Dignidad y Justicia pide a la Audiencia Nacional que impida los 'selfies' terroristas

Las reacciones a la información publicada ayer por El Confidencial no se han hecho esperar. La asociación Dignidad y Justicia, presidida por Daniel Portero, ha reclamado a la Audiencia Nacional que rectifique su decisión de permitir los selfies de etarras y sus familias en los centros penitenciarios. Para la plataforma que hace frente a ETA en los tribunales, esta iniciativa resulta "una mofa para las instituciones del estado y una humillación para las víctimas del terrorismo".

Según Dignidad y Justicia, dar permiso para que las familias de etarras introduzcan cámaras de fotos en las prisiones "compromete la seguridad de quienes trabajan en instituciones penitenciarias". "Recordamos que ETA no ha desaparecido ni entregado sus armas", subrayan desde Dignidad y Justicia, que al mismo tiempo instan al Ministerio del Interior a que tome medidas con el fin de evitar esta "injusta" situación, que además resulta incoherente con el reglamento penitenciario, que prohibe incluso a los propios funcionarios de prisiones acceder a los centros con dispositivos electrónicos.

Dignidad y Justicia recuerda también que sigue trabajando para evitar cualquier acto de enaltecimiento del terrorismo por parte de miembros o simpatizantes de ETA, ya se produzca en las calles, dentro de las cárceles o en las redes sociales.

Durante las últimas semanas, según denunciaron desde el sindicato CSIF, algunos familiares de presos de ETA han introducido cámaras desechables al menos en cuatro prisiones: Huelva, Monterroso (Lugo), Puerto de Santa María (Cádiz) y Badajoz. Tienen la intención de inmortalizar el tiempo que éstos pasan junto a los reclusos de la banda terrorista. En todo momento, los familiares lo han hecho con el permiso del Juez Central de Vigilancia Penitenciaria, que ha basado sus resoluciones positivas en un auto de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que autorizó la entrada de una cámara desechable en salas donde los familiares se reunen con los presos.

Desde ese primer consentimiento, se fue corriendo la voz entre los familiares de otros reclusos de la organización terrorista, que comenzaron a pedir permiso para acceder con cámaras argumentando que ya había un precedente. En todos los casos, las direcciones de las prisiones han rechazado inicialmente la súplica, pero los interesados luego recurrían ante el juez central y éste siempre aceptaba su demanda con base en el citado auto de la Audiencia Nacional.