Exteriores. Este viaje a Cuba le ha servido para reactivar susrelaciones.
Si el petróleo es uno de los principales activos de Cuba, ya es toda una realidad y la mayor fuente de ingresos de Guinea Ecuatorial, el otro país visitado por el tándem de exdirigentes socialistas. Las inversiones en ese sector fueron uno de los asuntos que trataron durante su estancia en la antigua colonia española. El otro segmento que despertó su atención fue el del mobiliario urbano, en el que Guinea Ecuatorial tiene aún un largo camino por recorrer. El oro negro proporciona enormes ganancias al clan de Obiang, pero esos ingresos todavía no se han trasladado a la fisonomíadel país. Con más de 8.000 ayuntamientos adictos al gasto, España es toda una potencia en la fabricación de farolas, semáforos, bancos y todo tipo de equipamientos. Las oportunidades en Guinea son evidentes.
El petróleo y el gas también están en mente de los exmandatarios del PSOE en la última escala de su gira americana, La Paz, capital de Bolivia, en donde recalaron este viernes. La primera parte de su agenda ha tenidocarácter público. Zapatero fue investido doctor honoris causa por la Universidad Mayor de San Andrés y, después, almorzójunto a Moratinos con el presidente boliviano, Evo Morales. Pero, tras esa cita, arrancala parte privada de suviaje. Zapatero nunca visitó Bolivia durante sus siete años y medio de mandato, pero parece haber encontrado ahora razones más poderosas para tomarse la molestia.
El viaje a Cuba de José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos ha generado un profundo malestar en el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que considera una deslealtad que los exdirigentes socialistas se hayan reunido con las autoridades del castrismo pese al distanciamiento que existe en estos momentos entre ambos países. La foto del encuentro que mantuvieron Zapatero y Moratinos y con el presidente cubano, Raúl Castro, fue publicada el pasado miércoles por Granma, el diario oficial de la dictadura, provocando una enorme sorpresa en el departamento de JoséManuel García-Margallo, que no tenía constancia de la cita.