La Policía rescata de la prostitución a una docena de niñas explotadas en Murcia

La Policía ha desarticulado una organización criminal que captaba menores en discotecas y colegios y luego los prostituía en pisos de la Región de Murcia. La red ofrecía a los clientes un book fotográfico con más de 400 mujeres, entre las que incluía a varias niñas. Algunos de los demandantes de servicios sexuales, de hecho, solicitaban expresamente a menores, por lo que han sido detenidos también. En total, la Policía ha detenido a 29 personas, entre las que se encuentran los mencionados clientes y los tres responsables de la organización.

En concreto, eran tres mujeres las que ejercían como jefas de la trama, ayudadas por las parejas de dos de ellas. Las tres coordinaban las tareas de captación y de explotación de las menores y de las mayores prostituidas. Cada una de ellas, según ha explicado el director de la Policía, Ignacio Cosidó, gestionaba un piso-prostíbulo, donde eran explotadas las chicas. Las mujeres que la organización ofrecía en el citado catálogo de imágenes podían prostituirse tanto en las viviendas que tenían las jefas como a domicilio, según lo demandara el cliente.

La trama contaba con un grupo de mujeres, que se situaban en un segundo nivel de la pirámide de la organización, que se encargaban de captar chicas y ponerlas en contacto con las jefas. Buscaban a las menores, todas ellas entre 14 y 17 años, a través del colegio, en discotecas o por internet, siempre mediante engaños. En concreto, localizaban por las redes sociales o la web a chicas que se querían trabajar como camareras, cuidadoras de ancianos, de niños o limpiadoras y les llamaban para ejercer esos empleos o como masajistas. Una vez estaban en los pisos, les ofrecían ser masajistas y poco a poco iban a más.

Vídeo: Menores prostituidas por WhatsApp

En al menos una ocasión, una de las captadoras se presentó con un carrito de bebé -ocupado por el hijo de un familiar- en un centro de salud y le contó a una familia que necesitaba una canguro para cuidar al niño. Les preguntó a los padres si su hija podía ir a cuidar al pequeño de vez en cuando, a lo que los progenitores accedieron sin sospechar lo más mínimo.

La organización también tenía a sueldo a varios chóferes que se encargaban de transportar a las chicas de los pisos a los domicilios de los clientes. Las esperaban y luego las devolvían a la vivienda-prostíbulo. Todos los componentes de la trama se comunicaban entre sí a través de aplicaciones tipo WhatsApp y de las redes sociales.

La Policía ha logrado identificar a una docena de niñas en los tres registros realizados en los mencionados pisos y en dos locales. Los agentes tambien han intervenido dos vehículos y mucha documentación en el marco de una operación que continúa abierta. De hecho, la Policía no descarta que se produzcan nuevas detenciones, sobre todo por la vía de los clientes que solicitaron servicios sexuales de menores. Tampoco rechazan la posibilidad de que puedan identificar a más víctimas que hayan sido explotadas.

Entre las 12 niñas rescatadas hay cuatro que son de nacionalidad española. El resto tienen origen sudamericano (bolivianas, ecuatorianas y paraguayas). Algunas de las menores vivían con sus padres, que desconocían totalmente su actividad paralela. La investigación comenzó porque unos padres denunciaron que su hija se iba a dormir fuera frecuentemente y tenía gastos demasiado elevados.

Entre los clientes hay personas de todo tipo de nivel social y económico, así como de diversos ámbitos profesionales. Incluso uno de los detenidos supera los 80 años. Todos ellos -los arrestados- o bien solicitaban expresamente tener sexo con menores o bien se enteraban de que las chicas tenían menos de 18 años justo antes de acostarse con ellas y aun así seguían adelante, según explican fuentes policiales. En una ocasión, la menor se negó a satisfacer los deseos del cliente y éste, sin embargo, la forzó, por lo que el detenido también está acusado de violación.