Es noticia
Interior activa dos veces en solo 15 días el protocolo de coordinación antiterrorista
  1. España
el protocolo se activa dos veces en un mes

Interior activa dos veces en solo 15 días el protocolo de coordinación antiterrorista

La denominada Circular 50, que moviliza a todos los efectivos de la Policía, Emergencias y Bomberos, ha demostrado rapidez y eficacia en solo unos minutos

Foto: Evacuación de pasajeros en la estación de Atocha, ayer viernes. (Reuters)
Evacuación de pasajeros en la estación de Atocha, ayer viernes. (Reuters)

El 11-M marcó un antes y un después en la forma de entender la respuesta policial ante amenazas terroristas. Las fuerzas de seguridad aprendieron, entre otras cosas, que el tiempo que pasa entre que hay conocimiento de un posible atentado y la ejecución del mismo puede ser de apenas unos segundos. Además, la masacre de Atocha demostró que la coordinación entre cuerpos para dar respuesta a una amenaza podía mejorar.

De ahí que la Policía Nacional modificara la denominada Circular 50, que marca el protocolo antiterrorista una vez que se produce un aviso, e incluyera lo aprendido tras los catastróficos atentados de Madrid en 2004. El documento ha ido puliéndose desde que sirviera como respuesta ante los avisos de ETA, pero los grandes cambios se fueron implementando a raíz de la intensificación del terrorismo islamista.

El resultado de estas modificaciones lo hemos visto durante los pasados días tanto con el coche que se estampó contra la sede del PP en Madrid como en la falsa amenaza de atentado sufrida el viernes en un tren de Atocha. Decenas de efectivos de Bomberos, Samur, Policía Municipal y Policía Nacional se coordinan a la perfección bajo las órdenes de este último cuerpo en cuestión de unos pocos segundos.

Vídeo: Falsa alarma en la estación de Atocha

Tras producirse una llamada en el 112 que alerta de un posible atentado, el personal de Emergencias que recibe la comunicación hace una primera valoración y traslada la información a la Policía Nacional. En ese momento, los especialistas realizan un segundo análisis de los datos aportados, comprueban que los que tienen más importancia son reales e inmediatamente ponen en marcha el dispositivo antiterrorista.

En escasos segundos, Bomberos, Samur y Policía Municipal ponen en marcha su particular protocolo de apoyo y envían efectivos a la zona, siempre bajo la coordinación de la Policía Nacional. Todos los cuerpos envían dispositivos preparados para lo peor, y no únicamente la primera furgoneta que encuentran. El coche de Bomberos, por ejemplo, está preparado para alcanzar zonas de difícil acceso.

La Policía acordona un margen amplio del área afectada y limita la entrada de ciudadanos. Este cordón policial se puede ir reduciendo conforme existe información contrastada de que la amenaza no es tan real como al principio se creía.

placeholder Álbum. Haga clic para ver las imágenes del ataque a la sede del PP.
Álbum. Haga clic para ver las imágenes del ataque a la sede del PP.

En apenas unos segundos, los especialistas valoraron que la explosión se había producido en una zona sensible, con varios medios de comunicación y empresas cerca, a escasos metros de la embajada de Estados Unidos y solo unos días después del aniversario del 11-M. Una docena de vehículos policiales, tres camiones de bomberos y otras tres furgonetas del Samur se trasladaron al inmueble en solo cuatro minutos. A los pocos segundos, ya estaba cortado el tráfico de la Castellana. “Lo primero que hay que hacer es poner a salvo a la gente, por eso se desocupó el inmueble y se paró la circulación”, recuerdan fuentes policiales.

“Si es necesario, se corta el metro”, apuntan las mismas fuentes. “O incluso se cierra el espacio aéreo”, añaden, como ocurrió tras el accidente aéreo de Spanair en 2008, cuando desde Barajas no despegó ni aterrizó un avión en casi dos horas.

Lo segundo más urgente, continúan, inspeccionar otros posibles impactos, qué otras cosas pueden amenazar la estabilidad: más bombas en el caso de la T4, otros artefactos en la falsa alarma de Intereconomía, etc. Al final, en este último episodio, se trataba de una bombona de butano que había estallado en un piso que estaba en obras, pero la prudencia hizo que primero se tomaran las máximas medidas de seguridad en torno al recinto y luego se observara cuál era el riesgo. La desactivación del protocolo se produjo también en pocos segundos, ya que una de las máximas es reestablecer la normalidad lo antes posible.

De modo similar ocurrió ayer viernes en Atocha. La rapidez es uno de los principios de la activación del protocolo y lo sigue siendo en la desactivación del mismo. Los trenes comenzaron a circular en cuanto las fuerzas de seguridad comprobaron que se trataba de una falsa alarma provocada por un individuo aislado sin ningún peligro porque es necesario que los ciudadanos vean que todo vuelve a funcionar y que lo que ha ocurrido solo ha sido un caso puntual.

Policía Nacional moviliza a un conjunto de unidades con el fin de cubrir las peores expectativas. Por ello se trasladan al lugar los guías caninos, los técnicos en desactivación de explosivos (Tédax), un grupo de Policía Científica, también de Policía Judicial y, por supuesto, de las Unidades de Intervención Policial, ya que el mantenimiento del orden público es condición esencial para que los agentes puedan hacer bien su trabajo.

Como también es importante para dejar trabajar a la Policía el que los políticos se mantengan al margen. A veces, con una buena intención de interesarse por lo que ha pasado, los dirigentes se trasladan al lugar de los hechos y obligan a la Policía a poner en marcha dispositivos paralelos que únicamente perjudican el desarrollo de las investigaciones.

Así de hecho lo puso de manifiesto el propio comisario de la Jefatura Superior de Policía Madrid, Alfonso Fernández Díez, tras valorar la actuación que llevó a la detención el pasado 19 de diciembre del hombre que empotró su vehículo contra la sede central del Partido Popular en Madrid.

El atacante se lanzó hacia el local, derribó los bolardos y superó la persiana antes de informar a los policías que controlaban la zona de que tenía una bomba dentro del coche. El comisario jefe agradeció a los políticos que no se hubieran trasladado hasta la zona porque facilitaron así el trabajo policial, que permitió detener al agresor, desactivar el artefacto y valorar adecuadamente la gravedad de lo sucedido y otros posibles riesgos.

Todos los cuerpos de seguridad y emergencias realizan ejercicios de simulación tanto por separado como de forma conjunta para mejorar la coordinación, la rapidez y la eficacia. “Un solo colectivo no puede hacer nada por sí solo, todos deben estar coordinados y mantener confianza ciega los unos en los otros”, admite un miembro de los servicios de Emergencias. Todos los años, por ejemplo, hay un simulacro que involucra a todos los cuerpos en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos.

El 11-M marcó un antes y un después en la forma de entender la respuesta policial ante amenazas terroristas. Las fuerzas de seguridad aprendieron, entre otras cosas, que el tiempo que pasa entre que hay conocimiento de un posible atentado y la ejecución del mismo puede ser de apenas unos segundos. Además, la masacre de Atocha demostró que la coordinación entre cuerpos para dar respuesta a una amenaza podía mejorar.

Policía Nacional Seguridad Terrorismo
El redactor recomienda